Danna x Simon

Capítulo 3: El Baile de Graduación

Con el final del año escolar acercándose rápidamente, Danna y Simón se encontraron inmersos en los preparativos para el baile de graduación. Aunque habían compartido muchos momentos juntos como compañeros de clase, ninguno de los dos podía evitar sentir una emoción especial por esta ocasión tan significativa.

Ambos se encontraron en la tienda de vestidos, cada uno buscando el atuendo perfecto para la gran noche. Mientras exploraban las filas de trajes y vestidos, intercambiaron comentarios y consejos, disfrutando de la compañía del otro más de lo que estaban dispuestos a admitir.

Finalmente, llegó el día del baile. Danna se arregló con un elegante vestido azul marino, mientras que Simón optó por un traje negro clásico. Cuando se encontraron en el salón de baile, se miraron el uno al otro con admiración, impresionados por la elegancia del otro.

Durante la noche, Danna y Simón bailaron juntos, riendo y compartiendo historias mientras la música llenaba el aire. Se sentían libres y ligeros, dejando de lado por un momento las presiones académicas y las expectativas de la escuela.

En un momento de calma, mientras estaban sentados en una mesa, Simón tomó la mano de Danna y la miró a los ojos. "Has sido mi rival más desafiante", admitió con una sonrisa, "pero también mi compañera más valiosa. No puedo imaginar haber pasado estos años sin ti".

Danna sonrió, sintiendo una cálida sensación de gratitud por la amistad que habían construido. "Tú también has sido un compañero increíble", respondió sinceramente. "Gracias por desafiarme a ser mejor".

El resto de la noche pasó volando, llena de risas y recuerdos que atesorarían para siempre. Cuando el baile llegó a su fin y se despidieron en la puerta del salón, Danna y Simón se miraron el uno al otro con una mezcla de nostalgia y anticipación por el futuro que les esperaba.

Mientras se alejaban, sabían que, aunque el capítulo escolar de sus vidas estaba llegando a su fin, la historia de su amistad estaba lejos de terminar. Y con una sensación de gratitud por los momentos compartidos, se despidieron de la escuela secundaria, listos para enfrentar lo que el futuro les deparaba, juntos.