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05.



Mi habitación estaba iluminada por la
luz de la bombilla ubicada en el techo.

Paz y tranquilidad. Esas dos palabras representaban a la perfección esta linda escena en el que los protagonistas éramos: mi taza de café, un sillón individual que había tomado "prestado" de la estancia, el libro que acababa de comprar hace poco y yo.

Era lo menos que merecía después del día atareado que tuve, además es ¡Fin de semana! Puedo darme el gusto de desvelarme toda la noche y acabarme el libro hoy mismo.

O ese era plan inicial...

Tocaron la puerta y ya sabía de sobra que era Aidan. Sin quitar la vista de mi libro exclame un "adelante". Ya con mi permiso él se dispuso a entrar.

-holaa...-saludó aunque ya nos hemos visto otras quinientas veces antes en el transcurso del día.

-Hola, ¿sucede algo? -despegue la mirada de el libro y la dirigí a Aidan, quien seguía de pie a unos cuantos pasos de la puerta.

-Eh, si. Voy a salir con unos amigos...

Me quedé en silencio esperando que continuará.

-Me dijiste que no tenías planes y no me sentiría bien dejándote aquí sola...y me preguntaba si quizás querías venir conmigo.

Eso me había tomado por sorpresa y apostaría a que notaba claramente por la expresión de mi rostro. Se había tomado la molestia de pensar en mi y lo apreciaba pero yo no conocía mucho a sus amigos ni ellos a mi, solo había oído algo de ellos por Aidan pero seguía sin conocerlos. No quería incomodar con mi presencia y arruinarles la noche.

Y como si estuviera leyendo mi mente agregó:

-Y no te preocupes, no vas a incomodar de ninguna forma...además, sirve que te los presento.

Si, acepto.

-Gracias por la invitación, gallagher, pero prefiero quedarme.

¿Quéee?

-¿Segura?

-Mucho. -le aseguré con una sonrisa.

Su ceño se frunció cuando desvío la mirada, como si tuviera un debate interno sobre si creerme o no.

-bueno, como gustes Clack...

Se acercó a la puerta y la abrió para luego salir por ella.

-Pero si cambias de opinión, me iré
Dentro de media hora.

Una sonrisa divertida se formó en su rostro mientras se iba y cerraba la puerta al mismo tiempo.

-dudo que pase. -reí, negando con la cabeza.

Volví a concentrarme en mi libro.

Pero apenas minutos después las luces empezaron a parpadear tal y como si se tratase de una película de terror.

-okay, T/n...relájate, esto debe de ser producto de tu imaginación a causa del cortometraje de ayer...si...es solo eso...ihnala...ehxala.

El ruido de cosas cayéndose me sobresaltaron aún más de lo que estaba.

¡¿Encerio piensas quedarte aquí?!

Esto debe ser producto de mi imaginación.

Un ruido extraño salió de la bombilla cuando volvió a parpadear.

ES REAL.

-¡Aidan! ¡Ya lo pensé mejor!

Mi voz se oyó temblorosa pero me importó poco.

Agarre un vestido, unas botas y una chaqueta de mezclilla de mi armario, me los puse en tiempo récord que admito que me sorprendí por la rapidez en la que me quite y reemplaze las prendas.

Tomé las cosas necesarias para maquillarme un poco y un bolso pequeño que no usaba mucho y hoy era la oportunidad, me había costado una fortuna como para no usarlo nunca. Salí de mi habitación y me fui a la estancia para terminar de arreglarme ahí, odiaba tener que incomodar a Aidan por que era su espacio, el mío era la habitación y sé que un poco egoísta de mi parte pero no quería estar sola, su presencia de alguna manera me era reconfortante, no sentía tanto miedo gracias a su compañía.

Y de verdad agradecí que en lugar de mostrarse molesto por ser invadido, estuviese todo el tiempo hablando del cortometraje que había visto juntos, y si, al parecer solo a mi me había parecido aterrador por que a él no le movió ni un pelo.

-sabes, en verdad creí que no vendrías. -dijo, divertido.

-bueeno pues, cambie de opinión. -me encogí de hombros.

-¿y que te hizo cambiar de opinión?

-Eso. No. Te. Incumbe. -lo mire a través del espejo mientras intentaba arreglar el desastre que era mi cabello.

-Vaya, encerio amo tu humor. -rodó los ojos.

-Y yo tu sarcasmo.

-Si, lo sé ¿ya estás lista?

-Mi respuesta es la misma que las otras seis veces que preguntaste.

Cansada me rendí y deje mi cabello suelto.

-¿Sabes? Mejor te espero en el auto.

Lo volví a mirar a través del espejo y note que iba encerio, ya se estaba acercando a la puerta.

Ni loca me quedaba sola.

-¡Oye, Gallagher! Ya estoy ¡Esperame!

Me di una última mirada en el espejo. Era grande por lo que me veía completa, mi vestido era color negro y sin bordados, era pegado y me favorecía ya que mis curvas resaltaban un poco lo que me hacía bonita silueta, me llegaba hasta la mitad de los muslos y el escote no era muy pronunciado, eso me encantaba. La chaqueta me llegaba hasta la altura de mi cintura y era de color azul oscuro, rasgado de algunas partes. Las botas eran del mismo color del vestido con tacón un poco alto qué me hacía crecer unos pocos centímetros.

Llegué al lado de Aidan el cuál ya me estaba esperando con la puerta del copiloto abierta.

-después de ti, Clark . -me sonrió.

Apesar de llevar las botas de tacón, Aidan me pasaba de estatura por mucho, era como una cabeza y media más que yo.

-gracias, gallagher. -le sonreí como agradecimiento y entre al auto.

Segundos después la puerta se cerró y Aidan rodeo el coche para subir y entonces empezar a conducir hacia el lugar en el que se encontraría con sus amigos.





















Gracias por ver :)















𝑀𝑎𝑡𝑟𝑖𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜 𝑃𝑜𝑟 𝐶𝑜𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎...  -𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 & 𝑇/𝑛- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora