<< Mi capitán Ace >>

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En el inicio de su viaje, Ace logró llegar a una isla justo a tiempo antes de que su barco se destruyera, atracando en el puerto de su primera parada. Era el comienzo de una aventura que lo llevaría a alcanzar un nombre aún más grande que el del rey de los piratas.

Mientras caminaba por el pueblo en busca de un lugar para comer, Ace divisó un bar un poco apartado de las calles principales. Decidió entrar y se percató de una figura solitaria sentada en una mesa. La persona llevaba una capa que cubría todo su cuerpo, apenas dejando ver su rostro. A pesar de su apariencia delicada, emanaba una fuerza que lo hacía destacar entre los demás.

Ace se sentó frente a la persona y pidió una botella de sake al camarero. La persona también solicitó un vaso de sake. Mientras esperaban, Ace tomó un trago y fijó su mirada en los ojos de la persona, quien también lo observaba. Era un joven de unos dieciséis años, con cabello de un distintivo color celeste.

"¿Qué dirías si Gold Roger tuviera un hijo?", preguntó Ace, buscando iniciar una conversación intrigante.

La persona se sorprendió ante la pregunta, pero antes de que pudiera responder, un hombre sentado en la mesa de al lado intervino de manera despectiva: "¡Ese definitivamente sería el peor bastardo del mundo! ¡Alguien como él ni siquiera sería humano! No merecería vivir".

La expresión de Ace se volvió oscura ante los comentarios insultantes. Sin embargo, antes de que pudiera tomar acción, la persona sometió al hombre con un movimiento rápido, estampándolo contra el suelo. Con una daga en su cuello, la persona lo mantuvo bajo control.

La persona, con una voz amenazante, dirigió sus palabras al hombre: "Esa pregunta era para mí. Por favor, no te entrometas". Con cada palabra, cortaba ligeramente el cuello del hombre, dejando claro que no toleraría más interrupciones.

Los compañeros del hombre atacaron a la persona y a Ace, desatando una pelea en el bar. Sin embargo, la pelea no duró mucho tiempo, ya que la persona y Ace demostraron su destreza y salieron victoriosos. La reputación de la persona como la más fuerte del lugar se vio confirmada.

Ace, aún molesto por la situación, decidió salir del bar llevándose una botella de sake. La persona, habiendo obtenido el dinero de los hombres derrotados, pagó al dueño del bar antes de seguir a Ace en silencio. Caminaron juntos durante unos minutos hasta llegar a un acantilado, donde Ace se sentó apoyado en un árbol y tomó un trago de sake. La persona se echó en el suelo, un poco alejada de Ace.

"Me gustaría conocerlo", dijo la persona de manera inesperada, rompiendo el silencio.

Ace se sobresaltó y miró fijamente a la persona, sin esperar que hablara.

"Seguro que es fuerte y...". La persona continuó, pero esta vez con un tono burlón: "guapo, sexy, ardiente". La persona comenzó a reír, disfrutando de la sorpresa en el rostro de Ace.

Ace no sabía cómo reaccionar ante las palabras inesperadas y se quedó atónito mientras la persona se reía.

"Me llamo Venus", dijo la persona finalmente, revelando su nombre.

"Portgas D. Ace", respondió Ace, aún procesando la extraña pero intrigante personalidad de Venus.