002

109 10 1
                                    

Siguieron conversando hasta el atardecer, compartiendo historias de sus victorias sobre hombres débiles a quienes habían derrotado con facilidad. Ace también compartió con entusiasmo detalles sobre la isla en la que vivía, donde habitaban animales más grandes y fuertes. La charla continuó animadamente hasta que un gruñido rompió el silencio.

"Je, je, je... parece que tienes hambre. En mi bote tengo comida, ¿quieres ir?", dijo Venus con una sonrisa amigable.

Ace aceptó la invitación, aunque se sentía un poco avergonzado por su apetito. Ambos caminaron por unos minutos por el sendero que los llevaría al barco de Venus.

En el camino, Venus aprovechó para hacerle una pregunta a Ace: "¿Eres un pirata?".

Ace asintió con determinación: "Sí, soy un pirata".

Venus mostró curiosidad y continuó indagando: "¿Y tienes una tripulación?".

Ace respondió con sinceridad: "Recién estoy comenzando mi viaje, así que todavía no tengo una tripulación formada".

Venus asintió comprensivamente: "¡Oh, entiendo!"

De repente, llegaron al destino y Ace quedó impresionado al ver que el barco de Venus era más resistente de lo que había imaginado. Además, era de tamaño mediano, lo que lo convertía en una opción mucho más confiable en comparación con el bote roto de Ace. En ese momento, una idea brillante cruzó la mente de Ace.

Venus ya había subido al barco y estaba a punto de invitar a Ace a bordo, cuando notó una extraña sonrisa en el rostro de Ace.

"Oye, Venus, ¿qué te parece unirte a mi tripulación?", dijo Ace emocionado.

La sorpresa se reflejó en el rostro de Venus, pero después de unos segundos de reflexión, aceptó la oferta con una sonrisa: "Uh... está bien, capitán. Me uno a tu tripulación".

Ace subió al barco, lleno de alegría al pensar que ahora tenía un barco con el que podía navegar. Empezó a reír mientras Venus, sorprendido pero feliz, simplemente sonrió. Juntos, entraron al barco y Venus sirvió comida a Ace, demostrando su habilidad culinaria.

Mientras Ace disfrutaba de la comida, Venus aprovechó para hacer una pregunta: "Capitán, ¿cuál sería mi posición en la tripulación?".

Ace, con la boca llena, respondió con entusiasmo: "Depende de tus habilidades. ¿Qué sabes hacer?".

Venus enumeró sus habilidades con confianza: "Sé cocinar, manejar armas, pelear, tengo conocimientos sobre plantas y medicina, puedo tocar algunos instrumentos y sé nadar, aunque... solo floto. Puedo hacer cualquier cosa que el capitán necesite".

Ace casi se atraganta con la comida ante la respuesta de Venus, pero rápidamente se recupera y asiente emocionado: "¡Perfecto! Eres bienvenido en nuestra tripulación, Venus".

Una vez que Ace terminó de comer, salió a la cubierta del barco y Venus lo siguió. Ace extendió sus brazos y exclamó con entusiasmo: "¡Vamos a la siguiente isla!".

Venus aceptó la orden del capitán y agregó: "Está bien, capitán. Pero primero, debemos abastecernos adecuadamente si queremos llegar a la siguiente isla".

Ace tarareó en confirmación mientras Venus se dio cuenta del apetito de su capitán. Al día siguiente, Venus fue a comprar los suministros necesarios, mientras Ace paseaba por el pueblo, disfrutando del ambiente.

Mientras Ace exploraba, vio otra taberna y decidió entrar. Sin embargo, al igual que en la ocasión anterior, obtuvo la misma respuesta negativa y los hombres comenzaron a provocarlo. En medio de la pelea, uno de los hombres intentó apuñalar a Ace por la espalda mientras estaba distraído.

Ace, sin siquiera voltear, escuchó un ruido metálico detrás de él. Era Venus, quien había regresado de comprar los suministros, rápidamente sacó sus dagas e interceptó el golpe del hombre. Con movimientos ágiles, Venus pateó al agresor y se preparó para enfrentar a los demás hombres que se abalanzaban sobre ellos.

"Más vale que se preparen", murmuró Venus con determinación.

Ace, sorprendido pero impresionado por la habilidad de Venus, se unió a la pelea, luchando con destreza y fuerza.

Mientras peleaban Venus le preguntó a su capitán. "Capitán, ¿Por qué no me invitaste a la fiesta?"

A lo que Ace se rió y respondió: "Me gusta hacer las cosas solo"  Al continuar la batalla se dio cuenta de que ya no estaría solo y agregó: "Pero a partir de ahora, seremos un equipo. Trabajaremos juntos en esta aventura".

Juntos, derrotaron a los atacantes y lograron salir victoriosos de la taberna.

Una vez que la pelea terminó, Ace se acercó a Venus con una sonrisa en el rostro. "¡Eso estuvo increíble, Venus! Eres realmente fuerte. Me alegra tenerte en mi tripulación".

Venus, aún con la adrenalina de la batalla, sonrió y respondió: "Gracias, capitán. Estoy emocionado de formar parte de esta aventura contigo".

Después de que Venus saqueó el dinero de los hombres y se asegurarse de que el tabernero fuera compensado por los daños causados, Ace y Venus regresaron al barco llevando consigo unas botellas de sake. Ace le dio la orden de zarpar hacia la siguiente isla.

Al día siguiente, mientras navegaban hacia la siguiente isla, divisaron a lo lejos una tierra desconocida. Era una isla misteriosa llamada "Sixis", conocida por los rumores de un tesoro oculto. Sin embargo, también se decía que las corrientes alrededor de la isla eran peligrosas y podían destrozar cualquier barco que se acercara demasiado.

Ace miró emocionado hacia la isla y dijo: "¡Sixis será nuestro próximo desafío! Pero debemos tener cuidado con las corrientes. Venus, asegurémonos de estar preparados para cualquier eventualidad".

Venus asintió y respondió: "Entendido, capitán. Revisaré los suministros y nos aseguraremos de tener todo lo necesario para enfrentar cualquier peligro en la isla".

Mientras el barco se adentraba en aguas turbulentas, una tormenta inesperada comenzó a rugir a su alrededor. Los fuertes vientos y las olas embravecidas sacudieron el barco, poniendo a prueba la habilidad de Ace y Venus como navegantes.

En medio de la tormenta, Ace sufrió un ataque de narcolepsia repentino y cayó al agua. Venus, presenció la caída de su capitán atónito sin estar preparado.

<< Mi capitán Ace >> Donde viven las historias. Descúbrelo ahora