MINECRAFT: Poder Absoluto

Capitulo 2: "Páginas faltantes"

— ¡Rápido! ¡Muévase! —gritaba uno de los exploradores guerreros, quién buscaba coordinar la operación de búsqueda.

— Señor, revisamos el ala oeste, no encontramos nada —informó uno de los exploradores.

— Lo mismo en el ala sur, todo limpio señor.

— Novato, informe al rey, el resto... Aseguremos las entradas.

— ¡Si señor!

— ¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó un explorador acercándose.

— Alguien atacó el castillo, ya estamos asegurando el lugar —respondió el Capitán de Guardias.

— Mierda.

— Aseguren las entradas y salidas, busquen en el subsuelo posibles túneles y revisen los alrededores —indicó Anti a un grupo de guerreros.

— Hermano, ¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó Adrián entrando a la sala del trono.

— Hermano, ve acá —respondió Anti abrazando a Adrián, pues llevaban ya varios meses que no se veían—. ¿Qué noticias me traes del Nether?

— Ha estado creciendo flora y fauna, pero nada fuera de lo usual —respondió Adrián con tranquilidad—. Pero, oye... ¿Qué pasó aquí?

— Ven —comenzó a decir Anti acercándose a Adrián, asegurándose que nadie más escuchará—. El Lick apareció.

— ¡¿Qué?!

— Shhh, baja la voz, nadie debe saber —soltó Anti observando a su alrededor.

— ¿Pero no se supone que era una simple leyenda de nuestro mundo? —cuestionó Adrián con la voz baja.

— Lo mismo era Herobrine, pero... ¿Recuerdas el libro de Herobrine que encontramos en su mansión en nuestra primera visita?

Adrián quedó un momento en silencio, recordando aquellos momentos...

"Soy Herobrine, quien pueda leer esta carta, significa que logró encontrar el escondite. El Lick está causando grandes problemas en Minecraft y debo detenerlo; pero para eso, debo conseguir el gran poder que se oculta en el Nether, se que no soy digno de el, pero al menos podré acabar con el Lick. Si seré derrotado, que sea alguien superior a mi. Firma Herobrine"

— Cierto, por eso Herobrine buscó el poder antiguo, para hacerle frente a él.

— Exactamente hermano, con varios siglos de almacenar ese poder, no dudo que lo controle mejor que cualquiera, incluso mejor que yo —aseguró Anti ligeramente preocupado.

— Esto nos pone en un aprieto grande, ¿Qué vamos a hacer?

— Primero que nada, debemos buscar unas cosas —dijo Catalina acercándose a ellos con un libro en las manos.

— Hola Catalina —saludó Adrián con alegría.

— ¿Qué cosas hay que buscar? —preguntó Anti sujetando el libro.

— Las páginas faltantes de ese libro —respondió Catalina.

— ¿Páginas faltantes? ¿Qué libro es este? —preguntaba Anti comenzando a hojear el libro.

— Es un fragmento de la historia de Minecraft, más exacto, entre los años que existió Herobrine, y en ninguna parte menciona al Lick ni lo que sucedió en el Nether cuando Herobrine fue —contestó Catalina tomando otro libro de su inventario.

— Ahora que lo mencionas, hace algunos meses encontramos una estructura enmedio de un lago de lava en el Nether, no hemos podido acceder porque está muy lejos y el lago está muy perturbado —mencionó Adrián recordando sus exploraciones.

— También faltan páginas en la historia que ocurre mucho antes de la existencia del bloque de comando hasta el periodo siguiente y no tengo idea de dónde buscar —aseguró Catalina entregando el segundo libro a Anti.

— Interesante, hay que averiguar que hay en esa estructura, sin Alex aquí se nos complica un poco la búsqueda de estás páginas —comentó Anti observando con detalle los restos de hojas.

— No tanto, tengo la posible ubicación del castillo de Steve.

— ¿Steve tuvo un castillo? —preguntó Adrián sorprendido.

— Y uno muy bello, jamás lo hábito porque cuando se terminó de construir, fue cuando Herobrine apareció, según algunos escritos, este castillo fue protegido por una maldición, ningún explorador puede sobrevivir a ese bosque —contestó Catalina.

— El bosque fúnebre, ya veo... Adrián, necesito que uses todos tus recursos y entres a esa estructura; Catalina, necesito más información, la que sea sobre el Lick o los antiguos, estamos en una carrera contra el tiempo, si nos aseguramos que busca el Lick y como detenerlo, podremos ganar antes que tengamos más perdidas.

— ¿Qué harás tú mientras tanto? —cuestionó Adrián.

— Iré al bosque fúnebre, esperando encontrar ese castillo.

— ¿Irás tu solo? Es prácticamente suicidio —se quejó Catalina con cierta preocupación.

— Es mejor, sin que debamos arriesgar gente innecesariamente; además, necesitamos a todos los guerreros posibles aquí, sin importar lo que suceda —afirmó Anti con seriedad.

— Anti —se escuchó una voz femenina al otro lado de la habitación.

— Ale.

— ¡Papá! —gritaron dos niños entrando a la habitación, una niña de al menos ocho años y otro de seis años.

— Mis niños —saludó Anti recibiéndolos con un abrazo, cargando al más pequeño en sus brazos. Ale se acercó, dándole un beso a Anti.

— ¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Ale desconcertada.

— El Lick, eso pasó.

— ¿Qué es un Lick papá? —curioseo la pequeña viendo a Anti.

— Una cosa muy mala, que si la ven, deben huir rápidamente.

— Pero... Papi puede derrotarla con facilidad —aseguró el pequeño alegre.

— Así es, su padre saldrá de viaje nuevamente para acabar con esa cosa mala y así ustedes puedan crecer felices —aseguró Anti con gran confianza.

— ¡Si! ¡Papá es el más fuerte! —gritaron los dos niños.

— ¿A dónde irás Anti?

— Iré al bosque fúnebre, en busca del castillo de Steve.

— ¿Necesitas algo?

— Necesito que tú; junto a Karla, aseguren la ciudad, trataré de regresar lo más rápido posible, pero te necesito aquí —pidió Anti.

— No te preocupes, yo me encargo de todo —dijo Ale con una sonrisa.

— Mi señor, dé sus órdenes —solicitó uno de los guerreros.

— Necesito una escuadra y preparar un caballo, saldremos al atardecer —indicó Anti convencido.

— Si mi señor.

La tarde finalmente cayó, la escuadra de caballeros estaba lista. Anti se despidió de su familia y salió en camino al bosque fúnebre, en espera de encontrar las respuestas que tanto buscaba.

— Bueno, al menos sabemos que no piensa tanto las cosas para poder actuar —mencionó Karla.

— Eso es lo que más me preocupa.

La escuadra mantenía el ritmo, atravesando los caminos en plena oscuridad, buscando evadir los mobs que encontraban. El tiempo era crucial para asegurar su victoria. Solo una cosa podría detenerlos...

Su propia debilidad.