El fuego se esparcía con velocidad sobre el césped verde, alcanzando con facilidad las casas construidas a base de madera. Los aldeanos corrían buscando protegerse de los mobs que al mismo que los atacaban.
Los esqueletos, equipados con armaduras de cuero básicas y arcos encantados con llamas.
El golem que protegía la aldea, se vió superado por la horda de zombis que al igual que los esqueletos, se encontraban equipados con armaduras de cuero y espadas de piedra.
Una aldeana, se encontraba en el suelo, arrinconada en el interior de una de las casas, siendo rodeada por varios zombis, tratando de sujetar a su pequeña hija antes de ser atacada por ellos.
El poderoso relámpago cayó sobre el grupo de esqueletos que aún mantenían la distancia, y del cráter se levantó un explorador, llevando en sus manos una espada de diamante con iluminación multicolor.
Avanzó rápidamente entre las hordas, acabando con ellas en movimientos rápidos y precisos, asegurándose de no dejar uno solo de pie.
Del interior del bosque aparecieron varios exploradores, montando caballos, llevando armaduras y espadas de diamante, envueltas en una estela multicolor ondeante, acabando con todos los mobs rezagados que buscaban huir.
"Tu destino te espera..."
El amanecer comenzó a dar sus primeros rayos de luz, dejando a la vista una aldea destruida, llena de escombros y grandes porciones de tierra al descubierto.
— Gracias mi señor, sin usted no habríamos logrado sobrevivir —dijo uno de los aldeanos ancianos, quien era líder de la aldea.
— No tiene nada que agradecer, es mi trabajo como Rey —respondió Anti con una sonrisa sincera.
— Mi señor, ya verificamos todo, no quedaron criaturas hostiles en la cercanía, pero observamos varios tótems de invocación —mencionó uno de los exploradores que acompañaban a Anti.
— Lo mejor sería que fueran con nosotros a la capital, ninguna aldea es segura actualmente —sugirió Anti con un tono apagado.
— Creo que será lo mejor, no solo perdimos a gran parte de los nuestros, si no también nuestros hogares, animales y cultivos, no nos queda nada aquí —aseguró el aldeano agachando su cabeza.
— ¡Mi amor! ¡Mi niña! —gritaba uno de los aldeanos que se acercaba rápidamente a dos cadáveres que se encontraban en el suelo, el de una aldeana adulta y una niña.
Las sujetó con fuerza en sus brazos comenzando a llorar desconsoladamente, gritando con gran fuerza.
— Intenté llegar antes a ellas, pero los zombis no me dejaban acercar, si aún fuera fuerte... Podría haberlo evitado —soltó el aldeano con gran enojo.
— No siempre podremos salvar a todos, es parte de la vida, lo importante es levantarnos, agradecer por otro día y seguir luchando con todo lo que tenemos —motivó Anti—. ¡Preparen todo! ¡Nos vamos a la capital! —anunció Anti con un voz vigorosa.
El grupo de carretas; protegida por exploradores guerreros a caballo, avanzaba por el camino principal que conectaba el bosque con la Ciudad. Tras varios días de haber viajado desde la aldea.
La caravana fue recibida por varios aldeanos y exploradores guerreros. Anti bajó de su caballo, entregandoselo a uno de los exploradores.
— Reubiquen a todos, que descansen los guerreros y los caballos —indicó Anti alejándose de la caravana.
— Si señor.
— ¡Anti! —gritó una aldeana acercandose a Anti.
— Hola Rubí, ¿Cómo estás? —preguntó Anti sin detener su andar.
— Bien, vengo a dar mi informe —comenzó a decir Rubí —. Se ha asegurado la rotación de guardias a lo largo de toda la Ciudad, así como el interior, algunos hechiceros se han unido a nuestras filas así que llevamos ventaja, el único inconveniente que queda es posiblemente la entrada al océano, algunos marineros han reportado criaturas extrañas, pero no se ha confirmado nada.
— Bien, duplica la seguridad de la costa y envía a exploradores a revisar al menos unos quinientos bloques a la redonda —indicó Anti tras escuchar el informe.
— Si señor —terminó de decir Rubí con una sonrisa cambiando de dirección.
Anti entró al castillo principal de la Ciudad, mismo que servía como base de operaciones y refugio temporal para los aldeanos y exploradores que llegaban para resguardarse.
— Anti, bienvenido de vuelta —saludó Catalina con respeto.
— Se un poco menos informal, llevamos más de diez años de conocernos —dijo Anti con una sonrisa.
— Ya lo se, solo te estoy molestando —soltó Catalina con una ligera risa.
— Y bien, ¿Qué novedades hay? —preguntó Anti caminando por una gran pasillo.
— Parece que estoy cerca de descubrir de dónde salen los tótems de invocación, pero muchos libros tienen faltantes de páginas, casualmente son libros que existían en la época de Herobrine, así que ya te imaginarás por dónde va la situación.
— Genial, la cuestión tal vez ahora sería saber a dónde podemos encontrar las páginas faltantes... Si es que existen.
— Eso es lo curioso Anti, que posiblemente si hay un sitio a dónde podemos ir, pero...
Catalina se detuvo de golpe, tanto ella como Anti sintieron una presencia extraña en su alrededor.
— Mierda —exclamó Anti antes de sacar su espada y desviar un ataque de energía.
— Vaya, vaya, vaya, las leyendas si que no eran mentiras, eres realmente fuerte y rápido —mencionó la voz con un tono de burla y sarcasmo.
— ¿Quién eres? —preguntó Anti mirando firmemente al sujeto.
— Permíteme presentarme, soy el maestro de la seducción, el gran explorador de Minecraft, el destructor de aldeas, domador de bestias, yo soy El Lick.
La tención se mantenía en el ambiente, tanto Anti como Catalina, permanecian quietos en sus sitio, sintiendo la presión de aquella presencia frente a ellos.
— Dime, ¿Qué es lo que buscas? —cuestionó Anti sin quitarle la vista.
— Oh, nada en realidad, solo quiero largarme de este mundo lo más pronto posible, pero tu, amigo mío, causaste que este mundo estuviera aislado del resto, no hay forma de salir, y es me molesta... Solo un poco —replicó el Lick con un tono agresivo.
— Es una pena, lo único que te queda es esconderte en un agujero y no salir jamás —soltó Anti con burla.
— No te confundas gran rey, con tu poder, puedo volver a abrir el camino hacia otros mundos, pero para eso... Debo matarte.
— Inténtalo, verás que no es tan sencillo.
— Yo lo se, eres un hueso duro de roer, por eso... Mejor acabo con todos los que amas y después... Simplemente quedarás tu y nadie más —amenazó el Lick lleno de confianza.
— Eso me parece insensato.
Anti atacó desde uno de los costado a el Lick, logrando arrojarlo hacia una de las columnas cercanas, destrozandola por completo.
— Increíble, lograste crear dos réplicas exactas de ti y ella, jamás me percate del cambio —aceptó el Lick observando a las copias desaparecer y mirar a Anti acercándose.
— Te lo he dicho, tus actos son insensatos, con poca coherencia, no puedo permitir que sigas con eso —advirtió Anti colocándose frente a él. Sus ojos había desaparecido dejando únicamente una cuenca de un color blanco luminoso.
— En está ocasión, te dejaré ir, pero volverás a saber si mí, una nueva guerra está por comenzar, y tú eres el centro de ella, Gran Rey de Minecraft —terminó de decir el Lick antes de desaparecer sin dejar rastro.
— ¿Se transportó? —pregunto Catalina acercándose.
— No, se convirtió en partículas muy pequeñas, asegurándose de que no las pueda seguir.
— Y... ¿Ahora que va a pasar?
— El comienzo... del fin.
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MINECRAFT: Poder Absoluto
FanfictionPrecuela: "MINECRAFT: La Maldición" Estado: Suspendido temporalmente. Próximo capítulo: Diciembre 2024 En estos últimos años, la paz ha reinado en todo Minecraft; sin embargo, eso ha cambiado... Un sin número de mobs hostiles han aparecido en todas...