Capitulo 4

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Mi día estaba llendo de maravilla,me desperté hace poco,me lave los dientes y tome algo de ropa de Milan para ponerme luego de darme una breve ducha

Mi amigo seguía muy dormido,pero yo no podía seguir,tenía trabajo que hacer en la clínica canina

Cuando salí del cuarto un delicioso olor a café inundó mi nariz

–Que rico huele.-digo llegando a la cocina donde se encuentra Bruno preparando el desayuno

–Bue día preciosa.-sonrie sirviendo dos tazas de café y entonces me acerco a darle un beso en la mejilla –Yo diría que mejor aquí.-hace morritos y niego sonriente

Quiere jugar tan temprano y no es posible

–No me he lavado los dientes.-le digo y rueda los ojos

Ni mintiendole mil veces lo harán cambiar de parecer,si por el fuera, estaría enganchado en mi todo el dia

–Sientate,pedí roles y capuchino.-me señala la barra y lo miro contenta

Tierno,guapo y considerado. Tres palabras que describen muy bien a Bruno.

Aunque a pesar de tener esas cualidades,no es mi tipo.

–¿Me dirás que te trae a Zapopan?.-le pregunto mientras me siento en la barra

–Tu.-dice rápido y lo mire sería,no tenía expresión de que estuviera bromeando así que rei

–Te creeré.-digo y muerdo un trozo de pan

Delicioso,como siempre,este hombre nunca decepciona cuando ordena comida de los mejores lugares

–Si quieres te llevo a tu casa,tengo que ir a dejar mi equipaje al hotel donde me estaré quedando.-me dice mientras se sienta a mi lado y asenti sonriendo,le di otra mordida y entonces me vuelve a hablar

–¿Y cuánto me extrañaste?

Su pregunta me toma por sorpresa y me suelto a reír cuando me rodea la cintura con sus brazos hasta poner su barbilla en mi hombro

–Mucho,por supuesto.-le digo segura y deja un beso en mi cuello

Por mucho que el quiera tratarme con este cariño descomunal,seguía siendo mi amigo,mi mejor amigo,y lo extrañe mucho estos cuatro meses que no pudimos vernos,claro que haciamos videollamadas a media noche pero de igual manera,no era lo mismo que tenerlo con nosotros.

–Yo también te extrañe muchísimo.-me dijo bajito y entonces sonreí girando en la silla para meterle un trozo de pan en la boca

–Mejor nos apuramos,tengo mucho trabajo hoy.-le digo haciéndolo reír

Bruno se sienta a mi lado para desayunar juntos,me cuenta como ha estado su estadía en México,me cuenta también sobre el departamento que le dieron en Polanco, él como su madre está muy contenta de que sea el jefe de las empresas junto a su abuelo y padre.

Entre muchas cosas más.

Terminó de suturar la herida y veo a Daniel quien está muy concentrado viendo lo que hago,cabe decir que el chico es pasante,apenas está en su primer bimestre de la carrera,así que consiguió este trabajo para tener algo de experiencia en un futuro

–¿Puedes limpiar el área?.-le pregunto y él asiente en seguida

Removí una bola cancerosa que tenía un Golden retriever en la zona del estómago,tuvimos que dormir al canino para poder operar.

Hasta el día de hoy,he tenido tres cirugías y a lo que recuerdo

Me quedaba una más para terminar mi jornada laboral

Me hice a un lado para quitarme los guantes y dejar que Daniel termine con lo pedido

Yo salí de la pequeña habitación donde operabamos y fui hasta él recibidor,ya pasaban de las ocho de la noche,se supone que la Señora que traería a su gato tenía que haber llegado ya

Me recargue en el mostrador y mire la agenda para ver qué citas faltaban para mañana

Eran por lo menos cinco,y eran solo para diagnóstico

Justo cuando pensé que había llegado la dichosa señora con su gato,giré al escuchar un fuerte golpe de la puerta

Y lo que me encontré,en verdad que no me lo esperaba.

–¡Necesito que lo ayudes!.-uno de ellos me grito y me quedé paralizada al verlos llenos de sangre mientras ayudaban a mantenerse de pie a un encapuchado que al parecer había salido herido

Mire a los sujetos

Eran los mismos de aquella vez,los mismos tres,Pero ahora el herido era uno de sus matones

–Aqui...aquí no es un hospital.-les dije y enseguida el encapuchado me miro pésimo

–Estudiaste así que sabes cómo sacar una maldita bala y cocer.-me gruñe apuntandome con un arma y entonces su patrón me mira

–No podemos ir a un hospital,ya sabrás por qué.-me dice el más sereno

Claro que lo se,por qué son sicarios y no les conviene aparecerse ahí por qué en cuestión de segundos ya tendrían a oficiales haciéndoles preguntas y en el peor de los casos,se los llevarían arrestados

–Asi que quisieramos pedirte amablemente.-me mira y siento un remolino en mi estómago ante esa mirada tan intensa –Que ayudes al Piyi.

¿Piyi?

¿Ese era el nombre del sujeto encapuchado herido?

–Ya quedo Doc...-la voz de Daniel se cayó al ver a los tres sujetos

–Prepara la cama quirúrgica.-fue lo único que pude decirle y sin pensarlo dos veces asintió al ver que no estábamos en posición de negarnos a nada

–Por aquí.-les dijo a ellos

Yo tan solo pude caminar delante de ellos hasta llegar a la habitación donde operabamos

–Mierda.-se quejo el herido cuando lo acostaron sobre la cama

Ellos permanecieron parados a nuestra par mientras nos veían ponernos los guantes,seguro desconfían sobre lo que podriamos hacerle a su compañero

–No te pongas nervioso.-le dije a Daniel –Nunca lo hemos hecho con una persona,pero estoy segura de que saldrá bien.-hablaba bajito y él asintió de nuevo poniéndose su cubrebocas

–Voy a limpiar la herida.-informa Daniel levantando la camiseta del sujeto quien tenía una muy visible vista de l a herida de bala en su torso

–La bala no salió,prepara las gasas para presionar la herida.-le digo

Deje los nervios atrás y me centre en lo que estaba por hacer

Tome el bisturí y empecé a hacer una pequeña incision sobre la herida

–Pinzas.-le pido y Daniel me las da,introduzco las pinzas y enseguida el chico forcejea así que miro a los otros dos

–¡Mierda,mierda,mierda!.-grita adolorido

–Si se van a quedar aquí y quieren que hagamos un buen trabajo,será mejor que lo mantengan quieto.-les advierto y ellos enseguida se ponen a cada lado tomándolo de los hombros para que no se mueva

Sigo haciendo mi trabajo,meto más las pinzas y entonces,tomo la bala y miro a Daniel

–Listo.-le digo y al sacarla el se apresura a presionar la herida para evitar un desangre

–¡Puta madre!.-grita una vez que siente su torso libre de esa bala

Miro la bala,al igual que ellos dos,y la pongo sobre la tina de aluminio que está a mi lado

¿Cómo carajos pueden jugar su vida así?

–Se detuvo la hemorragia.-me informa Daniel y asenti tomando lo demás para poder suturar la herida

¿Ahora somos cómplices de unos sicarios?


📿El Enamoramiento De Un Narco 📿 Alfredillo Guzmán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora