<<ES UN GUSTO, CHICO LINDO>> Esteban X Blas ★★★

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"The night we met I knew I needed you so..... And if I had the chance I'd never let you go...."

Una nueva melodía sonaba desde la radio. Blas con pocos ánimos se encontraba en la casa de sus abuelos. El señor mayor Polidori tenía una pequeña habitación de carpintería a lo lejos de su casa en lo que Blas aprovechó para sufrir con la soledad mientras aquella canción lo acompañaba en su sufrimiento.

"So won't you say you love me?
I'll make you so proud of me
We'll make 'em turn their heads every place we go..."

Cantaba el de rulos mientras recordaba a su gringo llamado Esteban que le había robado grandes y muchos suspiros durante toda la semana.

Pensó muchas veces en llamarlo para escuchar alguna explicación, pero sabía que las cosas no deben ser así, Esteban debía ser la persona que lo llamase, pero ¿Por qué aún no lo hacía?

La preocupación y las ideas en su cabeza de que realmente se podría casar con una mujer y lo dejaría para siempre carcomían su cerebro.

"So won't you, please....
Be my little baby?"

¿Por qué no lo dejaba todo e iba por él?

¿Acaso no lo amaba?

Unas y otras preguntas que venían a su cabeza fueron interrumpidos al sonido de su celular. Tenía una llamada entrante, era Juani quien preocupado por la situación de su amigo, lo llamó.

-¡Boludo, hasta que contestas el teléfono!

Si, Blas estuvo ignorando las llamadas de su amigo por días.

-Perdón, sabes que no me siento de lo mejor en estos momentos Juani.

Con el teléfono sobre su oído, se dirigió a apagar la radio. Ya era hora de marcharse.

-Lo sé Blas pero no podes estar así toda una semana. Mati quiere verte.

-No sé si quisiera volver, me siento bien aquí.

-¡Oh vamos! ¿Desde cuándo te gusta la vida en el campo?

-Es muy relajante, no hombres, no mujeres, solo abuelos. Estoy tranquilo aquí.

La vista era maravillosa cuando no había edificios, muchos carros al igual que personas caminado por la ciudad.
Tener frente una vista de un campo verde y a lo lejos muchos árboles con un hermoso cielo, era prometedor.

Realmente no tenía ganas de volver, o no por ahora.

-Blas, tus amigos queremos verte y animarte. En la noche irémos a un club, ¿No querés unirte?

Tomar, bailar y olvidar todo lo sucedido en una fiesta ¿era lo correcto?

-No creo que pueda Juani.

-No voy a aceptar ese "No" por respuesta. Iré por vos, Blas. Estate listo amigo.

Inmediatamente pensó en las diversas formas de desaparecer para no ir a esa fiesta.

Lo que menos quería era emborracharse. No quería cometer ningún error estando inconsciente.

Realmente no quería llamarlo aún estando borracho.

Dejó de preocuparse y las horas siguieron al ritmo del día.
Había almorzado y ahora se encontraba descansando. El celular apagado para prevenir llamadas amenazadoras por parte de Juani, su habitación de cuando apenas era un pequeño niño aún era muy cómoda para él.