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¿Arrepentido por lo de anoche?

Quizás.

O quizás disfrutando el hecho de no recordar nada.

Esteban no recuerda lo que pasó ni como llegó a la habitación de su amigo pero estaba feliz de tener una cena reservada con el Sr. Polidori, el abogado más conocido por el momento, siendo uno de los mejores al no perder ningún caso.

Cumpliría uno de sus grandes deseos.

Conocería a los abogados.

—Y todo gracias a mí. —menciona Fran tomando su batido de maracuya, mirando la alegría de su amigo al no creer todavía lo que está pasando.

Esteban y Francisco decidieron a la mañana siguiente ir a una de las heladerías cerca de la ciudad. Fran con su batido favorito y Kuku con su helado sabor café.

Es también su sabor favorito.

Podía intentar recordar la noche anterior pero no podía con su máxima claridad, solo recordaba haber tomado y tomado, y quedarse dormido en las piernas de un chico.

Quien sabe como llegó a las piernas de aquel chico. Esteban decidió no preocuparse. Al final del dia seguía vivo y eso era lo único importante.

No le interesaba saber la existencia del chico.

O bueno, aún no por ahora.

—¿De verdad no recordas nada? —pregunta Fran mirando a los ojos a su amigo. ¿Estaba diciendo Kuku la verdad?

—Si te digo que solo recuerdo haber tomado y tomado, ¿me creerás?

—Te creo. Solo que aún no entiendo como esa carita se te haya olvidado tan rápido, siendo él hijo de tus ídolos.

Fran menciona irónicamente terminando con el último sorbo su batido.

Le gustaba la idea de que su amigo no recordase nada, eso le queria decir que no pasó nada importante como para recordarlo.

Quizás las palabras que dijo al final de la noche no fueron más que palabras tontas de un borracho.

Eso era un tremendo alivio.

—¿Hijo de quién? ¿Conocí a un famoso acaso?

Pregunta Esteban sin darle mucha importancia.

¿Ese niño es alguien importante?

—Algo así. Era Blas, hijo del Abogado Polidori. Pensé que ya te habías dado cuenta. —menciona Fran mirando a su amigo.

Esteban que quizás era de las personas que no demostraba mucho sus sentimientos, ahora mismo pudo sentir como un balde de agua fría caía sobre él.

Ahora de repente todo se iluminó.

¡Aleluya!

'Blas, decime Blas...'

Nopuedeser

'¿Estás confesando tu atracción hacia mi?'

Nopuedeser

'¿Ahora si me darás tu número chico bonito?'

Y como si fuera poco, el recuerdo de haber besado esos labios de un chico tímido la noche anterior, luego posando su cabeza sobre sus piernas.

Todos estos recuerdos se hicieron presentes.

<<¿Pero qué mierda?>>

—¿Kuku? ¿Todo bien?

Francisco pregunta un poco preocupado al ver a su amigo en silencio, serio y quieto.

Como si hubiera dejado de respirar por un momento.

&lt;&lt;ES UN GUSTO, CHICO LINDO&gt;&gt; Esteban X Blas ★★★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora