II

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La vez en la que cruzamos miradas.

Pierre caminaba tomando la mano de Odette. Nuevamente había tenido que cuidarla esa mañana y llevarla a la escuela.

Aunque esta vez no estaba de mal humor, tenía esperanzas de ver a aquel maestro de nuevo.

Desde esa vez que lo vio no podía dejar de pensar en él. Se sentía como un adolescente, no conocía a ese chico y no podía sacárselo de la cabeza.

Odette miraba con confusión a su tío, esa mañana estaba muy raro. No se había estresado con sus preguntas y tampoco le había molestado que jugara con sus cosas.

Al llegar, Pierre se despidió de la pequeña deseándole un buen día y la siguió con su vista hasta que estuvo cerca de aquel maestro.

Miró a aquel chico, de nuevo, solo que esta vez sus miradas se cruzaron haciéndole sentir avergonzado.

Con algo de rapidez se enderezó y apartó su vista para ponerla en la niña y así su despedirse de ella con su mano.

Odette miró a su tío y a su profesor luego de esa rara escena.

La niña miraba su dibujo mientras sus compañeros jugaban en el salón

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La niña miraba su dibujo mientras sus compañeros jugaban en el salón. Su maestro había dicho que los últimos minutos de clase antes del recreo podían jugar, eso sí, con cuidado.

Pero la castaña solo pensaba en terminar el dibujo y en el momento extraño que había presenciado esa mañana.

Para ser una pequeña niña, era demasiado inteligente y sabía que con su tío sucedía algo.

¿Su maestro no le caía bien?

No, eso no podía ser, Yuki era muy genial. Debería ser otra cosa.

Oh, claro. Yuki era la persona que le faltaba a su tío. Una pareja, como decía su papá Carlos.

Aunque ¿qué era una pareja?

Odette miró a su maestro. ¿Por qué no se lo preguntaba a él? Tal vez lo sabría.

Mientras tanto, el chico pensaba en aquel hombre de ojos azules con el que había cruzado miradas.

¿Cómo podría existir un hombre tan atractivo? ¿Seguro no era su imaginación jugándole una mala pasada?

Por suerte no pasaría esa vergüenza de nuevo. Esa vergüenza de sentir sus mejillas calientes por ver a un bonito chico. No era un adolescente hormonal, era un hombre hecho y derecho.

Aunque, muy en el fondo, las esperanzas de verlo se escondían y le creaban una llama de necesidad que se ocultaba entre la vergüenza.

¿Tendría pareja? ¿Estaría soltero?, eran las preguntas que rondaban por su cabeza.

El timbre para salir al recreo sonó y rápidamente los niños se colocaron en una hilera esperando que Yuki los guiara al patio de juegos.

El mayor siempre los guiaba con lentitud, para que todos pudieran seguir su ritmo y así, aunque fuera un trayecto sumamente corto, ninguno se perdiera.

Finalmente, al dejar a los niños jugar pudo volver a sus pensamientos. Aunque no quisiera, siempre terminaba pensado en lo mismo. En él.

— Yuki —una voz y un chasquido de dedos frente su rostro le sacaron de su trance posando su mirada en aquel individuo —. Mira, ya saliste de tu trance. ¿En que piensas tanto?

— No pienso en nada, Checo.

Sergio, aunque todos le apodaban Checo, era la persona más curiosa que conocía y por eso su mejor amigo. Sabía todos los chismes del colegio.

— Vamos, Yuki. La cara que pusiste no era de "no pienso en nada". ¿Es el padre de algún niño? —preguntó.

No, no era el padre de ningún niño, pero en su mente apareció la imagen del hombre que acompañaba a la pequeña.

— Así que es un padre —habló Checo con diversión.

— ¡No! No es ningún padre Checo —negó —. Esta mañana Odette no vino con ninguno de sus dos padres, sino que con alguien que no conocía de antes.

— Y te pareció lindo, ¿verdad? Porque estás todo rojo.

Yuki no respondió, dándole la razón a Checo.

— Yuki estas creciendo, ya le gusta un chico y todo —dijo con un tono, fingido, de voz triste —. Ya es todo un adulto.

Solamente pudo negar ante esas palabras, Checo no se tomaba las cosas en serio.

A Pierre le encantaba alimentar sus pensamientos haciendo estupideces como ver de nuevo al maestro de Odette

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A Pierre le encantaba alimentar sus pensamientos haciendo estupideces como ver de nuevo al maestro de Odette.

Si antes ya le costaba no pensar en él, ahora luego de ver al chico todo sonrojado por su cruce de miradas menos podía sacárselo de su cabeza.



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Capítulo corto.

No tenía mucha inspiración pero quería subir algo ;)

Es un separador provisional, tal vez lo cambie en un futuro.

Bueno, añadimos otro personaje a la trama.

Gracias por leer. <3

No me gustan los niños || YukierreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora