El baile de las candelas

El baile de las candelas enmascaradas

Bienvenidos todos y todas, damas y caballeros al baile anual de las candelas enmascaradas!! Asegurarse de encontrar una pareja para bailar y así elevar juntos una candela, que comience la fiesta!!

Era una noche cálida de verano, fin de año en la era medieval donde un joven chico iba a su primer baila de las candelas junto a su amigo, uno listo para encontrar una pareja de baila y el otro junto a su novia.

Dios Iván, estoy tan emocionado por mis primer baila de las candelas -hablo Ariel, el menor, viendo alrededor-

Tranquilo -dijo Iván el mayor-

Vos no estás emocionado? -pregunto el joven algo exaltado-

Paula y yo ya hemos prendido nuestras incontables candelas durante años, así que concéntrate en encontrar una pareja de baile mejor y divertite -respondio el mayor-

Y hazlo ahora Ariel, porque los bailes están por comenzar -agrego Paula, la pareja del mayor-

Así el joven chico comenzó a caminar por el salón del castillo buscando algún chico dispuesto a bailar con el, si bien era una tradición que aquellos que encendieran la candela debían enamorarse los bailes eran solo eso, un baile pero de todas formas el joven estaba nervioso.
Busco y busco pero nada encontró así que desilucionado salió al jardín interior del palacio donde había un chico con un antifaz de angel dorado con bordes plateados. Aquel chico estaba sentado en una banca de mármol viendo el cielo, viendo las estrellas que forjaban distintas constelaciones, a nuestro joven chico se le hizo muy atractivo aquel hombre y después de un rato viendolo de algo lejos decidio acercarse a hablarle.

Hola -hablo Ariel-

Hola? -pregunto aquel hombre-

Es una linda noche verdad? -pregunto-

Si lo es supongo -respondio distante el hombre con máscara angelical-

Puedo sentarme? -Pregunto el menor-

Claro -respondio el mayor-

Ariel se sentó junto a el, mientras ambos miraban el cielo y las estrellas un pequeño ambiente de paz se formaba alrededor de los chicos, tal vez una mirara del chico mayor tal vez una del menor, un encuentro visual de vez en cuando, pareciera que la distancia entre ambos se hacia más pequeña sin decir una sola palabra, hasta que ambos estaban hombro a hombro viendo el firmamento. Hasta que el mayor hablo.

Es una noche preciosa no crees? -pregunto-

Si, lo es -respondio el jóven-
Cómo tú -susurro-

Perdón? -giro la cabeza el mayor viendo al chico-

No nada -respondio con una sonrisa-
Este es mi primer baile -agrego-

Enserio? Y que tal la estás pasando? -pregunto curioso el mayor sin dejar de mirarlo-

El joven chico giro su cabeza hacia el mayor para sonreírle y hablar una vez más.

Ahora mismo muy bien

Ambos chicos se quedaron viendo por unos instantes, sus ojos brillaban gracias a las luces de algunas velas de alrededor.

Oye, querés bailar? -pregunto el mayor-

Si! Digo si me encantaría -respondio el menor con entusiasmo-

El mayor tomo la mano del menor y lo llevo devuelta al castillo donde ambos comenzaron a bailar las canciones que tocaban, hasta que salió una canción lenta y ahí el menor tomo la iniciativa.

Caballero, le gustaría bailar esta pieza conmigo? -dijo entendiendo su mano-

Jejeje claro -respondio tomando lo de la mano y la cintura-

Ambos comenzaron a bailar mientras hablaban, parecían tener una buena química apesar de haberse conocido esa misma noche. Ambos bailaban muy alegres de poder compartir esa pieza con alguien que les parecía lindo, felices de poder bailar esa noche por fin.

Yo llevo unos años ya en este baila, y nunca había podido bailar esta pieza con nadie -hablo el mayor-

Enserio? Porque? -pregunto el menor-
Y porque conmigo? -agrego-

Rechace a todos los que me proponían bailar, solo buscaban besarme al final de la noche, pero tú, tú buscas divertirte o eso pude notar mientras estábamos en el jardín y con eso me dieron ganas de bailar -respondio con una sonrisa-

Un leve sonrojo se vio bajo el antifaz de mariposa del joven chico, ambos siguieron bailando toda la noche hasta que llegó la hora de encender una candela, el joven se re encontro con su amigo y la pareja del mismo encendiendo una candela y de lejos los vio y fue con el mayor para encender una candela juntos, pero justo antes de hacerlo el mayor habló.

Esperá.

Que paso? -pregunto el menor-

Quiero que guardemos nuestras identidades en secreto todavía, me gustaría que mañana me veas en el jardín exterior del palacio con tu antifaz -respondio el mayor-
Está noche encenderemos la candela pero no nos diremos quienes somos -agrego-

Está bien, sería como una cita -dijo el menor-
Me gusta.

Luego de eso ambos se dieron una mirada que decía más que mil palabras, encendieron la candela juntos y la elevaron con las demás. Esa noche fue mágica para el menor y tranquila para el mayor, había una conexión inexplicable entre ambos chicos, una conexión que iría creciendo poco a poco.