malos entendidos.

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Y así callo la noche antes de la coronación, el sastre sin descansar un solo segundo hacia lo posible por terminar el trabajo en un buen estado, y aunque el sueño le ganase lo daba todo, debía hacer el traje más lindo que allá echo alguna vez, tan lindo como aquel príncipe que lo hizo creer en el amor a primera vista.
Por fortuna algunos de sus amigos estaban para mantenerlo despierto.
Gabriel y Leah dos de los guardias reales, Gabriel se encargaba de mantenerlo activo.
Maria la ama de llaves ayudaba en el telar con las instrucciones que Ariel le dió y por último pero no menos importante Gisela la mucama se encargaba de organizar la tela mientras tanto Leah cortaba con moldes que había echo Ariel. era un trabajo sencillo pero con el tiempo por la garganta esa ayuda significaba el fracaso total y la gloria en tela.
Una vez echo todo lo demás solo faltaba que el sastre terminara de coser, para matar el tiempo decidieron charlar sobre el príncipe.

Entonces lo descubrió por no guardar su máscara? -pregunto María entre risas-

Si, el tarado se la olvido en la mesita de luz -respondio Gisela entre risas también-

A mí me parece muy romántico -dijo Leah-

Si, una historia de amor entre un príncipe y su sastre -agrego Gabriel-

Si claro chicos -hablo Ariel-
Ojalá pasará, es realmente lindo -agrego-

Y porque no pasaría? -hablaron al unisono Gisela y María-

Por que el es el príncipe, el merece alguien noble -comento Ariel cansado-

Se hacía cada vez más tarde y ellos seguían hablando mientras Ariel cosia sin descanso. Pero mientras ellos 5 hablaban el jóven príncipe se encontraba en su habitación mirando a través de su ventana el jardín del palacio, aquel chico no salía de su cabeza, recordaba el baile y su paseo por el jardín, los comentarios tontos del sastre.

{Entonces esa es la constelación de la niña? -pregunto Ariel-}

{Que?! No! Es la constelación de la Arconte -respondio Fer entre risas-}

{Ya veo, es muy bonita -dijo el sastre-}

{Si, es de mis favoritas -comento el principe-}

{Cuáles otras te gustan? -consulto Ariel-}

{La del zorro y la de los fuegos artificiales}

{Cuáles?}

{Esas de ahí -señalo Fer-}

Esos recuerdos se quedaron guardados en su memoria, no paraban de repetirse, lo bien que la paso con el no tiene nombre. Estaba tan distraído que no noto las horas pasar hasta que su prima entró.

Hola Fer, no bajas a darme la bienvenida? -dijo Victoria entrando por la puerta-

He? Ah! Hola prima cuánto tiempo -reacciono Fer-

Ambos primos se abrazaron y comenzaron a ponerse al día sobre todo incluso sobre el baile de máscaras, sobre la coronación y la situación del príncipe almenos estuvieron una o dos horas hablando hasta que tocaron a la puerta del príncipe.
En eso entra el duque Gastón para solicitar hablar a solar con el príncipe y avisarle algo a la princesa Victoria.

Señorita Victoria es hora de irnos -dijo el don-
Me permitiría hablar a solas con su primo un momento? -agrego-

Claro -respondio Victoria saliendo de la habitación-

Cuánto tiempo príncipe Fernando -dijo el duque cerrando la puerta-

Que es lo que quieres? -dijo este último alejándose de el-

O nada, solo quería asegurarme que cumpliste lo que prometiste -comento acercándose amenazante-

Si lo cumplí -respondio asustado-

Muy bien, buen chico.

Dijo el duque que luego de acorralarlo comenzó a besarle el cuello y susurrarle cosas al oído entre ellas un pequeño secretito.

Se divirtió en el baile de las candelas?

Cómo sabe eso? -hablo Fer lleno de miedo-

Fer, Gastón, está todo bien ahí? -grito Vicky desde fuera de la habitación-

Si señorita -respondio el duque-
Yo que usted obedesco y me quedo callado si no quiere que revele su secretito está noche "Príncipe" -agrego para seguir manoseandolo-

Que es lo que quieres? -dijo entre sollozos-

Dile a ese muchachito que no puede estar con usted, y ni se le ocurra contarle algo de esto -respondio el duque-
Usted me pertenece -agrego con un tono de exitación-

Luego de eso lo soltó y se dirigió a la puerta

nos vemos está noche príncipe

dijo antes de salir de la habitación e irse junto a la princesa Victoria con el resto de la familia. Mientras tanto Fer el jóven príncipe se quedó sollozando en su habitación por un rato hasta que volvieron a tocar la puerta, está vez era su sastre con el traje, el príncipe se apresuro a secar sus lágrimas y recomponerse.

Príncipe está ahí? -pregunto Ariel tocando la puerta-
Puedo pasar?

Si, pasa porfavor -respondio Fer terminado de secar sus lágrimas-

Ariel entro mostrándole el traje para el príncipe, un hermoso traje negro con detalles blancos y plateados era lo que llevaba el sastre entre sus manos, el entrar no pudo evitar notar los chupones en el cuello y los ojos rojos del príncipe.

Fer que te paso? -consulto Ariel con preocupación-

Nada no me pasa nada Ariel -dijo Fer acomodando su camisa-

Estás seguro Fer?

Si Ariel y porfavor llámame alteza, es lo que seré para ti a partir de está noche -dijo Fer con un tono de ira en su voz-

Está bien? Tenga alteza, su traje -entrego el traje para luego salir de la habitación-

Y así el día paso, ninguno se habló incluso luego de la coronación, el traje lucía espléndido en el príncipe y remarcaba cierto atributos físicos de este mismo, desafortunadamente a nuestro sastre se le había prohibido la entrada a la coronación por órdenes directas del príncipe eso llevo a qué Ariel se quedase enojado y llorando en su cuarto pues no entendía que estaba pasando, porque el príncipe estaba comportarse así, acaso era su verdadera cara, solo lo utilizo, nunca le agrado? Las preguntas inundaban la mente del jóven sastre que estaba solo en su habitación. Luego de la coronación pasaron los días, el príncipe recibía visitas de aquel duque y se negaba a hablar con el sastre o cualquier otra persona escepto con su hermana la cual vivía en otro reino por lo que mucho no había que hacer, el sastre comenzo a evitar al príncipe pues esos días habia tomado resentimiento hacia este mismo solo tomaba los encargos que le hacía el padre del príncipe el Rey y la madre del príncipe la Reina, se negaba a tomar encargos del príncipe aunque sus amigos entiendan su enojo le repetían en reiteradas ocasiones que debía hacerle caso pues el era el príncipe. Aunque todo cambio cuando su alteza aparecio golpeado y con la ropa rasgada en la puerta del jóven sastre, ahí mismo el príncipe se desmorono y comenzo a llorar rogando que lo dejara pasar, el sastre el verlo así no pudo negarse y lo dejo pasar, al cerrar la puerta el príncipe se dirijo a la cama del sastre y comenzo a llorar contando todo.
Le contó como sufría de abusos por su tío el Duque, le confesó que lo tenía amenazado con contarle todo a su familia y que si los veía juntos lo haría pasar por lo peor que se le podía ocurrir, su familia sabía de algunas visitas nocturnas del duque pero jamás hicieron nada y los que se oponían eran enviados a otros reinos para que gobernaran en silencio, el sastre como puso consoló al príncipe y hablo con el toda la noche, hablaron sobre lo que pasó, ambos se disculparon y el joven sastre prometió que lo mantendría a salvó de su tío, no sabía como pero lo intentaría toda costa.
Nuevamente pasaron los días, las semanas y los meses y el vínculo entre el sastre y el príncipe era cada vez más fuerte al punto que el príncipe decidió invitar al sastre a una cena familiar antes del baile de las candelas enmascaradas como un pequeño regalo el príncipe le regaló un hermoso collar de jaspe y el sastre no se quedó atrás, con sus ahorros de toda su vida le compro al príncipe un collar de amatista con una cadena de titanio auténtico, ambos apreciaron el regalo del otro aunque alla sido de firmas diferentes. Ambos estaban emocionados por la cena. Decidieron irse a dormir no sin antes darse su primer beso.

El baile de las candelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora