Horacio y Dexter desayunan en una cafetería del barrio. El pelirrojo optó por comer algo y tomarse una pastilla para el inevitable dolor de cabeza que le produjo el alcohol tomado la noche anterior. Sigue nervioso, así que beber café no era la mejor idea.
Su pareja le observa atentamente, le ha contado que en el viaje por trabajo se encontraba Helena. Normalmente, Horacio comentaría alguna inseguridad que el alma gemela del contrario le ocasionaba, pero esta vez no dijo nada. Ni siquiera tiene la cabeza centrada en eso. Le da igual.
Los minutos pasan tortuosamente lentos para Horacio, quien no solo piensa en lo que debe decirle a su novio, sino también en qué excusa poner para que este no le diga de recogerle después del trabajo.
—Ah, por cierto —dice mientras saca el teléfono de su bolsillo. Busca algo en la pantalla y la desliza—. ¿Qué era de lo que querías hablar cuando me escribiste este mensaje? —y se lo enseña.
Horacio palidece de nuevo y sorbe un poco de tila, necesitaría calmar todos sus nervios.
—Pues —carraspea—. N-no quiero que esto que te voy a decir sea motivo de discusión, ni nada... ¿Puedes prometérmelo?
El contrario arquea una ceja, inseguro.
—¿Ha pasado algo? —cuestiona ahora más serio.
—¿Puedes prometerlo? —insiste Horacio.
—Eh... Según lo que sea.
El pelirrojo suspira, sabe que su pareja es igual o incluso más terco que él. Por mucho que le pida algo, si el contrario no quiere ceder, no lo hará.
—A ver... —restriega las manos por sus ojos y coge aire. La cabeza le dolía demasiado aún y pensar en aquello no ayudaba— Sabes que... mi tiny no está bien.
La mandíbula de Dexter se marca al escuchar "mi tiny", entrecierra los ojos y contesta sin delicadeza alguna.
—¿Y?
"¿Y?", resuena con asco en la mente de Horacio.
—¿Cómo que "y"? —repite molesto.
—¿Qué tiene que ver eso ahora? No es nada nuevo.
Horacio comienza a inquietarse. Se remueve en el sitio y entrelaza sus propias manos, apretándolas y buscando una vía de escape para todos los nervios que estaba sintiendo.
—No es nada nuevo... —menciona con resquemor— Pues no puede seguir así, ¿sabías?
Su paciencia se está agotando y la actitud de su pareja colabora en que esta se acabe antes de lo pensado.
—¿Y qué me quieres decir con eso? ¿Acaso has planeado algo?
—Dex... si su amorímetro sigue así de bajo puede enfermar e incluso morir, no es ninguna broma.
Para sorpresa del pelirrojo, Dexter muestra un rostro de indiferencia. Le duele. Le duele que la persona a la que ama sea tan escalofriantemente insensible.
—¿Me vas a decir que ahora quieres a tu tiny?
—Dexter —reprocha.
—Te lo pregunto en serio —su voz suena firme—, ¿ahora quieres a tu tiny?
—Sabes que no podría cargar con la culpa si le pasa algo.
—Ya... la culpa —reitera irónicamente.
—Tú tienes contacto con Helena, con ambas versiones —contraataca.
—No es lo mismo.
—¿Ah, no? —bufa.
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SOME THINGS ARE MEANT TO BE [volkacio]
Fiksi PenggemarNo importan las veces que intentes cambiar tu destino. Si algo no es para ti, no lo será ni aunque te pongas, y si lo es, no dejará de serlo aunque te quites. Pero eso es algo que Viktor Volkov y Horacio Pérez no comprenden. Al menos, no por ahora. ...