(47)

9 1 0
                                    


Siempre me pregunté cómo llegarías a mi vida. Qué me dirías. Cómo actuarías. Cuánto me querrías.

Ahora me pregunto el por qué llegaste a mi vida. El por qué no me hablas. El por qué actúas así. El por qué no me quieres.

Porque no me quieres. No lo suficiente. No lo bastante para ser una prioridad pero sí demasiado para ser una opción.

Porque en eso me he convertido para ti. En una alternativa, una selección, una posibilidad.

Y ese es el problema.

Que para mí no eras algo "posible", eras algo definitivo.

Para mí no eras una interrogación, eras un punto. Un punto y a parte, porque por un lado estás tú y por otro el resto.

Para mí eras la excepción de la regla por muy astuto que suene. Porque rompiste mis reglas y te saltaste mis excepciones.

Llegaste para quedarte pero te fuiste antes de llegar.

Y yo caí.

En tu juego. En tu abanico de opciones. En tu mundo de posibilidades.

Y no sé si quiero salir de ahí porque hacerlo sería perderte.

Porque valorarme sería alejarme. Y ese es mi error.

Quedarme donde no debo y escribir "eras" en vez de " eres".

—Blanca Párraga

Todo aquello que nunca dije, lo escribíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora