Llegaste a mi vida cuando menos lo esperé. No te miento, en ese momento me sentía desdichada, mi alma lloraba y buscaba consuelo en los brazos de la muerte; un deseo bastante apresurado para un muchachito de esa edad, pero ¿Qué otra cosa podía anhelar? Cuando mi vida significaba un previo para mi madre. Nunca volvería a recuperar mi sonrisa, jamás me palpitaría el corazón con esa emoción de desear ver lo que me deparaba el futuro. Nadie me devolvería la felicidad.
Pero sucedió una de esas cosas extrañas, donde dos desconocidos se cruzan en el momento y lugar indicado.
¿Quién lo diría verdad? Estabas cubierto por gotas de agua y tu ropa mojada tal y como lo estás ahora. Tan solo unos segundos, con tan solo un breve tiempo de tu compañía, lograste que mi pecho suspirara con emoción. Me salvaste, sin darte cuenta, en realidad fuiste tú quien me salvó de tomar una decisión que ahora me tendría a metros bajo tierra. Sin esa promesa de que algún día sería tu esposo, yo habría interrumpido mi vida.
No sé qué pase mañana, ni lo que ahora el futuro nos depare, pero si soy consciente de una cosa, y es que no quiero que me sueltes. Tus labios son mi sabor favorito, tus manos; mi sensación más placentera y tu voz; mi canción agonizante.
- Jimin... mi pequeña florecilla -susurraba, enterrando su nariz en mi cuello-. Ese aroma... ese dulce aroma que tienes desde aquel día en que te conocí. Nunca creí que me volvería adicto a esto, pero lo has logrado. Precioso mío, he caído contra mis palabras.
Botón a botón, fue dejando paso a una piel suave, donde el pasaba sus dedos con el temor de que ante sus ojos yo desapareciera. Mi cuerpo reaccionaba al contacto de su calidez, no podía evitar soltar suspiros cada vez que acariciaba mi vientre.
Sin soltarme, me recostó en la cama, bajando en besos desde mi clavícula hasta mi ombligo.
- ¡Ah! -solté desde mi garganta. Jungkook tomaba mis caderas y jugaba con su lengua en mi vientre, repartía besos atesorando mi delicada piel.
Continuó desabrochando el cinturón y pantalón, hasta sólo dejarme en bragas.
- Santa Mierda -gruñó al levantarse y ver mi cuerpo semidesnudo, tenía la camisa abierta con mi pecho desnudo y mis esbeltas piernas semiabiertas. Lo vi pasar saliva, bajando su mano a tocar sobre el bulto que se formaba dentro de su pantalón. Respiraba profundo para no perder el control, decía no ser tierno y eso lo comprobé en mi primera vez. Pues aunque se controlaba, su lado salvaje salía a desbordar.
Frente a mí, se quitó la camisa que él también tenía puesta, su torso aún tenía gotas de agua, debería estar sintiendo frío, pues lo veía temblar.
Inconscientemente mordí mis labios, ya no era necesario decir todo lo que su cuerpo de Dios griego me provocaba, siguió con su pantalón, quedando solo en ropa interior. Creí que se lo quitaría, pero antes de hacerlo, enterró su boca una vez más en mi vientre. No paraba de besar y lamer ese espacio, para después sujetar con sus dientes el elástico de mis bragas e ir jalando, levanté un poco las caderas, permitiendo que la prenda se deslice de forma más fácil. Así, hasta que salió de mis piernas.
- No... no me mires tanto -dije cubriendo mi miembro con ambas manos-. Sé que ya me has visto desnudo, pero el pudor es inevitable.
Sin embargo, Jungkook se recostó sobre mí, acariciando con gentileza mi mejilla. Su mirada me decía que todo estaba bien con él, que no había motivos para avergonzarme.
Me quitó la última prenda, que tenía, la camisa, ahora estaba a su completo deleite visual. Sus pupilas dilatadas y sus labios semiabiertos con hambre de probarme.
- Ah... -solté un gemido, apretando los ojos, sintiendo los besos de él sobre mi miembro. Apreté las sábanas bajo mis dedos, moviéndome ante cada estímulo que él le daba a mi lugar más sensible.
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𝙽𝚄𝙽𝙲𝙰 𝙵𝚄𝙸 𝚃𝚄𝚈𝙾 ━━━ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽
Random•∘˚˙∘•˚˙∘•ꕥ 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐅𝐔𝐈 𝐓𝐔𝐘𝐎 ꕥ•∘˙˚•∘˙˚•∘ Park Jimin un joven que es obligado por su familia a contraer matrimonio con un hombre mayor que el. Pero que pasará cuando todos se enteren que en realidad Jimin no está casado con Jeon Minho, si...