🪻┆Él no me manipula

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Entre todo el trabajo y el poco tiempo que podía ver a Jimin, me debatí en darle parte de su espacio. Ser impulsivo e invasivo no era la forma correcta para conseguir algo de esa flor que ahora estaba agonizando.

Mi madre decía que la paciencia era la mejor cura, y que apresurarse solo traía resultados que no duraban.

Por lo tanto debía buscar algo que el atesorara, algo que con lo que Jimin recordara de ese amor que una vez me tuvo.

- Mi pequeña florecilla -murmuré ¿Qué ofrecerle a quien no necesitaba de nadie para brillar? Ni siquiera la joya más cara opacaría su apariencia, porque el brillaba más que cualquier diamante, incluso más que las estrellas.

Entonces, lo recordé ¿Por qué buscar algo en las tiendas cuando la naturaleza tenía mi respuesta?

Saqué mi celular, marcando de inmediato a quien podría ayudarme. Tras obtener su respuesta de confirmación. saqué una hoja de mi libreta, esperando a escribir algo que ya mi cabeza tenía pensado con solo recordar su mirada.

" Tal vez no tengas pétalos, pero entre todas las flores de este ramo, tú eres la más hermosa"

Había encargado un ramo especial, no de cualquier flor, sino de esos que una vez coloqué en la cabeza de Jimin. Aquellos que su solo recuerdo evocaba a un tiempo donde nació una promesa.

Le encargué a mi secretaria, que al llegar el pedido, dejara la nota junto al ramo en el escritorio de Jimin. Estaba algo nervioso por el resultado, no tenía idea de cuál sería su reacción.

...

Pasaron treinta minutos después de que había regresado con el trabajo pendiente. Tiempo en el que supuse que Jimin había recibido mi obsequio.

Entonces, y sólo para salir de mi curiosidad, salí a comprobar si ya el encargo estaba hecho. Preguntando a la secretaria, averigüe si todo había salido como lo esperaba.

- ¿Hiciste lo que te encargué? -le pregunté.

- Eh... sí, pero... -no le veía muy convencido-. Señor, yo creo que mejor hubiera salido usted a ver el "ramo" -dijo haciendo comillas con sus dedos.

- ¿Por qué? ¿Acaso pasó algo?

- El hombre que la trajo dijo que no estaban de temporada y que sólo tenía una en su florería.

- No me digas que...

- Bueno señor, usted me dijo que lo dejara en la oficina del señor.

- ¡Maldición! -dejando a la secretaría con la palabra en la boca, fui corriendo al ascensor, pero cuando las puertas se abrieron, apareció Jimin sosteniendo la única flor en sus manos junto a la nota que yo escribí.

- ¿Ramo? -preguntó levantando una ceja acompañado de una media sonrisa a punto de estallar en carcajadas.

- No sabía que no estaba de temporada -contesté.

- Ay Jungkook -negó con la cabeza, metiendo una hoja al bolsillo de mi camisa, mientras desaparecía de mi vista.

- ¿Señor? -me preguntó la secretaria apareciendo detrás de mí- ¿Desea que llame a la florería a hacerle el reclamo?

Sacando el papel que Jimin me dejó, lo leí en silencio.

- No, ya déjalo -dije soltando una sonrisa. Era increíble, solo tres palabras me devolvían la tranquilidad.

" Gracias, señor dictador"

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(Pov Jimin)

Una sola flor, no creía que fuera recordarla, es exactamente igual a la que guardo en el cajón de mi mesa de noche.

𝙽𝚄𝙽𝙲𝙰 𝙵𝚄𝙸 𝚃𝚄𝚈𝙾 ━━━ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora