Teenage parents | Yoonmin

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— Uhhh — hizo una mueca de incomodidad.

— ¿Estás bien, hijo? — dijo preocupado el padre omega.

— Si papá, todo bien, no te preocupes, es solo que Binie comenzó a patear muy fuerte en estos días y no deja de hacerlo — soltó un largo suspiro — Va a ser algo inquieto...

La doctora les había explicado qué a partir del quinto mes el bebé empezaría a patear, lo había sentido moverse pero cuando empezó a patear fue algo emocionante tanto para él como para
Yoongi.

Cuando el alfa le acariciaba el vientre su cachorro se calmaba, pero cuando no estaba o escuchaba su voz era algo inquietante realmente. Al parecer iba a ser apegado al azabache.

— Este niño si que va a tener mucha energía — soltó una risa el orgulloso abuelo.

— Me dan ganas de ir al baño a cada rato.

Continuó quejándose con el comprensivo padre, mientras pasaban una tarde juntos, acomodando su casa, pensando en los cambios, platicando del futuro y llenándose de ilusiones con la llegada del pequeño cachorro.

Días antes después de una tarde de helados decidieron que se llamaría Min Soobin, el alfa había visto el nombre en un anuncio donde promocionan un perfume y les encantó.
Yoongi le propuso que fueran a vivir juntos cuando cumplieran el séptimo mes de embarazo, aunque el joven omega estaba en duda, no quería dejar a sus padres, Jin como el padre amoroso que es le dijo que todo estaría bien, ese siempre será su hogar pero el pequeño Soobin va a necesitar de sus padres y crear ese hermoso lazo que los acompañaría por el resto de sus vidas, fue como el omega decidió que lo correcto es vivir con el alfa.

Por otro lado su padre alfa se negó en un principio, al cabo de unos días se resignó, le dió un gran beso en la frente y aceptó que su cachorro ya lo había decidido, después de una gran charla acerca lo difícil que es formar una manada, solo se aseguró que Yoongi fuera el mejor para su hijo y nieto, eso era algo que ya estaba claro, Yoongi era todo lo que un alfa
debía ser.

Se levantó del sofá y caminó descalzo hasta la cocina, llegaron recuerdos a su mente, cuando era pequeño y papá Nam lo regañaba por andar descalzo abogando que se enfermaria y después de ello era el que nunca se separaba hasta que el cachorro se compusiera de esos resfriados, pensaba el tipo de padre que quería ser.

— Hijo, saldré.

— ¿Así? ¿y se puede saber a dónde? ¿y con quién? — alzó sus cejas de arriba hacía abajo, no se le quitaban los celos que sentía hacía su padre alfa.

— Iré a comprar algunas cosas, volveré con tu padre a casa.

— Tráeme algo rico — le dijo con un puchero, siempre supo que es el consentido de sus ojos.

— No aseguro nada, ponte unas pantuflas, tenis, o lo que sea ¿sí? No quiero que andes descalzo por toda la casa.

El omega rodó los ojos y asintió, mientras veía salir a su apuesto padre, los extrañaría demasiado.

— Nos vemos luego.

— ¡Me traes algo rico! — dió un grito en lo que escuchaba como se cerraba la puerta.

Así que Jimin tenía la casa para él sólo, no sabía que hacer ya que últimamente las cosas se ponían aburridas, estar todo el tiempo con el móvil ya no era divertido, siempre lo mismo, además Yoongi estaba en exámenes entonces no podía ir a verlo por tanto tiempo.
Lo bueno es que terminaba sus trabajos por internet, así que las cosas eran más fáciles, aunque a veces le ayudaba a Taehyung con las respuestas, ese alfa nunca lo abandonaba, estaba pendiente como siempre.

— Bueno solo seremos tu y yo Soobin, ¿qué quieres hacer?

Recibió una patadita en forma de respuesta, aunque no sabía lo que quería hacer su cachorro pero le alegraba recibir pataditas en forma de respuesta.

— Bien, buscaremos que hacer mientras papá llega.

— Le gusta pintar, su color favorito es el azul, le gusta el pollo frito y los mochis, aunque él parezca uno.

— ¿Qué?

— Me acabas de preguntar, qué cosas le gustan a Jimin, aún no puedo creer que no se conozcan del todo bien, ¿cómo le harán cuando se vayan a vivir juntos?

Felix tenía ahora una gran conexión con Jimin, había quedado con su amigo el alfa azabache para ayudarle a saber que cosas le gustaban al omega rubio.

— No lo sé la verdad pero por ahora estamos enfocados en lo de Soobin, además queda poco para tener al cachorro en nuestro brazos y se que no va a ser tan fácil por eso te pregunto.

— ¿Soobin? ¿así se va a llamar el cachorro? vaya nombre, no lo esperaba — constestó el beta sonriente.

— ¿Algún problema con el nombre? — preguntó con un tono algo serio el alfa.

— No, no, no, para nada, solo que me acordé del anuncio de un perfume — soltó una risa, su amigo era único. — Mierda, esa mosca me molesta desde hace un rato y ya me tiene harto ¿Por qué no se va a molestar a otro lado? — dijo Felix enojado, mientras trataba de espantarla con sus manos — Creo que me odia.

— Eso dile a Taehyung, es peor que esa mosca, parece un chicle pegado a Jimin, siempre quiere tocar su vientre, a veces puedo oler su ropa impregnada con su aroma.

— Déjalo, si te pones a pensar habrá un nuevo integrante en esta mini manada.

Yoongi rodó los ojos y miró a Felix, su amigo casi siempre tenía la razón y era imposible contradecirlo.

— Cuida a Jimin, se ve que es una gran persona, aunque tenga sus cambios de humor, ellos te necesitan más que nada y también necesitaran mucha ayuda.

— Lo sé... ellos son importantes para mí y no les quiero fallar. Se qué hice mal con Hoseok pero creo que fue la mejor decisión haberlo dejado.

El beta soltó una risa y le dió un golpe en la cabeza a Yoongi, tratando que el alfa pensara en otras cosas, bromear ayudaría.

Yoongi hizo una mueca exagerada de dolor a modo de broma y siguió tomando su bebida, desde que Jimin ya no iba a la escuela pasaba más tiempo con Felix. Ya que no le gustaba estar tan solo como anteriormente, se había acostumbrado tanto a la presencia de Jimin, que le hacía falta y estar con el novio de Jungkook algunas veces era un tanto molesto, ya que este solo se la pasaba haciéndole bromas.

— ¿Y Jungkook y Taehyung? — preguntó el alfa.

— Esos dos — maldijo mentalmente. — Esos dos, no sé dónde se metieron, se me perdió un omega y un alfa — dijo de forma graciosa. — Te veo luego idiota, tengo qué buscar a mis compañeros de exposición.

— Dale, te veo luego, suerte buscándolos.

Comenzó a reírse mientras veía como se perdía de vista el beta por los pasillos.
Miró su teléfono y sonrió al ver la pequeña ecografía que tenía de Soobin, ya quería tener a su cachorro en brazos.

Así transcurrían los días, entre la espera, amigos, escuela y su nueva familia...