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El ambiente permaneció tenso mientras Lucifer reflexionaba sobre cómo llevar a cabo las tareas sin tener que interactuar demasiado con el pecador que tenía al lado. No deseaba ni siquiera cruzar miradas con él; era simplemente desagradable.
─Por Charlie, por Charlie─ murmuro para el mismo mientras se daba ánimos para comenzar a trabajar.
─Bien, Alas-─ su vista se dirigió hacia el mencionado, pero Lucifer nunca esperó que el pecador estuviera tan cerca, inclinándose de manera exagerada para resaltar aún más su baja estatura.
─ ¿Si? ─ Pregunto con su característica sonrisa pero con un ceño fruncido visible desde que Charlie salió de aquella habitación. Lucifer actuó rápido, poniendo su mano en toda la cara del pelirrojo alejandolo de manera brusca.
─No te me acerques así, idiota─ expresó, mostrando claramente su molestia mientras limpiaba su mano con asco en su traje blanco.
Alastor apretó su sonrisa, claramente disgustado por el contacto, y simplemente se alejó, enderezando su postura mientras observaba al más pequeño.
─Solo acabemos con esto ─ dijo, girando los ojos y tomando su bastón con firmeza antes de dirigirse al primer lugar que Charlie les había asignado: el comedor. Dada la amplitud del lugar, el soberano podría evitar mejor al demonio que le sacaba de quicio con solo su presencia.
El comedor era un desastre; basura de la semana pasada esparcida por todas partes y varios utensilios sucios en una mesa improvisada que habían estado usando los últimos días, ya que las demás aún no se habían armado. Lucifer se apretó las sienes mientras intentaba pensar por dónde empezar, aunque el más alto ya se había adelantado.
─ ¿Sería tan amable de sacar eso, su Alteza?─ dijo el pelirrojo, dando la espalda mientras usaba uno de sus tentáculos para lanzar unas bolsas negras llenas de basura que anteriormente adornaban el suelo del comedor. Las bolsas cayeron sobre el soberano sin previo aviso.
─Mierda ─ solto Lucifer, apartando las bolsas de encima. El olor de la basura era intolerante, obligandolo a tapar su nariz. ─Que asco ─ fruncido el ceño hacia Alastor, soltando un notable gruñido mientras se levantaba del suelo y sacudía su traje, ahora manchado.
Mientras tanto, Alastor se encontraba quitando cada uno de los vasos y platos que había en la cocina, tarareando con una sonrisa que no mostraba sus dientes. "No se porque me molesto en hacer esto", pensó. Charlie había insistido que niffty no se encargará del comedor claramente sucio, al principio Alastor no entendió la razón, pero ahora se daba cuenta del porque.
