Capitulo 3: algo malo o algo bueno

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Tomo apuntes de manera errática en mi clase de programación, tratando de mantener la concentración mientras mi mente divaga hacia la cámara que dejé grabando desde el domingo. Todo el domingo y la mitad de la semana he dejado grabando la cámara, ansiosa por poder mirarlo todo el tiempo. He decidido no mencionarle nada a las demás SS; sería demasiado escandaloso y, la verdad, quiero disfrutarlo un tiempo para mí sola.

He intentado adelantar todo lo posible en trabajos de la universidad para no tener ninguna distracción. Aunque venir a la universidad empieza a ser una tortura sabiendo que podría estar viendo a Taehyung por la cámara. En cuanto suena la campana, salgo disparada hacia la salida, pero sorpresivamente me encuentro con mi profesor de coreano en la puerta.

—Oh, _____, qué sorpresa encontrarte aquí —dice el profesor.

—Profesor? ¿Qué hace aquí?

—Venía a buscar a alguien, pero parece que me equivoqué de lugar —dice rascándose la nuca—. De cualquier forma, te veo en un rato en la clase.

Me quedo petrificada unos segundos. No recordaba mi clase y, la verdad, no quiero asistir ahora que tengo cosas más interesantes que hacer.

—Lo siento, profesor, hoy no asistiré —digo haciendo una reverencia.

—¿Qué pasa? Tú nunca faltas.

—Bueno... Yo... — Me rasco la cabeza, pensando en algo que decir, pero mi capacidad para mentir parece disminuir cada día.

—Definitivamente no sabes mentir —se ríe un poco.

—Me quedé de ver con alguien.

Bueno, en parte podría ser cierto, pero solo con el pequeño detalle de que esa persona no sabe que lo voy a ver.

—¿Arriesgas tu futuro por un chico?

—¿Cómo sabe que es un chico?

—Por cómo actúas y porque eres una chica.

—¿Está asumiendo mi orientación sexual? —arqueo la ceja de forma juguetona.

—Eh... —se queda callado, sin decir nada. Sabe que lo que sea que diga, podré ponérselo en contra. 

Me río un poco de él. —Ya me voy —digo dedicándole una sonrisa y saliendo sin permitirle detenerme. A veces es realmente aburrido que los coreanos se tomen todo en serio. Debería conseguir alguna amiga extranjera que entienda cuando estoy siendo sarcástica o cuando solo estoy jugando.

La tarde caía sobre la ciudad, y al llegar a mi habitación, me dediqué a ordenar un poco antes de dejarme caer en mi cama con la computadora y mi pequeña libreta. Puse en marcha la grabación y me dispuse a esperar a que Taehyung apareciera en algún momento. 

Pasó cerca de una hora hasta que finalmente lo vi. Parecía estar haciendo ejercicio en alguna otra parte de su departamento, visiblemente agitado. Tomé mi libreta y anoté: "Parece que no usa el gimnasio del lugar".

Después de un rato, lo vi dirigirse hacia el baño. La imagen que tenía frente a mí en esos momentos podría mandarme directo a los últimos niveles del infierno, estaba segura de ello. No pude evitarlo; cuando lo vi secarse el cabello, tomé algunas fotos. Después, desapareció unos minutos de las cámaras para luego reaparecer con algo de comida y sentarse a ver la televisión. Me levanté, coloqué la computadora en el escritorio y también preparé algo rápido para comer. Me senté a la mesa mientras lo observaba y me quede de esta forma hasta que cerro las cortinas y se apagaron las luces de su habitación. 

Sabía que estaba mal, pero en esos momentos me sentía increíblemente feliz. Aunque me resistiera a admitirlo, me sentía más cerca de él, como si compartiéramos el momento a pesar de estar a varios kilómetros de distancia.

Secretos de una SasaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora