Capitulo 5: La llave

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Me levanté temprano con el único propósito de dirigirme al trabajo. Ni siquiera pensé en asistir a la escuela; mis calificaciones no son precisamente bajas, así que no me preocupaba demasiado. El señor Choi me envió el contrato por correo electrónico y yo lo devolví firmado de la misma manera. Sin demora, me pidió que pasara por mi uniforme, acompañado de un obsequio: una mascarilla de la empresa. 

Después, se encerró en su cubículo y fue uno de los guardias quien me guió por un recorrido detallado para familiarizarme con las cámaras de seguridad. Además, me proporcionaron un juego de herramientas para posibles reparaciones. Algunas cámaras estaban instaladas en puntos demasiado elevados, especialmente las exteriores, lo que requería tener a mano escaleras o una grúa hidráulica individual.

Para culminar el recorrido, reservaron lo mejor para el final: el edificio de Taehyung. Todo parecía bastante normal, aunque no lograba identificar en qué piso se encontraba exactamente. "Debería averiguarlo a través de las cámaras", pensé para mí misma, justo cuando el sonido de mi nueva radio interrumpió mis pensamientos.

―Choi, ¿dónde estás? ―pregunté con determinación al micrófono.

―Justo estoy terminando el recorrido; estamos en el edificio del costado, creo que es el quinto ―respondí.

―Excelente. Justo la cámara del tercer piso está teniendo problemas, necesito que la arregles ―ordenó.

―Sí, claro ―respondí, sintiendo un ligero nerviosismo. Durante la noche, había visto algunos videos sobre los problemas comunes de las cámaras de seguridad, pero no esperaba tener que ponerme a trabajar tan pronto.

El guardia que me acompañaba se despidió para seguir con su trabajo, dejándome sola en el piso donde debía reparar la cámara. Observé al personal de limpieza trabajar en el pasillo, prácticamente ignorándome mientras murmuraban sobre los inquilinos del edificio.

―¿Escuchaste que Taehyung está saliendo con Jenni? ―preguntó una de ellos.

―Sí, pero yo no lo he visto con nadie, al menos no de su departamento ―respondió la otra.

―Tienes razón, es de los más silenciosos, no como el apartamento 3... ¿Recuerdas cómo se llama la chica de ahí? ―continuó la conversación.

―Sí, creo que es de la señorita Momo de Twice ―confirmó la segunda.

―Si no arriesgara mi trabajo, ocuparía nuestra llave maestra para entrar a ver qué tanto hacen ―dijo el primero, sacando una tarjeta de acceso.

En ese momento, una de ellas pareció percatarse de mi presencia y le dio un codazo a la otra, saliendo prácticamente corriendo de ahí. Las escuché irse y decidí tomar un descanso de la cámara, ya que no podía encontrar qué era lo que estaba mal. Cuando caminé unos pasos hacia atrás, pisé algo que me hizo tambalearme un poco. Parecía ser una tarjeta, así que la recogí del piso.La examiné un poco hasta que finalmente mis neuronas hicieron sinapsis y corrí al que creí que era el departamento adecuado. 

Estaba temblando; la cámara aún no estaba arreglada y no había nadie cerca. Era ahora o nunca. Entré rápidamente al departamento, mis piernas temblaban como gelatina. Tan solo entrar, me inundaron las posibilidades de lo que podía hacer. 

Recorrí su estancia y cocina sin mover nada de su lugar. No parecía desordenado. Al entrar al baño, tuve que aguantarme las ganas de gritar al pensar en Taehyung tomando una ducha. Consideré fuertemente robarme su cepillo de dientes, pero hasta yo tengo límites. Sin embargo, lo que no pude evitar fue tomar un poco de su colonia. Realmente quería saber a qué olía él, así que terminé poniéndomela.

Recorrí todo el departamento, memorizando cada dato, cada foto, cada cuadro. Estando en su habitación, acaricié levemente las sábanas con las puntas de mis dedos. Cuando creí que ya era suficiente y consideré la ilegalidad de mis actos, salí rápidamente, cuidando que nadie me viera. Volví a la cámara y después de conectar y desconectar la mayoría de los cables, buscando un milagro e intentando calmar mi corazón por toda la adrenalina, finalmente logré arreglarla. Después de un rato, regresaron las chicas de servicio con miradas de preocupación. Me preparé para interceptarlas.

―¿Hola... están bien? ―pregunté, fingiendo preocupación.

―¿Eh? Sí, sí, solo estamos buscando algo ―respondió una de ellas, mirando a su alrededor.

―Oh, cierto, encontré esto en el piso, pensaba ir a dejarlo a seguridad ―dije, enseñando la tarjeta de acceso. Ambas chicas sonrieron ampliamente y la tomaron rápidamente, no dejaron de agradecerme. 

―¿No la utilizaste, verdad? ―preguntó una de ellas.

―No, no suelo utilizar las tarjetas de crédito de otras personas ―dije, intentando sonar lo más inocente posible.

―No es una tarjeta de crédito, es una llave ―explicó la otra, riendo.

―Ya veo, no estoy muy familiarizada con las llaves electrónicas. Pensé que era otro tipo de tarjeta. En cualquier caso, solo la recogí ―dije con una sonrisa cálida. Ellas parecieron creerlo y se fueron, no sin antes agradecerme nuevamente por recogerla. Finalmente logré arreglar la cámara y tomé el elevador, pero justo cuando estaba a punto de bajar, choqué contra alguien y terminé cayendo al suelo. 

Como si fuera cámara lenta, pude notar cómo esta persona con una mano detenía las puertas del elevador para que no se cerraran y con la otra me ofrecía ayuda. Recorrí el cuerpo de este hombre con la mirada y, al llegar a su rostro, mi sangre se heló, era Taehyung con quien me había topado.

A duras penas acepté su ayuda. Planeaba salir corriendo, pero mis piernas no respondían. No fue hasta que escuché su voz encantadora que reaccioné. Respondí rápidamente con un "sí, señor" y luego salí del elevador, caminando lo más rápido que pude hacia la oficina de Choi. Él me explicó que todo ya funcionaba y habló un poco más, pero yo solo quería salir corriendo. 

Aunque era improbable, mi corazón pensaba que Taehyung sabría que estuve en su departamento, por lo que tenía unas ganas inmensas de salir huyendo. Me despedí rápidamente y guardé mis cosas de trabajo en una bola desordenada de ropa y herramientas, sintiendo que estaba a un paso de un paro cardíaco por la rapidez de mi corazón.

Tomé un taxi y me fui a mi departamento, donde finalmente me sentí segura. Mientras miraba las cámaras para ver a Taehyung y asegurarme de que no sospechara nada, al verlo comer tan tranquilo como siempre, me tranquilicé un poco y empecé a respirar con más normalidad.

Me senté en mi cama y miré mi mano que él tomó para ayudarme. Una sonrisa tímida se forma en mis labios. Su piel era suave, en un punto entre mis fantasías y aún con el olor de su colonia, terminé quedándome dormida.

Continuará...

Secretos de una SasaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora