Secretos de una Sasaeng

Capitulo 2: Vigilancia

La noche fue un torbellino de ansiedad y excitación apenas contenida. Solo logré dormir unas míseras dos horas; el resto del tiempo lo pasé absorta en la pantalla de mi computadora, vigilando cada rincón capturado por las cámaras. Intentaba desesperadamente descifrar las ubicaciones de cada una, pero las cámaras dentro de las torres de departamentos tenían un sistema de vigilancia separado. Aun así, las imágenes de los exteriores y las zonas comunitarias eran más que suficientes. Sabía que en cualquier momento podría verlo salir o entrar.

Solo me levanté brevemente para preparar un ramen y volver a mi puesto de vigilancia. Finalmente, por la cámara de la entrada, vislumbré el auto de Taehyung salir. Casi me ahogué de emoción en ese momento.

Revisé las grabaciones de los minutos anteriores, esperando encontrar alguna pista sobre dónde había estado estacionado su automóvil. Sin embargo, las demás cámaras estaban orientadas hacia zonas peatonales, y moverlas era un riesgo que no estaba dispuesta a correr.

Los guardias podrían notar cualquier cambio, y eso despertaría sospechas. Tendría que esperar unos días más para poder manipularlas a mi antojo, una vez que tuviera grabaciones de días normales para superponerlas y ocultar mis manipulaciones.

Entre bocado y bocado de ramen, fantaseaba con el día en que finalmente podría controlar las cámaras a mi voluntad. Incluso podría desactivarlas sin levantar sospechas. La idea de poder entrar y verlo sin ser detectada me llenaba de euforia. Me apreté las mejillas con felicidad, imaginando el lucro que podría obtener con una foto suya dormido. Sacudí mis piernas como una niña emocionada. ¡Sería una visión tan encantadora!

*Narración de Taehyung*

Termino mi café de un trago antes de salir de mi departamento. Hoy, una vez más, me quedé dormido. Los últimos días han sido un torbellino de trabajo, especialmente con reuniones con empresas que quieren mi colaboración como modelo o embajador.

Sin embargo, muchas de estas ofertas se retiran al conocer el precio de mi colaboración. Es una lástima, pero este estilo de vida no se va a pagar solo.Cojo mi teléfono y envío un mensaje al grupo diciendo que estoy en camino, pero me topo con una noticia desagradable.

— Voy tarde, tuve que pasar por otro SIM. Esas locas simplemente no dejan de llamar. —, se lee en el mensaje mandado por Suga-

Mi cuerpo se tensa ante la noticia y aprieto el volante. Durante un tiempo fue tolerable, pero conforme hemos crecido como artistas, también ha crecido el número de locas. Lamentablemente, la justicia no puede hacer mucho en estos casos. Por alguna razón, muchos creen que deben tolerarlo porque tenemos dinero o somos famosos, como si eso justificara el acoso o les diera un permiso especial sobre nosotros.

Antes de salir del carro, me aseguro de ponerme mi gorra y un cubrebocas. Sé que no ocultarán mi identidad, pero no estoy dispuesto a regalarles fotos a esas SS para que las vendan a otras personas.

Entro a la agencia sin mayores problemas, me reúno con los chicos y debatimos sobre algunos asuntos del grupo junto con la empresa. Hablamos sobre las fechas del próximo comeback. Al final, la empresa nos sugiere tomar unas vacaciones o trabajar en proyectos en solitario, ya que quieren que nuestro regreso sea planeado de una manera más significativa, especialmente para que coincida con el lanzamiento de la nueva línea de productos de Army.

Me quedo un rato más charlando con los chicos, aunque Suga se ve visiblemente molesto. Es realmente tedioso tener que cambiar de número o de teléfono tan seguido porque de alguna forma los fans siempre lo consiguen y no paran de llamar. Luego, asisto a la sesión con el psicólogo, que se lleva a cabo en la empresa para evitar las miradas indiscretas. Hablo sobre mis frustraciones y sigo la misma técnica de siempre: no indagar demasiado. Tal vez no sea el mejor consejo, pero simplemente no puedo hacer otra cosa más que ignorar la existencia de ese tipo de personas.

*Fin de la narración de Taehyung.*

Había estado perdiendo el tiempo y adelantando algunas tareas de la universidad hasta que, de reojo, vi nuevamente llegar el carro de Taehyung. Tiré mis libretas y demás a un lado para poder centrarme completamente en el carro. Cuando finalmente lo perdí de vista, me di cuenta de que no era tan tarde, apenas cerca de las 7:00 pm. Me pregunté si Taehyung ya habría cenado. Los coreanos acostumbran a cenar temprano, ¿o tal vez estaba a dieta de nuevo? Necesitaba verlo. ¿De qué me servía este acceso si no podía verlo? Tenía que arriesgarme.Decidí hacer un bucle con los últimos minutos de cada cámara.

—Solo necesito hacerlo rápido y nadie se dará cuenta—, me dije a mí misma mientras colocaba un cronómetro que durará 5 minutos, el tiempo estimado que debería tardar con cada cámara e ir restableciéndolas a la normalidad para no levantar sospechas.

La mayoría de las cámaras tenían poca movilidad. Estaba a punto de rendirme hasta que me posicioné en una cámara que apuntaba hacia un corredor entre dos torres de departamentos. Esta estaba colocada en un costado de una de las torres, lo que me permitía girarla para ver la otra torre. La moví rápidamente, apuntando hacia cada uno de los departamentos, hasta que justo en el límite de la visión de la cámara, vi movimiento. Incluso si no era Taehyung, podría ser algún otro artista cuyas fotos o información podría vender en internet. Pero el destino parecía estar de mi lado, ya que por el ventanal del balcón pude ver pasar a Taehyung. Mi corazón dio un vuelco de alegría. Pude verlo sentado en la orilla de su cama con un plato de comida, mirando la televisión. Me acerqué más, como si quisiera meterme dentro de la pantalla de mi ordenador.

—No puedo creerlo, ¡eres tú! —, dije dando pequeños golpes con los pies de emoción.Tal vez debería registrar todo para que no se me olvidara. Saqué una libreta pequeña de mi estantería y hice una anotación: "Taehyung parece cenar tarde".

Estaba disfrutando de la vista, pero el cronómetro sonó y, de mala gana, coloqué la cámara en su posición original y quité la grabación. Mañana me dedicaría a hacer grabaciones de esta cámara para que por fin pudiera verlo cada vez que quisiera.

Continuará...