Secretos de una Sasaeng

Capitulo 6: El encuentro

Estoy recostada en mi cama, degustando algunos snacks mientras observo a Taehyung a través de las cámaras. Durante la semana pasada, mi atención se ha dispersado debido a las tareas de limpieza y reparación de las cámaras en otros edificios. Aunque no he estado muy presente en la escuela, mantengo mi promedio suficiente para conservar mi beca, y los profesores parecen no preocuparse mientras entregue los trabajos y me presente a los exámenes. 

Sin embargo, lo que más me preocupa es el evidente estado de ánimo de Taehyung. Lo veo cada día más deprimido, limitándose a su rutina de trabajo, comida, televisión y sueño, con algo de ejercicio los fines de semana en su departamento. Mientras lo observo por las cámaras, mi mente divaga en formas de animarlo, imaginando llegar sorpresivamente a su puerta y verlo tan emocionado al recibirme que momentáneamente olvide su tristeza. Una sonrisa se dibuja en mis labios ante la imagen mental.

El sonido de una notificación interrumpe mis pensamientos, y me dirijo hacia mi computadora para encontrarme con un mensaje directo en Twitter de una chica desconocida ofreciéndome información. 

"Hola, soy Nix. ¿Te gustaría comprar información sobre artistas?", reza el mensaje. Tras dudarlo un instante, decido investigar su cuenta, que parece auténtica pero levanta algunas sospechas.Después de un breve análisis, decido responder: "¿Tienes algo sobre BTS?". La respuesta llega rápidamente: "No, me enfoco más en actores. Actualmente, Cha Eun-woo es muy solicitado. Además, no estoy tan loca como para seguir a BTS. No quiero morir joven, jajaja". Una leve risa escapa de mis labios, y decido continuar la conversación: "¿Eres nueva en esto, verdad?". Su respuesta confirma mis sospechas: "Chale ¿Se nota tanto?". Estoy a punto de responder cuando algo me llama la atención y releo su mensaje."Chale". Definitivamente, es alguien de América Latina. Si es latina, es probable que no tenga información confiable. Arrugo ligeramente el ceño ante la revelación, pero al final decido enviarle otro mensaje: "Te recomiendo no ofrecer información de esa manera. Podrías meterte en problemas. En el #woo1324 puedes encontrar algunas clientas". Su respuesta llega en forma de un corazón, y cierro la ventana de mensajes con un suspiro, preguntándome quién será esta misteriosa Nix y qué información puede ofrecer realmente.

Entre las SS, nuestras interacciones se limitan principalmente a transacciones comerciales. Rara vez compartimos información personal, conscientes del peligro que representa que algún fanático indiscreto intenta exponernos y arruinar nuestro negocio. Fuera de este círculo cerrado, mi contacto con otras personas es mínimo. La cultura coreana tiende a ser más reservada y las personas suelen tener intereses diferentes, por lo que desistí de hacer amigos aquí, y mucho menos buscar pareja. En este mundo, la cautela es esencial, y mantener las distancias parece ser la mejor estrategia para protegerme.

Repasé algunas cosas más en mis redes sociales, pero nada de particular interés captó mi atención. Sin embargo, me vi obligada a cerrar algunas cuentas y crear nuevas en varias plataformas, ya que comenzaban a volverse más notorias. Después de un día un tanto monótono, terminé de revisar las cámaras justo cuando Taehyung apagó sus luces, señalando así el final de su día. Yo también decidí retirarme a descansar, sintiéndome bastante improductiva, un sentimiento que persistió durante toda la noche.Por la mañana, mi teléfono sonó y vi que era el señor Choi.

—Buenos días, señorita _______. La necesitamos en el trabajo para hacer mantenimiento a las cámaras. Por favor, preséntese cuanto antes —dijo, antes de que pudiera siquiera responder, cortando la llamada abruptamente.

Debido al sueño, mis pensamientos se mezclaron y pareció que escuché algo como: "Buenos días, Cenicienta _______, la suprimimos en el abajo para darle cabeza a las cabras. Preséntese a cuajar cuero antes". Entrecerré los ojos, confundida. "Bueno, no tenemos cabras", murmuré con un bufido mientras me dirigía al baño.

Decidí que simplemente le preguntaría al señor Choi qué necesitaba cuando llegara al trabajo. Me apresuré a ducharme rápidamente y me marché hacia el trabajo.

Terminó siendo un día completamente agotador, especialmente porque tenía que realizar mantenimiento en la mayoría de las cámaras, tanto las externas como las internas. Esto implicaba estar entrando y saliendo constantemente de los edificios, subiendo y bajando escaleras, lo cual se volvía aún más difícil con el uniforme, el cubrebocas y las herramientas.Cuando me encontraba en el edificio de Taehyung, como si el destino quisiera desafiarme, escuché el sonido del elevador. Al girarme, lo vi salir. Mis latidos retumbaban en mis oídos. ¿Debería saludarlo? ¿Era eso lo normal aquí? Mis nervios se apoderaron de mí, llegando al punto en que incluso olvidé cómo hablar coreano. Me pasé tanto tiempo pensando en qué hacer que él simplemente pasó de largo y salió del edificio hacia un auto que ya lo esperaba.

Finalmente pude respirar con normalidad. Terminé de limpiar las cámaras restantes del edificio, prácticamente destrozada por el esfuerzo. Al salir del edificio, me di cuenta de que aún faltaba limpiar la cámara que utilizaba para ver a Taehyung en su departamento. Estaba colocada demasiado alta para que yo pudiera alcanzarla fácilmente, así que, a regañadientes, busque la grúa individual y me preparé para la tarea.

Me subí a la grúa con un poco de temor de que terminara cayéndome, pero me enfoqué en limpiar rápidamente. Al voltear hacia el departamento de Taehyung, vi que el balcón estaba abierto. Sin pensarlo demasiado, mi cuerpo reaccionó por sí solo. La cámara no podía verme debido al ángulo en el que estaba colocada, así que elevé la grúa un poco más. 

Aunque no llegué directamente al balcón, quedé lo suficientemente cerca para que, con mis propias fuerzas, pudiera subir. Aunque relativamente fácil, debido al trabajo, terminé realmente agitada cuando finalmente estuve ahí. Me quité el cubrebocas y la parte superior del overol, dejándola caer y atándola a mi cintura.

Vagué por el departamento con aún más emoción que el primer día, sonriendo ante cada pequeño detalle. Tal vez ahora sí me llevaría algo de recuerdo, pensé mientras volvía a entrar en su habitación y examinaba su ropero, hurgando entre su ropa. Al ver su cama deshecha, no pude evitar tumbarme en ella. Todo se sentía realmente bien, hasta que escuché un sonido de sorpresa provenir de la puerta del dormitorio.

Mi felicidad era tan abrumadora que no me permitió escuchar cuando él regresó a su departamento mucho más rápido de lo que pensaba.

—Taehyung—, dije con sorpresa pero aún con una sonrisa en mi rostro. Él no respondió, solo se quedó en el marco de la puerta. Mi sonrisa se fue desvaneciendo mientras observaba su reacción. Sus manos temblaban ligeramente, su seguridad se desvanecía en sus ojos y me miraba como algo aterrador y, al mismo tiempo, asqueroso.

Después de unos segundos, retrocedió unos pasos lentamente y finalmente salí de mi locura. Tenía que salir de ahí. Al levantarme rápidamente, él casi corrió fuera de su departamento. Actué con rapidez y mientras él huía, prácticamente salté del balcón hacia la grúa, la cual se balanceó un poco por el salto, pero la hice bajar lo más rápido posible. Aunque la grúa era algo pesada, la arrastré mientras prácticamente corría. La guardé en su lugar y mandé un mensaje a Choi diciendo que ya estaba todo listo. No me detuve en ningún momento.

Cuando llegué a mi habitación, me escondí bajo las sábanas como si estas me ofrecieran algún tipo de refugio. Repasé su reacción una y otra vez en mi cabeza, imaginando todo lo que él pudo haber pensado de mí. No pude pensar en nada grato. Esto no era lo que quería. No se suponía que fuera así. Mi desagrado hacia la situación y hacia mí misma era tan grande que terminé corriendo al baño para vomitar. 

No quería que él me mirara de esa forma.

Continuara