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Stiles despierta por un fuerte grito. Se alarma por un momento, preocupado, pero cuando nota el ruido de la ducha corriendo, recuerda su impulso de ayer.

La pimienta en el shampoo.

Ah.

Escucha los pasos furiosos de Derek dirigiéndose hacía la sala de estar, donde sabe que se encuentra, y Stiles vuelve a acostarse en el sofá y se cubre con la manta.

¿Se había llevado una manta la noche anterior?

Ignorando aquel pensamiento, cierra sus ojos con fuerza y comienza a rezar. Aún cuando no recuerda bien una oración completa, lo intenta.

-Stiles.-Casi gruñe su prometido. El castaño está muy tentado a fingir un ronquido, pero se contiene. Sabe que irritara aún más a Derek, quien no es tonto y sabe que se encuentra despierto.

La pesada mano de Hale se posa en la manta y tira un poco de ella, descubriendo parte del rostro de Stiles. El castaño finge abrir poco a poco un ojo, bostezando.

-Hey.-Dice, una sonrisa fingida en su rostro.-¿Sucedió algo?.-Pregunta, cauteloso. Frunce un poco el ceño.

-Mira mis ojos.-Ordena el peli-negro. Los ojos de Stiles se pisan directamente en los ojos del hombre, ignorando su semi-desnudez. Sus ojos se encuentran tan rojos, tan malditamente irritados.

-¿Estuviste viendo Marley y yo de nuevo?.-Pregunta, solo para molestarlo. Sabe cuan sensible lo pone aquella película, y que siempre la ve solo para poder llorar. Stiles lo acompañaría sin dudarlo y lo abrazaría cuando comenzara a sollozar, pero Derek prefiere mantener algunas actividades para él.

El ceño de Derek se frunce profundamente. Parece tan molesto. Su pecho sube y baja con pesadez.-¿Por qué mí shampoo tiene olor a pimienta? ¿Y por qué mis ojos arden como el infierno?.-Dice, exigente.-¿Pusiste pimienta en mí shampoo?.-Lo observa como si estuviera demente.

Tal vez Stiles estaba un poco demente. No iba a ofenderse por aquella posible acusación.

Pero, debe demostrar su inocencia, así que destapa su rostro por completo y lleva una mano a su pecho, tomando aire y poniendo su mejor expresión de decepción.-¿Por quién me tomas, Derek Hale?¿ Acaso no conoces a tu prometido?.

-Creo conocerlo lo suficiente como para saber qué serías capaz de hacer.

El castaño resopla, rodando sus ojos. Se pone de pie, eleva sus brazos en el aire y se estira. Encuentra los ojos de Hale fijos en la piel desnuda que se deja ver por la remera que se levantó.

-Bien, veré cual es el problema. Estoy seguro de que compraste el shampoo equivocado.-El castaño se dirige hacía el baño, seguido de Hale. Abre la puerta, puede escuchar la ducha aún abierta, así que estira su mano con cuidado hacía el interior. Toma la botella de shampoo, en la cual había puesto pimienta, y finge leer el envase.

Frunce su ceño y niega con la cabeza.-Compraste uno de esos shampoos con jengibre. Esa mierda arde.-Eleva sus hombros, y dirige su mirada hacia su prometido. El hombre lo observa con recelo y Stilinski mentiría si dijera que no está disfrutando de aquello. Derek apenas puede mantener sus ojos abiertos, irritados y llorosos.

¿Tal vez se pasó? Puede ser. Pero no puede echarse atrás.

Tira el shampoo en el tacho del baño y sale, dejando a Derek dentro.

Lo escucha maldecir todo el resto del tiempo mientras el agua corre. Posiblemente crea que no se escucha o no demasiado.

(...)

Derek parece vengarse (tal vez Stiles está algo paranoico) cuando, al mediodía, antes de irse nuevamente a su trabajo, deja una pila enorme de platos sucios.

Plan: odia a Stiles Stilinski.-Sterek. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora