— Tienes visitas, sal de una vez. —Replicó el de cabellos azules oscuros, mientras que esperaba que Scaramouche saliera de la habitación. Como dueño del prostíbulo era su deber entregar a aquellas 'putitas' a sus respectivos clientes, quien pagará mejor se llevaría el premio mayor. Tampoco era como si tuviera otra opción de trabajo, desde que su hermanastro Diluc lo echó de la casa que compartían cuando su padre falleció y desde que su pareja de cabellos rubios cenizos llamado Albedo rompió con él al enterarse del trabajo que decidió realizar. Pero Scaramouche era el joven más cotizado del lugar y debía aprovecharlo.
Scaramouche salió emocionado del lugar esperando con un sentimiento de alegría en lo más profundo de su ser que Kazuha llegará. Amaba los momentos que compartía con el albino que no solo lo miraba únicamente con lujuria, y ya se sentía cómodo incluso para hablarle de su día a día dejando de lado todo lo que tendría que ver con los otros clientes que utilizaban su cuerpo. Sin embargo le pareció extraño que Kaeya también estuviera aquí, el de cabellos azules oscuros jamás anunciaba a algún nuevo cliente a menos que fuera uno realmente importante y que también lo hubiese apresurado para salir le causaba mala espina. Se sentía demasiado... extraño.
El sonido de los pasos resonó en silencio por los pasillos y Scaramouche se enderezó, anticipando la llegada de su amado. Pero cuando la figura emergió de la niebla, no era Kazuha quien apareció, sino un hombre más alto y con una mirada fría y calculadora en el rostro, de hebras azules claras y ojos rojizos que uno pensaría que se podía ahogar en ellos. Que cuando el de cabellos índigos lo vio, se paralizó por completo y su sonrisa se esfumó dejando ver una expresión asustada y temblorosa, tanto hasta el punto que su cuerpo reaccionó de manera automática, pegando su espalda a la pared más cercana y encogiéndose lo más que podía.
— ¿D-Dottore...? ¿Que haces aquí...? —Murmuró Scaramouche claramente desconcertado y cada parte de su cuerpo reflejando miedo. No podía entender porque su familiar que en el pasado lo había vendido a ese oscuro mundo solo para pagar sus deudas, ahora estaría buscándolo y estuviera parado frente a él. Antes de que pudiera reaccionar apropiadamente a la situación, Kaeya apareció a su lado con una sonrisa claramente no amable, si no más bien con una siniestra plasmada en su rostro. No tuvo tiempo de escapar cuando Kaeya lo jaló de los cabellos, sacándole un chillido de puro dolor y empujándolo hacia una esquina oscura de la habitación, su cuerpo volvió a reaccionar en defensa, encogiéndose como una bolita y aguantando las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos.
— Lo siento Scaramouche. —Dijo Kaeya con una voz fingida, aunque su tono estaba lleno de malicia, Scaramouche retrocedió instintivamente aún más en su pequeña esquina sintiendo una oleada de termo invadirlo. ¿Que estaba pasando? ¿Porque Kaeya estaba colaborando con Dottore para hacerle daño? Antes de que pudiera hacer más preguntas, el de cabellos azules oscuros se adelanto, cerrando la puerta de la habitación con seguro y dejando encerrado con aquel monstruo. Pudo escuchar la voz de Kaeya desde afuera de la habitación con un tono de complicidad y sin ningún arrepentimiento de lo que iba a pasar.
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Rabbit hole ¡Kazuscara!
Fanfiction❝Donde Kazuha cae poco a poco rendido por los encantos de un bello muñequito y donde Scaramouche trata de no caer en el profundo pozo del amor❞ ★.- Idea original aunque inspirada en diferentes fanfics. ★.- Menciones de sexo explícito. ★.- Menciones...