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Desperté al sentir que ya había dormido mucho, me pasa muy seguido.

Talle mis ojos y tome mi celular de la mesita de noche que estaba a un lado de la cama, viendo que tenía mensajes de un número desconocido.

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Sonreí por el último mensaje, para después levantarme a arreglarme

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Sonreí por el último mensaje, para después levantarme a arreglarme.

Después de haber estado dudando entre que ponerme, opté por unos pantalones cargo y un top de manga larga. Ya que había terminado de arreglarme decidí bajar a la sala, topándome con Oscar (en el sillón, dormido) y Gabito ahí.

— ¿A dónde vas, preciosa? — pregunta gabito acercándose a mi con sus manos en sus bolsillos, antes de eso asegurándose de que Oscar siguiera dormido.

— Junior me invitó a desayunar, falta poco para que llegue — respondo, a lo que el me mira y alza sus cejas.

— Ah, ya. Todo bien — me dedica una pequeña sonrisa y siento mi celular vibrar, lo tomo para ver que era Junior quien me había escrito.

 Todo bien — me dedica una pequeña sonrisa y siento mi celular vibrar, lo tomo para ver que era Junior quien me había escrito

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Tome mi bolso y guardé mi celular, sintiendo la mirada de Gabito fija en mi, algo nervioso.

— Regreso al ratito, dile a Oscar que desayune bien, porfavor — Gabito asiente y se despide con su mano, eso me fue suficiente para darme la vuelta y salir de una vez de la casa.

Cuando salí vi a Junior recargado en su camioneta, mentiría si digo que no se veía guapo, cuando el me logra divisar una sonrisa se planta en su rostro y me saluda con una de sus manos, acercándose unos pasos hacía mi.

— Que cara amaneció la carne — bromea causando que yo riera, me acerco a él saludándolo con mi mano a lo que él solo suelta un soplido mientras voltea hacia un lado, para después acortar la poca distancia que quedaba entre nosotros para recargar una mano en mi cintura y dejar un beso en mi mejilla. — Salúdame bien, mami —

— Nada de eso, ya vámonos, que en cualquier ratillo sale Oscar — rio nerviosa sintiendo su perfume atarantarme, para después subir a la camioneta de Antonio seguido de él.

— Pasado de lanza lo chula que te ves. — Dice junior a lo que yo solo volteo los ojos divertida.

— ¿Es de a fuerzas tirar labia en todos los hombres, o qué? — volteo para ver cómo se dibujaba una sonrisa burlona en su rostro, para que después me volteara a ver entre confundido y divertido. — Digo, ya apréndanse otras —

— ¿Cómo que todos los hombres, reyna? No me digas eso, yo no soy igual. Me ofendes — menciona haciéndose el ofendido cuando vio que yo hice ademán de creerle, el resto del camino fue muy cómodo, Junior me preguntaba sobre mi vida personal y el por qué Oscar nunca aceptó que yo me involucrara con ellos.

Cuando llegamos al restaurante Junior me abrió la puerta, a lo que yo solo reí y le murmuré un "labioso" causando que el también riera.

— ¿Entonces el "Junior H" es por si tu música no pegaba para no quedar en vergüenza? — preguntó entre risas, la plática estaba muy fluida.

— Así es, chula. Nunca pensé llegar hasta donde estoy, y sinceramente con lo penoso que soy, hubiera sido mi momento más humilde como dice la chaviza. — se alza de hombros excusándose, con la misma maldita sonrisa de siempre que me hacía erizar toda la piel.

— ¿Apoco tú conoces la pena? Que rarísimo, pensé que no — bromeo y hago una línea con mis labios, ya había llegado la comida y me moría de hambre, cuando menos pensé Junior había sacado su celular para tomarme una foto. — Hey, no manches, he de salir bien fea — le reclamo frunciendo el ceño, a lo que Junior sonríe, esa sonrisa me estaba sacando de mis casillas.

— Nada que ver mami, o bueno, capaz le hago sticker. — se alza de hombros haciéndose el gracioso, cosa que obviamente no me gustó para nada y el lo notó. — Es broma, es broma. Prometo borrarla —

Sonrío convencida y ambos comenzamos a comer, pasando un rato muy ameno y cómodo, hasta que se llegó la hora de irnos pero antes de eso decidí ir al baño.

Al regresar me topé con que había varias personas rodeando la mesa donde antes estaba con Junior, una de esas era una chica, quien parecía estarse tomando una foto con Antonio pero el la tenía muy agarradita de la cintura. Decidí no interrumpir y una vez terminó de tomarse fotos con todos le hice una seña para que nos fuéramos hacia afuera del local.

— Perdón, tenía planeado tardar menos. — se disculpa el un poco apenado una vez estábamos arriba de la camioneta.

— No te preocupes, normal. — respondo y me alzo de hombros restándole importancia, a lo que el solo me mira extrañado más no hace por preguntarme algo más.

— ¿Estás molesta o algo por el estilo? No te entiendo, mami — junior tuerce la boca mientras me voltea a ver y pone su mano sobre mi pierna aprovechando que el semáforo estaba en rojo, poniéndome nerviosa al instante.

— No, ¿por qué lo estaría? — sonrió nerviosa y dejó mi celular en la puerta tratando de regularme, cosa que obviamente el notó, y le causa demasiada gracia ponerme nerviosa a lo que veo.

— Te pones bien chapeteada, no importa si te enojas niña, así de ondeadas me gustan — dice con diversión y quita su mano de mi pierna para volver a manejar, yo volteo hacia la ventana de el copiloto para que no viera la sonrisa que se dibujó en mi rostro.

Al llegar a mi casa, Junior se bajó a la par que yo para dejarme en la puerta principal. Gesto que se me hizo bastante tierno.

— ¿Cómo te la pasaste? Digo, para saber si quedaría como pendejo volviéndote a invitar a salir o que rollo. — dice junior con una sonrisa burlona, a lo que yo solo ruedo los ojos divertida y le pego un golpecito en el pecho.

— Que dramático, como te gusta que te halaguen a ti verdad? — le hecho en cara a lo que él suelta una risita — Me la pasé muy bieeen, espero se repita, hacheboe — me acerco y dejo un beso en su mejilla, no me cansaría de decir lo rico que olía Antonio.

— ¿Qué te costaba, mami? — dice el y cuando yo comienzo a alejarme me lanza un beso, causando que yo riera burlona. Me meto a mi casa hasta llegar a mi cuarto, procesando todo lo que había pasado en el día.

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                                              <3

las noches ; junior h Donde viven las historias. Descúbrelo ahora