Eran las 3 de la mañana y aún no podía dormir, me sentía entre emocionada pero confundida. Junior tampoco me dejaba dormir.
Y es que no fue solo la salida, fue lo que hablamos después de ella. Realmente pensé que hasta ahí había quedado todo, tal vez en una semana más o así volveríamos a salir y todo normalon, pero en cuanto tuvo oportunidad junior me mandó mensaje.
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Reí burlona por el último mensaje, realmente me daba gracia toda la labia que se empeñaba en usar conmigo.
Deje mi celular a un lado y me propuse dormir, más no lo conseguí, pasados unos 10 minutos tome el celular y me salí del cuarto para ir a la sala.
Al bajar me encontré a mi hermano y gabito sentados en el sillón, jugando a la play.
— Nombre loco, estaba a una bala cabron, lo había dejado tocadísimo — Oscar avienta el control al sillón frustrado y se pasa las manos por su cabello, tal cual niño chiquito.
— Le dispare más de 10 veces, pendejo, no que a una bala? — Le hecha en cara Gabito, en un tono burlesco. Voltea hacia atrás para darse cuenta de que yo estaba llegando y me saluda con una mano — Que rollo morrita, hasta que te dejas ver. — palmea el lugar que estaba al lado de él en el sillón y yo voy y me siento junto con él.
— No te hagas weyona. ¿Cómo te fue con Junior? —
— Normal. —
— Ah verga, así nomas, no vas a desembuchar? —
Ruedo los ojos y asiento, oscar era un cadillo en el culo cuando quería.
— Fuimos a desayunar y a dar la vuelta lo que restaba del día, no hicimos mucho, más que todo platicamos. —
Gabito se levanta del sillón algo incómodo, poniendo de excusa que iría a tomar agua. No entendía que estaba pasando, pero dejaría que las cosas fluyeran.
— No me da confianza, es mi amigo, lo conozco. No te puedo prohibir nada... O bueno, si, pero no quiero hacerlo. Solo te digo una cos- —
— Es artista, no te ilusiones gorety, no seas pendeja, luego te dejan como chivo, etc, etc. Oscar, no es como que me vaya a casar o algo así, únicamente me invitó a salir y ya, no me gusta, no somos novios — ruedo los ojos y me alzo de hombros, restándole importancia — ¿O la realidad es que lo quieres para ti? — bromeó señalando.
— Ay que perris, me descubriste — me pega un golpecito en el hombro siguendome el juego, a lo que yo rio hechando mi cabeza hacia atrás. — Pero ya, fuera de pedo, no quiero que te pase nada sabes, aún así con lo mensa que estás yo te amo. —
— Ay que lindo, por qué no eres así todo el tiempo? Yo también me amo no te preocupes —
— Chinga tu madre pues babosa. — me enseña el dedo del medio y yo solo rio aún más, acercándome para darle un abrazo.
— Ire a la cocina y después a intentar dormir, no se duerman muy tarde — Oscar solo responde asintiendome y me dirijo a la cocina, topándome con Gabito ahí comiéndose unas oreo y un vaso con leche.
— ¿Por qué no te las comiste allá con nosotros? — preguntó agarrando un paquete de lo mismo, para después acercarme al desayunador y servirme un vaso de leche.
— Parecía tema familiar, la neta no quise estar ahí de metiche —
— Nada de eso, si no que Oscar a veces se pone medio menopausico —
Gabito sonríe burlón y niega. Yo tomo asiento enfrente de él.
— Yo no sé qué rollo, pero hasta en pijama te ves bien, muñeca — hace una línea con sus labios y se sacude las manos, tratando de restarle importancia al comentario que acababa de hacer.
Yo solo me limito a sonreírle algo nerviosa. ¿Qué podía decir? Oye, tú también te ves muy bien en ese pants gris y camisa de resaque. Mucho más guapo de lo normal. Obvio no.
— Pero respóndeme, no me dejes así como los intensillos de insta. —
— Ay no, puro sueño traes. — digo tratando de no soltar la carcajada, cosa que me fue imposible al escuchar a gabito reírse fuerte.
Lo siguiente que vi fue como gabito se levantaba para dejar el vaso en el fregadero, se acercó hacia mi lo suficiente como para quedar cerca de mi oído.
— Cuando te des cuenta de que Junior no vale verga, pido segundas, chula —
Y después de eso se fue, muy tranquilo a seguir jugando con mi hermano.
No entendía a los hombres, háganles globo de texto.
Subí a mi cuarto y me recosté en mi cama, enseguida sintiendo mi celular vibrar.
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No entendía como podía tener humor tik tokero en chat y humor boomer en persona.
Pase si acaso una hora y media más hablando con Junior cuando ya no pude más y me quedé dormida.
