Cinco días en el paraíso

Un contrato de placer

En la sala de reuniones se encontraban Valentino al final de la mesa, a su izquierda Vox y a su derecha Lucifer, Angel estaba parado detrás del rey.

Majestad... Vox me comento que quiere adquirir nuestros servicios... -le dedico una sonrisa- Ya veo que eligió a Angel, cuanto tiempo desea contratar sus servicios...

Mhhh siete días... -todos lo quedaron mirando, la cara de Ángel se puso totalmente roja. Nadie sabía que responder hasta que Valentino hablo-

Siete días... es un poco excesivo no cree majestad... -Lucifer lo miro con molestia- Quiero decir... Angel es la estrella del estudio, no podemos estar tanto tiempo sin su presencia... Que tal tres días... -dijo buscando un punto medio-

Cinco días, te pagare por siete y no puedes llamarlo mientras este conmigo... -Era el rey después de todo, no se podía discutir con el-

Hecho... -grito Vox golpeando la mesa, Valentino lo miro confundido. Angel estaría trabajando y traería dinero extra, a la vez lo mantendría alejado de Valentino unos días-

Excelente... -dijo con una gran sonrisa Lucifer y miro a la estrella- Ange querido, iremos a comer ponte algo lindo...

Ca... casual o formal... -dijo Angel aun sorprendido por las inusuales negociaciones-

Lo que consideres más atractivo pero elegante... -respondió con una tranquila sonrisa-

Si... iré a cambiarme... -salió de la oficina a su vestuario, rápidamente se arregló. Iba a salir con el rey del infierno debía dar la mejor apariencia posible. Lucifer se giró a Valentino e hizo a aparecer el dinero sobre la mesa-

Lo acordado... -Vox tomo un manojo de dinero y lo reviso-

Es un placer hacer negocios con usted majestad... -dijo con una gran sonrisa y miro al rey quien lo miraba interesado-

Tendremos que hablar de nuestros negocios después... Voxy... -dijo en un tono suave, Valentino estaba mirando el dinero y no presto atención. La pantalla de Vox se puso algo roja. –

Un rato después Angel Dust salió preparado, tenía un brillante vestido rosa con cortes a los lados. Se había puesto guantes y había arreglado su cabello, Lucifer lo miro encantado.

Vaya... mira que tesoro tenemos aquí... -le extendió su brazo y Angel lo tomo y caminaron por los pasillos del estudio. Los asistentes se quedaron sorprendidos al ver a la estrella arreglado de aquella manera, solía usar poca ropa, verlo tan vestido era inusual. -