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Daemon Targaryen se encontraba recibiendo una felación de la beta y aunque estaba excitado y claramente gustoso, no podía evitar sentir angustia y una inmensas ganas de no estar ahí

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Daemon Targaryen se encontraba recibiendo una felación de la beta y aunque estaba excitado y claramente gustoso, no podía evitar sentir angustia y una inmensas ganas de no estar ahí. Las estuvo ignorando por completo mientras tomaba a la mujer. Cuando sonó la alarma de su auto solo tomó la llaves y la apagó pensando que era un simple animal que la había activado, pero la angustia seguía creciendo en él, no sabía porque sentía miedo y la excitación que estaba teniendo ni llegaba al nivel de la noche anterior. El omega no se salía de su mente.

Alejó a la omega de manera brusca y empezó a vestirse, ya no quería estar más con la beta, en su mente solo estaba el lindo omega. El reclamo de la beta no se hizo de esperar, pero haciendo oídos sordos se dispuso a irse. La alarma del carro volvió a sonar, la apagó de manera instantánea y con fastidio se asomó a la ventana para ver qué pasaba, se sorprendió al ver como el omega enterraba un vidrio en el ojo del atacante. Sin terminar de vestirse; con solo su pantalón puesto y el resto de sus ropas en la mano corrió directo al jardín. Llegó de forma silenciosa y con el arma que había llevado con él en todo momento disparó directo a la cabeza del alfa que apuntaba al omega que lo acompañaba.

Criston se encogió al oír el disparo, aterrado ante el hecho de que seguía con vida. Dirigió su vista a la persona que le había salvado su espantosa vida y solo bajó la cabeza soltando un sonoro suspiro. Como siempre ese alfa amargando su vida.

La beta había bajado con solo una bata para ver qué había pasado en su casa, estaba enojada por el hecho que tres de sus guardias estaban muertos y otro tirado en el suelo sin ningún tipo de conocimiento.

Los reclamos se hicieron en gritos e insultos haciendo que los guardias se acercarán de forma amenazante.

— Apartarte Daemon, perdonaré tu vida por matar a uno de los míos pero no voy hacer lo mismo con ese. — la mujer ya se encontraba con una pistola en mano lista para quitarle la vida al hombre.

— No. —

— Ley 164. Si matas a un guardia sin estar en conflicto debes pagarlo con tu vida. — el mundo del narcotráfico era grande, tanto así que contaban con servicio hotelero; donde solo asistían mercenarios prestigiosos, también contaban con múltiples reglas las cuales habían hecho que las riñas mermaran en grandes cantidades. 

— He dicho que no. —

— Es un simple omega. —

— Ley 104. No lastimar, herir o dañar físicamente a un invitado. — el alfa camino hasta el omega el cual se encuentra con la cabeza gacha, Daemon solo vio como el cuerpo del omega estaba lleno de raspones y suciedad, el pantalones desabrochado, sus zapatos quién sabe dónde y su mano derecha escurriendo sangre, sin mencionar el agua que había empapado por completo al omega. — Y él es mi acompañante, dañarlo a él es dañar directamente a la casa Targaryen. — Daemon empezó a caminar hacia su auto y empezó a sacar los vidrios que estaban regados en su asiento. — Así que seré yo quien perdone tu vida y la de todos los que están aquí presentes. Ambos sabemos que estuvieron apunto de hacer esos hombres, así que cuenta como defensa personal y si quieres seguir hablando de leyes sabes que terminarás peor. — la beta bajó el arma y miró al omega con rencor.

Mafia Targaryen - Daeton -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora