05

94 13 2
                                    

La pareja se unió en un apasionado beso, el omega quitaba la ropa del alfa con rapidez, mientras se seguía frotando contra la gran erección, su lubricante estaba empezando a mojar sus pantalones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La pareja se unió en un apasionado beso, el omega quitaba la ropa del alfa con rapidez, mientras se seguía frotando contra la gran erección, su lubricante estaba empezando a mojar sus pantalones.

El omega volvió a su asiento y ambos se empezaron a quitar el pantalón con habides, una vez completamente desnudos la pareja se volvió a juntar en el desesperado beso.

— Nunca más vas a volver a usar esos malditos supresores. — dijo el alfa mientras lamía la marca en el cuello del omega.

— Bien, como sea, follame. — Daemon sonrió ante el tono autoritario que había utilizado el omega con él, por sentirlo dentro.

Tomó su pene y lo dirigió a la chorreante entrada del omega, el cual bajó de manera rápida, recibiendo todo.

Desde afuera se veía el auto agitarse con fuerza, la pareja se encontraba en un momento de pasión desenfrenada, donde solo estaban ellos, olvidándose de los demás, de cualquiera que los pudiera ver.

La lluvia había cesado y con ello los movimientos erráticos del auto, la pareja se encontraba a la espera de que el nudo se deshiciera, mientras repartían besos y diálogos.

Aquella vez había sido diferente, ambos sabían que esa vez había sido el fin de una horrible era, dando paso a una nueva, donde iban a volver a iniciar, donde no podían dañar las cosas.

Vestirse resultó más complicado que quitarse la ropa, ambos contaban solo con el pantalón y así partieron a la mansión, el camino fue tranquilo, ambos iban fumando un cigarro para combatir el frío. Llegando estacionaron el auto, Daemon salió de manera rápida y justo cuando Criston estaba a nada de salir este le negó la salida volviéndolo a meter al carro.

El omega lo miró con enojo y antes de que empezará a reclamar, el alfa abrió la puerta extendiendo su mano para tomar la del omega. — Para que después no digas que no soy caballeroso. — el omega rodó los ojos y salió del auto.

Ambos hombres solo portaban sus pantalones, descalzos y todo entraron a la mansión y antes de dirigirse a la habitación Criston tomó camino a la cocina.

Abriendo la nevera y dejando sorprendida a toda la servidumbre que se burlaba de él, empezó a sacar un paquete de fresas y un tarro de crema de leche.

Daemon tomó asiento en uno de los asientos de la isla en la espera del omega. Criston sentado frente a él tomó una fresa en sus dedos y la unto de la crema para luego morderla, saboreando la rica mezcla, y todo esto sin dejar de ver al alfa a los ojos, luego tomó otra fresa y está vez la dirigió a la boca del alfa, él cual la recibió gustoso.

La vista nunca fue interrumpida, la servidumbre miraba la escena con algo de celos y de asco, muchas habían intentado estar con el alfa, sabiendo que así tendrían todo, ninguno lo logró, para que luego llegara ese maldito omega y se los quitara.

Se notaba que lo tenía comiendo de la palma de su mano.

Luego de acabar el omega se puso de pie dispuesto a limpiar lo que había utilizado pero el alfa lo jalo hacia él y se unieron en un profundo y fogoso beso.

Mafia Targaryen - Daeton -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora