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Una semana llevaba Criston en esa casa, una semana en la que lo único que hacía era acostarse con Daemon Targaryen y mantener encerrado en la habitación

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Una semana llevaba Criston en esa casa, una semana en la que lo único que hacía era acostarse con Daemon Targaryen y mantener encerrado en la habitación.

Las secciones de sexo era largas y agotadoras, odiaba lo vulnerable que se volvía a la hora del sexo y como le gustaba.

Pero luego el alfa lo trataba como si no fuera nadie, aquello lo lastimaba.

Porque hay días en los que el alfa lo trataba bonito y llamándolo por sobrenombres que lo hacían sentirse especial y luego de la nada lo empujaba, lo golpeaba y lo hacía sentirse como una simple prostituta.

Y lo era, él no estaba ahí por gusto.

No tenía elección.

Y se odiaba, porque siempre luchó por sobrevivir y ahora tenía que dejarse hacer lo que otro quisiera.

Sin mencionar las noches en vela que pasó por culpa del maldito lazo, donde podía sentir la excitación del alfa, pasando las noches con otras personas.

Lo único que hacía para pasar el momento era subirse a la mesa y por una pequeña ventana rectangular ver las estrellas.

Hasta que dejaba de sentir cosas a través del vínculo y ya se podía acostar a dormir tranquilo.

Odiaba que su omega fuera tan patético como anhelar las caricias del alfa que los había marcado.

Quería escapar, pero tampoco tenía un lugar a donde ir, probablemente terminaría siendo un habitante de la calle y muriendo en el proceso.

Quería escapar, pero tampoco tenía un lugar a donde ir, probablemente terminaría siendo un habitante de la calle y muriendo en el proceso

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— Lárgate, no sirves para nada. — decía el alfa, mientras sus ojos violetas cambiaban a rojo.

La chica asustada se empezaba a poner su ropa, sus manos temblorosas amarraba su vestido, tardando más de lo que el alfa quería.

» Te largas o te mato, una de dos, decide. — la mujer empezó a llorar con desespero y con uno de sus senos al aire salió de la habitación, los guardias ignoraron su presencia.

La mujer salió de la casa y se subió al auto, el cual la había traído.

— Y ahí va otra. — habló con burla Visenya.

Mafia Targaryen - Daeton -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora