Habían pasado 6 semanas desde que melo había llegado a la guardería. Y una que otra cosita había ocurrido también en ese lapso de tiempo.
Lo llamaría roces, pero no sabe si son exactamente eso. Cuando ivan llegaba por su pequeña, le sonreía levemente, aveces le decía cosas extrañas, algunas veces indignante, no era exactamente un halago que le dijera "Buen trasero boludo", ahora le daba vergüenza caminar frente al azabache.
Sentía esos ojos negros sobre su persona, como si lo quisiera comer, lo hacía, en su mente, no lo podía saber.
Al principio ese tipo de coqueteos le molestaba, pero después descubrió algo que hizo su corazón romperse.
La pequeña melo no tenía mamá, ni beta, ni alfa, nada. Ahora entendía la razón por la cual la pequeña estaba tan acostumbrada a los biberones y no tenía el aroma de un Omega nunca en su persona.
Normalmente las madres llenaban a los pequeños de sus aromas para que se sintieran seguros, pero melo siempre olía a su papá.
Ese delicioso aroma de cedro recién talado y bosque. Muy embriagador, y puede o no que se haya quedado con un pequeño paño de melo por tener el aroma de su padre.
Y puede o no ser que lo tenga bajo su almohada para olfatearlo todas las noches, rodri le había comprado uno igual a la pequeña así que nunca descubriría nada, incluso cambiaba los paños cuando se le acababa el aroma del azabache, así tendría un paño con mucho aroma.
Cada vez que el azabache aparecía Rodri no podía evitar que un sonrojo cubriera su rostro y miraba el suelo lleno de vergüenza.
Sin embargo, algo que le gustaba bastante era lo a pegada que era Melo con el, no le gustaba estar con ningún otro Omega, si alguien que no era el lo cargaba, la pequeña lloraba a mares y no se callaba hasta que estuviera de vuelta en sus brazos.
Aunque, había algo que no lo dejaba tranquilo, melo siempre se pegaba a su pecho, pero no en la forma de acurrucarse, si no, buscando algo allí. Trataba de agarrar con sus manitas sus pechos por encima de su delantal.
Siempre terminaba haciendo algo para que se distrajera de eso, no era que le incomode demasiado, pero ella buscaba algo que no había allí.
Ese día estaban aprendiendo los fonemas y como se escribían, los cachorros más grandes entendían mejor eso, pero la pequeña Melo apenas si podía balbucear unas palabras incompletas e inentendibles.
—Di papá, pa-pá.- estaba sentado junto con los otros pequeños, quienes escribían en hojas los fonemas enseñados.
Melo estaba sentada al frente del petiso y lo miraba de lado, como si no logrará entender del todo lo que decía.
—¡Pa-dá!- exclamó ella aplaudiendo y riendo alegremente, y Rodri solo suspiró.
—rodrii, mamá se escribe con los dos palitos con loma, ¿Verdad?- el petiso rió ante la imaginación del pequeño alex en describir de esa forma la 'm'.
—Si, m y a, forman ma, y dos son mamá, tiene un pequeño punto en la parte de arriba de la última a que es el acento. Pero eso lo aprenderás poco a poco, solo no olvides e ponerlo.
—¡Sí rodri!- Alex volvió a su escritura y Melo se le quedó mirando, no hacía mi decía nada, solo miraba al cachorro escribir.
—¿Quieres intentarlo pequeña?- le preguntó con una sonrisa a la pelo-negra y ésta se volteó hacia el mientras sonreía como si le entendiera lo que le dijo.
—¡Bá!- respondo ella alzando sus manitas y Rodrigo solo rió por lo bajo, buscando un crayón y una hoja de papel blanca.
Trató de mostrarle cómo se escribía papá, pero como era de esperarse no tuvo mucho éxito, apenas si había aprendido a agarrar al lápiz correctamente.
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¿Mamá? ➼rodrivan
Fiksi PenggemarPorque Rodrigo, siendo cuidador de cachorros en una guardería, se encariña tonto con la cachorra de uno de sus clientes que le dice mamá. esto es una adaptación de un fic katsubeku ©zaorycast