* No, soy tu amor*

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Capitulo 11

han pasado los días y la estancia en el hospital es cada vez mas familiar, debo admitir que no es lugar par acostumbrarse pero no nos queda otro remedio, Nari esta recibiendo su tratamiento y a mi parecer el doctor jimin se a encariñado de mas con ella a tal grado que la viene a dos veces al día y si no la visita le habla por teléfono, cosa que a Nari la tiene muy animada. Víctor no se ha aparecido por aquí, sinceramente si desaparece seré muy feliz pero se que es imposible, las cosas serian demasiado fáciles. Estoy pensando seriamente y el sonido de mi celular me saca de mis pensamientos. !maldita sea! lo llame con el pensamiento veo en la pantalla y es el susodicho. Después de cinco segundos decido contestar.

- Dime?, que se te ofrece?.-

- Hola, ya hablaste con la niña por que hoy iré al hospital a verla ya te di el tiempo suficiente Brenda. por cierto mis abogados están con el cambio de apellido ahora mi hija tendrá los mismo derechos que sus hermanos, todo lo que quiera cuando quiera. espero y firmes sin arrebatos Brenda.-. escucho sus palabras y maldigo, por que de verdad tiene toda la razón Nari es su primogénita y no le puedo negar ese derecho.

- Si!,Víctor ya hable con ella de ti y esta muy ansiosa de conocerte, el único detalle es que no sabe de la existencia de sus otros hermanos te pido por favor que trates ese tema con mucha cautela ya que es apenas una niña por piedad te pido Víctor!-. pongo mi mano en el corazón porque de verdad estoy siendo muy sincera con lo que estoy diciendo, mi instinto de madre tiene que estar alerta las 24 horas los 7 días a la semana no puedo cometer un error lo utilizaría en mi contra lo conozco mas que a nadie, su beneficio es primordial y no dudara en sacar provecho de ello.

-Sera como tu quieras mi amor!, nos vemos al medio dia.-

-¡No!. soy tu amor omite esa palabra ok, que te quede claro que no somos nada, nos vemos!

Estoy muy nerviosa por que no se que me deparara todo esto, estoy tan concentrada que no me percato que el doctor jimin esta a mi lado pero su toque me saca de mis pensamientos, lo miro y me doy cuenta que tiene unos ojos realmente hermosos, como un ángel que bajo del cielo para darme alguna luz de esperanza, mi respiración se acelera y no entiendo el por que.

- Señora Brenda, disculpe mi atrevimiento pero ¿ esta usted bien? la noto algo pálida, ¿esta comiendo bien? se que no debo ser entrometido pero tiene que cuidar de su salud para estar bien para la Pequeña princesa, ¿necesita algo? si es así me lo puede hacer saber con toda la confianza del mundo estamos aquí para ayudarla.- sus palabreas vienen acompañadas de una palmaditas en mis espalda sentí su calidad humana, puedo ver que es un chico muy carismático y empático, aparte del gran medico que es.

- Gracias doctor le agradezco el gesto si estoy comiendo bien nada mas que mis problemas no derivan de ahí si no del padre de Nari, es una larga historia, y para aclararle de una buena vez el no es mi esposo llevo divorciada de el unos años. no se por que tuvo el atrevimiento de presentarse así cuando el ya esta haciendo su vida con otra persona.-

- Mi día libre es mañana, y tengo todo el tiempo del mundo para escucharla si usted gusta. pero recuerde algo señora...-. alzo mi mano lo hago que pare.

- SI! pero no soy tan vieja para que me digas " señora" solo llámame Brenda así esta bien.

-ok! breda, entonces usted me puede llamar jimin.- me regala una sonrisa que derrite a cualquiera.

- No! seria muy apropiado aquí en el hospital, que te parece si nos si aquí te llamo " doctor jimin" y afuera solo jimin! ¿te parece?.- el asiente con la cabeza y nos estrechamos la mano. siento una corriente recorrer mi cuerpo, ¿ que esta sensación?, no tengo idea pero prefiero omitirlo. me hace una señal para que avance y me da explica unos procedimientos que Nari debe seguir a partir de ahora, ell tratamiento será un poco mas agresivo y tendrá efectos secundandios severos, entre ellas perdida de cabello, vómitos, malestares y cansacion extremo. lo escucho con demasiada atencion y mi panico entra pero sin duda ellA me da animos para no decaer.

Junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora