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Capitulo 5

Una tregua... Victor hablando de treguas no me da la confianza suficiente, lo conozco de pies a cabeza, es totalmente autoritario incapaz de ayudar a los demás, las cosas siempre tienen que salir a su favor. No me gustaría exponer a Nari a tales cosas. Ella es una bebé aún, y no tiene la más remota idea de quién su padre. Desgraciadamente yo lo elegí y cabe mencionar que me arrepiento tremendamente. No le di una respuesta concreta, le dije que lo iba a pensar, pero viendo el lado "amable", Nari tiene derecho a conocer a su papá, es su viva imagen, ¿Pero a qué costo? Al costo de que me la quiera quitar, o de que quiera ponerla en mi contra y alejarla de mí. Lo conozco muy bien y no me va a dejar en paz hasta que conozca a la niña. Pero como dicen por ahí "tengo miedo'.
La voz del abogado me saca de mis profundos pensamientos; escucho atentamente lo que dice sobre mi padre, dejo una buena suma para mí y una propiedad para Nari, sus ahorros en los últimos años, —Dio mio— esto es mucho más de lo que pensé. Me entregan los documentos y firmo; trato de evitar llorar pero me es imposible, mi padre pensó en nosotras hasta el último día de su vida. ¡Gracias papá! Termino de hacer el papeleo correspondiente, me dirijo hacia el auto pero para mi sorpresa veo parado a Víctor con las manos cruzadas encima de mi auto. ¡Maldita sea! ¿Que no se cansa de fastidiarme?. Fue un error descomunal haberme tropezado con el.

—¿Que haces?, no tienes nada que hacer, por favor quítate de mi auto por qué me tengo que ir!— lo miro con suplica. Veo como se acerca a mi y me toma de la cintura. Me atrae hacia él. Sus labios están a centímetros de mi.
—¿Que demonios crees que haces imbécil?— trato de soltarme de su agarre pero me es imposible, es mucho más alto que yo. Me mira con ojos de cordero a medio morir, este idiota cree que voy a caer a sus pies.

— Victor sueltame  por favor. ¡No estoy para tus juegos estúpidos!— lo miro con desprecio.

—Mi amada esposa, sigues igual de hermosa o mejor dicho, estás mucho más hermosa que nunca... Como olvidar las noches de pasión, cuando te mirabas encima de mi. Te juro que de solo acordarme me pones duro... ¿Qué te parece si vamos a recordar viejos tiempos? — me dice estás palabras y me da asco de solo acordarme, maldita basura. Pero no soy la de antes que se deja amedrentar por el. Ahora es mi turno mandarlo al carajo.

— Vaya, como olvidarlo. Pero sabes que también. NO se me olvida? Los golpes que me dabas, las cachetadas y los insultos que me decías!. Me imagino que eso también lo recuerdas! O estoy equivocada? Pero si lo prefieres te lo puedo recordar. Recuerdas el día que te suplique que pararas?. El día que me gritaste que Nari no era tu hija?.— lo miro fríamente...  Él me pone una media sonrisa, sus ojos no se apartan de los míos.

—¿Que te parece olvidar el pasado?—dice en tono dulce y acomodando uno de mis mechones atrás de mi oreja. — Cariño, vamos a empezar de nuevo, que te dices? Por Nari...  Por ti, por mi! Ella se merece a sus padres juntos.— esas palabras me causaron tanta gracia que solté una carcajada por todo lo alto.

—jajaja!... Ahora sí me hiciste reír. "Cariño"— hice con mis dedos los signos de comillas. No podía con tanto cinismo y el lo tenía dibujado en la cara.

—Victor tu estás casado con Cristal, Que pretendes que sea... ¿tu amante? Jaja no! Eso jamás va a ocurrir "cariño" ... Pensaría 80 veces regresar a tu lado. Por lo que sé ... Tienes una vida muy hermosa a su lado. Quédate así.  Por favor suéltame.

Siento que me suelta... Pero su postura se volvió más arrogante. Cómo siempre ha sido.

— Mi vida con mi esposa no tiene que importarte en lo absoluto Brenda. Ella si es una mujer de verdad. Con clase y digna de llevar mi apellido. Ahora que si quieres... sé mi amante...  No me molesta la idea...
Pero lo que realmente importa es mi hija. ¡Dime cuándo y dónde nos vemos para poder conocer a Nari!. Ella se merece todo.—

Me barre con la mirada y ante sus palabras mi cuerpo arde y mi mano está apunto de soltar el primer golpe, pero me contengo, no quiero caer es sus provocaciones.

—Entonces, no pierdas tu tiempo, y con respecto a Nari, ya te dije que me dejes pensarlo, tengo que hablar con ella primero y ver de que manera te involucró en su vida, así que si eres tan amable "cariño" déjame ir.—

— Brenda te doy tres días para que hagas lo que tengas que hacer con respecto a la niña. Y si decides cambiar de opinión con respecto a ser mi amante ya sabes dónde buscarme.—

—Ni en tus sueños Victor, adiós!

Me subí al auto y me voy, cuando ví que estaba lo suficientemente alejada de él, solté una bocanada de aire. Frene y mis manos apretaban el volante del auto, en el daba pequeños golpes a mi cabeza. Por qué el destino me pone estás pruebas. Por qué? Mi celular suena de nuevo y veo varias llamadas perdidas, es Rosario, le regreso la llamada y su voz entra cortada me alarma.

— Brenda que bueno que respondes la llamada, hace mucho que te estoy tratando de localizar pero no respondías. Tienes que venir directo al hospital Nari se desmayo de la nada en el zoológico por favor apúrate... Estamos en el hospital central es importante que estés aqui— Escucho la voz de Rosario y mi alma se cae al piso. Mi hija se desmayo? Dios mío! Deje mi teléfono a un lado y me dispuse a manejar como Toreto en rápido y furioso, en menos de 20 minutos ya estaba en la entrada, corri lo más rápido que pude, al llegar a la zona de pediatría ví a Rosario y a Daniel en la sala de espera al verme se  acercaron a mí. Los ojos llorosos de Rosario me daban mala espina. Cuando les iba a preguntar por ella salió un  doctor preguntando por la familia de Nari corri lo más rápido posible.

— Familiares de Nariz Alcaraz— dice el doctor.

—Doctor soy su mamá, dígame ¿Cómo está mi hija?

— Señora la niña ha tenido dos convulsiones, está en observación, se tiene que quedar por lo menos hasta que se hagan los estudios correspondientes. Nesesito hablar con usted en privado por favor sígame– le doy una mirada fugaz a Rosario, dando entender que voy a ir, ellos deben esperar en la sala.

Lo sigo hasta si consultorio y me dice que tome asiento lo hago pero esto no está nada bien. Las palabras del doctor me hacen un agujero en el alma, mi corazón se cae al piso, mi cuerpo se siente pesado. Mi sangre siento que bombea  a mil por hora. No entiendo nada .  El instinto de madre me lo dice. Algo malo está pasando.

Junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora