Harry Potter y el dragón de jade

Capítulo 56 - Noche de chicas

Sábado 30 de julio, Salamander House, Fen

Ron Weasley no estaba teniendo un buen día. De hecho, hasta el momento estaba resultando ser un día terrible. La lluvia había caído constantemente durante el entrenamiento y lo habían obligado a hacer quince recorridos adicionales en el campo a tres alturas diferentes por llegar diez minutos tarde al entrenamiento por segundo día consecutivo, además de recibir una multa de salario de una semana. .

De acuerdo, no necesitaba el dinero, pero perder setecientos cincuenta galeones todavía le dolía un poco y solo habían pasado diez minutos y pensó que el entrenador Vásquez se había excedido un poco en su sermón a Ron sobre su De todos modos, el control del tiempo, la actitud y la dedicación habían durado más de diez minutos.

Se desempeñó muy mal durante la práctica porque todavía tenía resaca y terminó con el entrenador diciéndole que tendría que guardar el equipo. Luego tuvo que pasar otros veinte minutos tratando de encontrar el soplón que se había escapado y cuando llegó al vestuario todos los demás se habían ido.

Decidió renunciar a su ducha habitual, arrojó su túnica de Quidditch en su bolso y se vistió antes de aparecerse de regreso a la casa de Salamander. "Lo único que quiero ahora es un buen baño caliente y pasar la tarde y esta noche escuchando la radio y relajándome". Ron pensó para sí mismo mientras caminaba por el camino principal y se acercaba a la casa Salamander.

Todavía no podía creer que fuera dueño de este lugar y que ahora fuera el heredero de Slytherin, Salazar Slytherin ciertamente tenía buen gusto para las casas. Salamander House era una casa de piedra gris de dos pisos con techo de tejas negras. Había un gran vestíbulo de entrada con una escalera que recorría los lados del vestíbulo de entrada antes de unirse al segundo piso.

El suelo estaba formado por baldosas de color verde oscuro y las paredes eran blancas con pilares de mármol verde con bordes plateados. Las otras estancias constaban de dos salones, una sala de juegos, una biblioteca, una sala de duelo, ocho dormitorios, doce baños y una gran cocina.

Lo que no era habitual en esta parte de la casa eran las cincuenta bolsas de compras que estaban dejadas en medio del vestíbulo. "¿Por qué dejar esto aquí? Ella trajo las malditas cosas hasta aquí, así que ¿por qué no llevarlas arriba también en lugar de dejarlas aquí?" dijo mientras dejaba escapar un suspiro, antes de agacharse recogió las bolsas con dificultad y comenzó subiendo las escaleras con ellos.

Ron se había sorprendido cuando llegó a casa el día anterior, cuando le dio a Lavender las hojas de suplicante y le escribió su libro para sus compras de la tarde, al saber que ella no había salido a comprar nada.

El misterio de por qué se resolvió cuando él llegó a casa esa noche y ella le dijo que le había presentado su idea de exponerlo a su editor, quien le dijo que sería bueno hacerlo y que ella había pasado la tarde planificando. todo y eso significó que su editor le había dado la tarde libre al día siguiente.

Los dejó caer en el suelo de su dormitorio junto a la cama con dosel de caoba y empezó a quitarse la ropa mientras se dirigía al baño, donde se preparó un baño antes de meterse en la bañera y permitirse calentarse y sumergirse durante un rato. Un rato.
Una vez que se sintió relajado, dejó salir el agua de la bañera y se puso una bata negra que había estado colgada detrás de la puerta del baño.

Mientras bajaba las escaleras, escuchó música proveniente de la sala de estar principal y entró en la habitación para encontrar a Lavender estirada en uno de los sofás de cuero con una de sus viejas camisas de la escuela, una copa de vino en la mano y el resto de la ropa. botella y un vaso de repuesto en la mesa de café frente a ella.