VII. #FreeBridgitte

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Esa mañana...

César Medrano había decidido levantarse de su cama tras estar mirando el techo de su habitación durante una hora. El sueño se le había ido a media noche y cada que cerraba los ojos la imagen de Angie bañada en sangre y el débil murmullo de su nombre en sus labios lo acosaban. Arrastrando los pies, se dirigió hacia la cocina para empezar su día, ¿Qué iba a hacer? No sabía. No tenía ganas de revisar sus redes sociales, de hacer algún vlog. Quería permanecer invisible de Internet, la desconexión le daba una tranquilidad que no sentía en mucho tiempo. Preparó la cafetera, aún con la cabeza adormilada, sacó su taza favorita y la colocó en la barra.

-Alexa. Enciende la televisión. -dijo, activando la asistente virtual.

La televisión de 55 pulgadas que estaba frente a la sala se activó en el canal de las noticias. El contenido era el mismo que hace unas semanas, el crecimiento a escala mundial de la pandemia del COVID-19, el número de pacientes graves llenaban a reventar los hospitales, nuevas cepas y variantes del virus aparecían en distintos puntos del Mundo y la vacunación, era la única esperanza que tenía la humanidad para volver a sus vidas normales.

El café quedó listo. César se sirvió en su taza.

-En otras noticias... sigue dando de qué hablar la cantante de Internet, Bridgitte Moon.

César apenas estaba colocando su pan en la tostadora cuando escucho el nombre de Bridgitte. Se acercó a la televisión sosteniendo su taza humeante de café y sorbiendo un poco de él.

-El fin de semana pasado fue detenida por las autoridades por causar un accidente en el Paseo Comercial y lastimar gravemente a dos civiles que iban caminando por la calle. Pues ¿Qué creen?, Bridgitte ha sido exonerada de toda responsabilidad pues no se han presentado cargos en su contra...

César perdió la fuerza de su mano y la taza cayó al suelo, regando el líquido caliente por todos lados, quemando un poco sus pies descalzos. En la pantalla se mostraban videos de baja calidad en donde se veía a Bridgitte abandonando un edificio con lentes oscuros, mientras su seguridad la escolta a una camioneta.

-Las autoridades afirman que el accidente que puso en peligro la vida de la influencer Angélica Jiménez, mejor conocida como Angie B, fue provocado por su propio descuido ya que ella y su acompañante caminaban por la calle en estado de ebriedad.

-¿Qué? - dejo escapar César, sentándose en el sofá, no dando crédito a lo que escuchaba.

-Testigos en el lugar afirman que la chica de 23 años estaba acompañada de su novio César Medrano, de quien no se sabe nada hasta ahora.

César palideció. La sensación de acoso lo invadió. Había personas atentas a lo que hacía y lo que no. Echó un vistazo a la ventana para cerciorarse de que nadie lo vigilaba. Cerró puertas, ventanas y cortinas.

-Alexa, apaga la televisión.

El conductor seguía hablando, mostrando fotografías y videos de los vlogs tanto de él como de Angie. Comenzó a hablar de Bridgitte, resaltaba lo positivo cosas positivas de ella. Pero César no escuchaba más, le zumbaban los oídos, sudaba frío, le faltaba el aire y el corazón le palpitaba con intensidad.

-¡Alexa, apaga la...!

La asistente virtual no hacía caso.

-Lo siento, no entendí eso.

-¡Alexa!

Los gritos de César se combinaban con la voz del conductor. De repente, todo empezó a ser muy estridente en su cabeza.

-¡Alexa apaga la maldita televisión!

César tomó la taza del suelo y la lanzó a la pantalla, creando una grieta gris que obstruía la visión. El dispositivo Alexa se activó y apagó la televisión. Perturbado por lo que había escuchado, César regresó arrastrando sus pies hasta su habitación. En la cocina, las rebanadas de pan apenas salían de la tostadora. Negras y con aroma a quemado.

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