La melodía de sus latidos

5| Interacciones

Bree

En definitivo, odio completamente el olor de los perfumes de mujer -no de todos-Específicamente el de ella.

Tengo el suéter que Megan uso hace unos días -lo tenía perdido y al volverlo a encontrar me sorprendió que una extraña lo traería puesto.

Se lo termine pidiendo porque no podía soportar el hecho de que lo usará.

La idea de que una chica use mi ropa, me parecía estúpida, hasta que ese día llego, ahora me doy cuenta que no es la ropa, es la chica que la trae puesta.

Sacudo mi cabeza de dichos pensamientos y en menos de un minuto mis pies me están guiando al cuarto de lavado.

Entro, tomó gran cantidad de jabón y aromatizante para quitar esos olores.

-¡Tío! -Doy un brinco del susto, por la pequeña voz que se encuentra a mi lado.

A veces me olvido de que tengo una niña a mi cargo.

-Sofía, sal de aquí.

-Tengo que decirte algo importante -jala mi camisa hacia abajo.

-Niña -amonestó.

-¡Por favooorrr! -pone una cara de perro triste.

Ella sabe que esa cara siempre gana.

Me cuelgo el suéter en mi hombro mientras la miro detenidamente -Dime.

-Ven -toma mi mano con esos pequeños deditos mientras me lleva al sillón frente a la televisión -Quiero ir ahí -apunta con alegría y euforia.

-¿Ahí? -digo asustado mirando la televisión.

-¿Me vas a llevar?

-No, eso es un ambiente muy agresivo.

La lucha libre es explosiva, como es posible que quiera ir ahí.

-Entonces le diré a mi mamá, que jamás, jamás, jamás quiero volver a quedarme contigo.

Esta niña sabe jugar sus cartas, conoce lo importante que es para mi su madre, y teniendo en cuanta su trabajo, no hay nadie más que pueda cuidar a Sofía por ahora más que yo.

-Sofía -la sentenció- Sabes que no puedes jugar con eso, mi hermana trabaja y tú padre también lo hace.

-Lo sé pero ¿por qué tú no les das dinero para que estén conmigo?.

Me duele el corazón al escucharla decir eso.

-Lo he hecho, pero ellos no lo quieren aceptar.

Mi hermana siempre se ha negado a ayuda externa, desde que mis padres se enteraron que ella estaba embarazada, las cosas fueron muy diferente a lo pensado -siempre la apoyaron- pero ella se sentía culpable, primero por el hecho de que iba a traer a un ser humano y no tenía idea de como hacerlo, y después que su vida iba a cambiar por completo.

Ella tomo sus decisiones y se volvió independiente desde muy joven, al igual que su esposo, he de decir que estoy feliz de que ambos estén juntos.

Se casaron justo antes de que Sofía naciera, pero ellos querían salir adelante solos, nunca pidieron ayuda, hasta ahora.

-¿Sabes algo? -le digo a Sofía mientras le coloco bien el moño en la cabeza -Cuando inicie la gira, y yo no te pueda cuidar, le daré todo el dinero a tú mamá, para qué ella te disfrute de ahora en adelante.

Ella sonríe y me estruja en un lindo y pequeño abrazo.

-Pero es un secreto -sonrió y entrelazo el meñique con ella. -Ahora dime -trate de hacerme el fuerte, pero ella al final termino ganando -¿Qué día es esa lucha?.