7| Manager

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Bree

He estado la mayoría del día repasando las últimas notas de estas nuevas canciones.

La semana pasada le dije a Marta —nuestra manager— Que tenía unos cuantos bocetos.

Se los entregue de inmediato antes de que me arrepintiera como solía hacerlo, primero lo hable con Tom, después de su aprobación fui directo a ella, y unos días después dijo que eran una maravilla, pero necesitaba otras dos para mostrarlas a la disquera.

Todo este avance se lo debo a mi psicóloga, no es que tenga problemas graves, de hecho no es necesario tenerlos para poder asistir con una.

Pero me ha ayudado tanto, hasta en mis decisiones familiares.

Estamos a punto de entrar a la oficina.

Las chicas entran primero y Tom va justo después de ellas, así que me toca darle el paso a Megan.

—Te presento a mi chica —le dice Tom a la manager.

Me aclaró la garganta mientras camino justo a su lado para tomarla de la cintura, Tom me mira extrañado y queda más confuso cuando me atrevo a hablar.

—Nuestra —aclaro tan tranquilo como siempre.

Solo hice eso porque se supone que Tom anda con su hermana, no queremos confundir más a Marta de lo que ya está.

—¿Cómo? —nos señala con las manos a ambos— ¿Ustedes están en un tr...?

—No, no  —responde Megan alarmada por la suposición de la señora.

—De hecho es mi chica —aparece Lu, alejando la de mi agarre.

Lo primero que hago después de dejar de tocarla es bajar mi cabeza y mirar mis manos.

He tocado a la chica de la cafetería, he tocado a la hermana de Nina.
Regreso mi mirada cuando Marta vuelve a hablar.

—¿Pero que tú no tienes novio? —le dice a Lu.

—No sabes que es el sarcasmo, verdad Marta. —responde.

—Cuántas veces les tengo qué repetir qué, ya no soy joven como ustedes.

Todos se ríen y llego a notar la incomodidad de Megan.

—Soy Marta, la manager de estos chicos —le da la mano mientras ella sonrie— Nina me habló mucho de ti, así que por lo que veo, si tienes pinta de que la música va contigo.

—¿Perdón? —contesta Megan.

Estoy completamente seguro que Nina hizo todo lo posible por que Megan este aquí ahora, y esta más claro que le contó casi toda su vida a la manager.

—Le encantaras al público cielo —se da la vuelta— Ah y una cosa más —me mira—  Llegando a casa necesito que hagan un en vivo, presentando a Megan, así la gente se familiarisara con ella más rápido —pasa por su escritorio y toma unos cuantos papeles— Me dijeron que aún no las pueden grabar.

Miro las hojas y distingo mi letra, junto con la de Tom.

Lo miro desilucionado, una vez más.

—¿Pero qué es lo que falta? —dice Tom.

—Talento al parecer —contestó.

—Chicos he hecho lo posible créanme, hablaré nuevamente con la disquera.

Nos muestra unos cuantos papeles y actividades que debemos de realizar como banda, para tener más al tanto a los fans.

Entre reuniones, entrevistas, en vivos, publicaciones, y la fiesta.

Esa en la que cada año la disquera invita a sus bandas y solistas con las que tienen contrato, es una celebración, entre alcohol, música y sustancias que sigo insistiendo que es una pérdida de tiempo.

—La fiesta es en unos días, y les pido de favor que no dejen sola a Megan en ningún momento.

Todos escuchamos su orden.

—Es una disquera y sabemos que a veces tienen a sus favoritos y se aprovechan de ello para humillar a los nuevos —concluye y mira a Megan— No te dejes intimidar.

Megan asiente con confianza.

Después de que Marta nos haya dado instrucciones y la bienvenida a Megan todos decidimos irnos a casa.

Pero antes de salir de la oficina, Tom me toma por el brazo.

—¿Por qué? —pregunta intrigado.

—¿Por qué, qué?.

—Sabes de lo que hablo soldado, manitas donde pueda verlas.

—¿Eres su guardaespaldas o algo así?

—No, pero por ahora soy su hermano mayor.

Me palmea la espalda y sale para encender su auto.

Esto es traición, él fue primero mi mejor amigo, antes que su cuñada.

Volteo los ojos y subo al auto —cuando venimos a reuniones solemos traernos solo un auto, y esta vez le toco a Tom.

Mientras me encuentro en el asiento del copiloto, paso mi vista a algunas de las tiendas y la detengo justo enfrente de la cafetería la cual Megan trabajaba.

Y las palabras que mencione aquella noche se reflejan de inmediato.

—Por favor, por favor Dios, si es que me estas escuchando. —susurro— Deja que vuelva a hablarle, dame una situación para poder hablarle y que se intrigue de mi existencia.

Porque ya no puedo regresar por otro cafe más, Llevo tres en la mano y de ellos solo uno me gusta.

Sacudo mi cabeza al instante, nunca he sido así, las relaciones para mi no son pasajeras, yo no quiero perder mi tiempo.

Así que esa misma noche me dije que ya no volvería a llamarme la atención, que después de esa noche daba por perdida cualquier interacción con esa chica.

Y resulta que Dios respondió dos meses después, y me arrepiento de abrir la bocota.

Ahorita no siento nada serio por ella, porque en esos dos meses logre eliminar cualquier sentimiento de esperanza.

Pero cuando la vi en la casa y con mi suéter puesto, sabía que era una de dos.

La primera es no  salír de mi cuarto para evitar verla y no volver a caer.

O hacerme frío, total para mi no es tan difícil.

Miro al  espejo retrovisor y la observó detenidamente, rayos realmente debí de haberme callado.













Holaaaa

Aquí un capítulo más.
El lunes inicio exámenes pero prometo tener un cap listo para no dejarles sin nada en esa semana.

SE DEPSIDE, su bióloga escritora.

Besillos biológicos 🌱🫀






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⏰ Última actualización: May 02 ⏰

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La melodía de sus latidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora