Frank recien se despertaba. Miro la hora. Se había despertado media hora antes de que Alastor lo hiciera. Sonrió y se levantó, le haría el desayuno y se la llevaría a la cama, le felicitaría, quería escucharlo «Lo hiciste bien» « Mereces un premio al mejor cocinero» entre otros.
Agarro un par de huevos, sal, tocino y un poco de perejil para la decoración, mezclo todo como dijo el libro y ¡GUALA!
Frank: Le va a encantar
Fue a la habitación de ambos y se encontró con que recién se iba a levantar. Era la oportunidad perfecta para mostrarle lo que había hecho con sus propias manos.
Frank: Alastor~ — el locutor levantó la mirada al chico, que con una gran sonrisa traía lo que eres el desayuno de ambos
Se acercó al plato y le ojeo un poco. Estaba decorado con perejil, el huevo estaba como para ser reventado eso le encantaba y el tocino a un lado, todo estaba en orden, Pero faltaba algo importante.
Alastor: Se ve delicioso — miro a Frank, que al escucharlo se puso feliz — Pero no veo mi café — rápidamente la sonrisa del joven paso a una incómoda ¿Como había olvidado ese detalle?
Frank: Perdón — estaba por casi tirar el desayuno al piso, suerte que Alastor lo agarro
Alastor: Estaba bien igual — partió un poco del huevo y se lo llevo a la boca — Está delicioso, te mereces una recompensa por esto — los ojos de Frank brillaron de alegría
Quería poder abrazarlo y cogerlo ahi mismo, pero se le caería el desayuno al piso.
Frank, sin darse cuenta estaba tocando el trasero de Alastor, este no dijo nada, más bien parecía disfrutarlo soltando pequeño gemidos que despertaron un poco a Frank.
Frank: ¡Perdón! — quito su mano lo más rápido que pudo del cuerpo de Alastor — yo ya-
El locutor dejo el desayuno en la mesita de al lado y agarro las mejillas de Frank y le dió un beso, mientras de acercaba más a el en el proceso.
Frank: A~mmr~ — logro separarse de Alastor dejando un hilo de saliva que los unía — es de mañana
Alastor: Lo se — paso de largo al joven — y es por eso que no llegué a algo más
Frank recupero consciencia y fue a la sala donde Alastor preparaba su faltante café negro. Se acercó a él, sentándose al lado suyo.
Frank: ¿Cómo ha estado tu madre Alastor? — vió como servía el café en Ambas tazas
Alastor: Está bien — tomo un sorbo del Café
Frank: Genial — se había quedado sin charla nuevamente
Amaba a esta persona, pero era demasiado complicada de entender. No sabía casi nada de él, lo poco que sabía era que le encantaba la Jambalaya, quería a su madre, ama el café negro y que era locutor, que amaba el color rojo.
El joven con una sonrisa incómoda se apoyo en al mesa.
Frank: ¿Irás a la boda de mi padre? — dijo incómodo, sabía que ra un hombre ocupado
Alastor: Si
Frank: Si qui- — se quedó quieto un par de segundos ¿Si? — ¿En serio? — se acercó a su cara emocionado
Alastor: Estás muy cerca — hizo distancia separando la cara de Frank con el dedo índice
Frank: Me besaste y te cogí — bufó — Más cerca no puedo de esta- — el locutor le callo la boca con el dedo índice