Destino Cruel

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"Él camino puede estar lleno de árboles en otoño, con hojas cayendo y la brisa llenándonos de un aire de libertad. Pero estos caminos también pueden tener rocas, rocas que lastiman, y mientras caminas en este sendero, puedes romperte los huesos."









5:00 a.m

Me desperté por el inquieto movimiento de Karol. Deslicé mi mano por su cintura y observé su rostro aún hinchado. Mis ojos se detuvieron en sus muñecas. Me levanté y fui al baño en busca del botiquín. Con cuidado, le quité las vendas; algunos puntos se habían soltado. Tomé el alcohol y limpié sus heridas. Aunque estaba sedada, se quejaba. La acomodé de nuevo y la arropé con delicadeza.

Mi celular comenzó a sonar.

—Señor, los niños ya están en posición. Estamos esperando su orden —mencionó Tomás el cuál era uno de mis muchachos subalternos.

—Ahora —dije con una voz fría y calculadora.

—Sí, señor —respondió Tomás.

No podía dejar de pensar en todo lo que habíamos hecho. Estar dentro de ella era una sensación de poder absoluto, una conquista que solo yo podía lograr. Ninguna mujer me había hecho sentir tan invencible; ella es simplemente una extensión de mi grandeza. Antes de irme, la besé, sabiendo que mi toque era lo mejor que le había pasado.

****

10:00 am

Me levanté, mi garganta estaba seca, no podía abrir mis ojos, sentí dolor el mis brazos, cuello, abdomen, piernas, glúteos y toqué mi vientre, estaba muy inflamado, mi vista era borrosa, decidí levantarme. Al colocar mis piernas en el helado suelo sentí escalofríos, Me levanté, pero al instante me encorve, un dolor inmenso se esparcía por mi cuerpo y más entre mis piernas.

—¡Ahhhhhh!—exclamé haciendo el sueño en todo mi rostro debido al dolor en mi cuerpo.

Las lágrimas comenzaron a caer de mi rostro al recordar todo.

Flashback

—¡Mamá! ¡Mami! ¡Ayúdame! ¡Mamita! ¡Mamita sácame de aquí! ¡Mami me duele mucho!¡Ayyyyy!

—Tranquila pequeña, no te haré daño, solo quiero descansar a tu lado.

—¡Manuel por favor detente!

No pude evitar colocar mis manos en mi boca, un grito ahogado salía de esta.

Mire mis piernas, estás tenían moretones y temblaban sin parar.

Me deje caer, mis rodillas golpearon el suelo—. ¡Ayyyyyy! ¡Ahhhhh!

Las lágrimas mojaban mi rostro  caían hasta mi pecho, me hice bolita y me abrace a mi misma, apreté mis brazos con fuerza—. ¡Dios que debo hacer!

Mi vagina dolía como nunca antes, intenté levantarme pero fue inútil.

Me sostuve de la cama  me levanté, gatee hasta llegar al copete de la cama, no paraba de llorar, un escalofrío recorrió mi espalda al mirar el cinturón que aún estaba ahí, me arrime hacía atrás tan rápido que me caí—. ¡Ahh!—gemí de dolor.

Escuche pasos, mi corazón estaba apunto de no latir más, no sabía que hacer, a donde ir.

—No quiero que me hagas daño de nuevo— susurre—, corri hasta el rincón de la habitación.

Karol Jamás Te Irás De Mi Lado©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora