Un mundo lleno de ilusiones

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- Duxo! - grito el chico de cabellos castaño desde una habitación oscura y con las puertas abiertas - ¿Puedes venir un momento a ayudarme a buscar los juegos?. -

- Ya voy - le grito el otro chico sentado en el sillón, pasaron unos segundos y decidió levantarse para ir con Soarinng, se dirigió lentamente a la habitación donde se encontraba su amigo, al momento de entrar lo empezó a buscar, pero por la poca iluminación no se alcanzaban a distinguir muchas cosas... sintió a alguien detrás del, trato de voltear su cabeza... lastimosamente ya era demasiado tarde.

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Despertó y lo primero que vio fue una escena aterradora, era Soarinng acomodando un par de bisturí, cuchillos, etc. Volteo a verlo y sonrió de oreja a oreja - ¡Oh! Que bien, ya estas despierto... ahora podemos comenzar a divertirnos - dijo acercándose a su amigo.

- ¿ Soarinng ?... pero que mierda está pasando - al mismo tiempo que dijo eso se estaba poniendo muy nervioso.

- No te preocupes por nada, solo vamos a divertirnos un poco como te dije - Estaba enfrente de su amigo, viendo como trataba de alejarse de él, pero las cuerdas con las que estaba atado se lo impedían.

- Ja... Ja, ja, ja, wow Soarinng esta fue una de tus mejores bromas, digo... ahora volvamos a tu sala y tomemos algo - No quería pensar lo peor, aún tenía fe de que todo se tratara de una broma, cuando escucho unas fuertes risas que venían del contrario.

- Oh Duxo ... mi dulce, dulce Duxo, me halagas..., pero no puedo aceptar esos halagos, si no estoy bromeando de ningún modo, ahora cierra los ojos y di buenas noches - tomo un cuchillo de la mesa y se empezó a pasarlo muy cerca de los ojos de su amigo.

- Soarinng... vamos no puedes hacerme esto, soy tu amigo, si te echo algo malo pues perdón, pero no llegues a este punto - empezó a sentir sus ojos como se cristalizaban a la vez que le faltaba el aire.- No.. por favor Soarinng.. - comenzando a brotar pequeñas lagrimas de sus ojos violetas.

- No has hecho nada malo, solo necesito un ingrediente especial para poder cocinar... y ese ingrediente especial eres tú... bueno no solo tú..- al acabar de decir su última frase y sin piedad le clavo el cuchillo en el ojo izquierdo de su amigo.

Un grito desgarrador se escuchó por toda la habitación, el ojos heterocromaticos al escuchar el grito de su amigo le tiro una cachetada - Cállate mierda, no seas un marica...- soltó una pequeña risa y fue a la mesa donde se encontraban los bisturís.

- ¡CARAJO!... POR FAVOR... duele mucho, déjame ir y te prometo que no le diré a nadie -decía mientras sentía un fuerte dolor en su ojo, sentía un líquido caliente salir de esa zona y que se esparcía por su cara a la vez que empezaba a tartamudear.

- En verdad te pido perdón, pero no puedo hacer eso, ahora cállate o no tendré más opción que coserte la boca - tomo un bisturí y se acercó otra vez a él, esta vez empezó a cortarle un poco el brazo y sacarle pedazos de piel.

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