Las personas que me despreciaban por ser feo ahora me encuentran irresistible

Capitulo 18 - No me importa mi cara

En el Pabellón de Otoño, Xu Xilu paseaba por el patio, murmurando: "Animales pequeños poco comunes..."

Jiudong, extrañado, preguntó: "Joven maestro, ¿qué está murmurando?"

Al ver a Jiudong, los ojos de Xu Xilu se iluminaron, "Ven, ven, ayúdame a pensar, ¿qué pequeño animal no es tan común como los gatos o los perros, pero sigue siendo encantador?"

"¿Qué tal un conejo?" sugirió Jiudong, rascándose la cabeza.

"Los conejos son muy comunes, ¿acaso no comimos conejo asado anoche?"

"¿Entonces un pájaro?" propuso Jiudong. "¡Algunos pájaros son muy coloridos y bonitos!"

Xu Xilu pensó en la imagen de Song Yanqing paseando a un pájaro en la residencia y guardó silencio por un momento. Jiudong, muy emocionado, dijo: "¡Joven maestro, creo que un pájaro es una buena idea!"

Xu Xilu golpeó a Jiudong en la cabeza con su abanico plegable, "Jamás le enviaría un pájaro al príncipe."

Después de pensar un rato sin llegar a ninguna conclusión, Xu Xilu decidió salir a buscar inspiración. Volvieron a la animada calle Changxing, donde, en lugar de mirar tiendas, caminaron por la calle y notaron que alguien había montado un escenario para una representación, atrayendo a una multitud. Xu Xilu guardó rápidamente su abanico y dijo a Jiudong: "Vamos a verlo también."

Había una multitud alrededor del escenario, pero por suerte Xu Xilu era lo suficientemente alto como para ver. En el escenario, una persona vestida con ropas extranjeras estaba haciendo que un pequeño mono saltara a través de aros de fuego. El mono, del tamaño de un gato de unos meses, vestía una pequeña ropa hecha a medida y tenía grandes y redondos ojos, luciendo inteligente y vivaz. Después de saltar ágilmente a través de todos los aros, la audiencia aplaudió con entusiasmo. El extranjero, sosteniendo al mono con una mano y un cuenco de hierro con la otra para pedir propinas, pasó por donde estaba Xu Xilu. Xu extendió la mano para jugar con el mono, que parpadeó y saltó sobre su hombro, provocando la risa de todos. Xu Xilu, sintiendo una corazonada, le preguntó al extranjero: "Señor, ¿vende su mono?"

La lluvia de primavera siempre llega silenciosamente. Cuando salieron de la residencia, el cielo estaba solo un poco nublado, pero en menos de media hora, comenzó a lloviznar. Xu Xilu se paró frente a la puerta del Príncipe Duan con Jiudong sosteniendo un paraguas detrás de él, mirando la puerta cerrada y murmurando: "Joven maestro, hemos estado esperando un rato, ¿realmente nos recibirá el Príncipe Duan?"

Xu Xilu respondió con calma: "Mientras no nos hayan echado, todavía tenemos una oportunidad."

Como esperaban, después de un tiempo, la puerta se abrió con un chirrido y Xuanmo salió de la residencia, su hombro mojado por la lluvia. Al ver a Xu Xilu, saludó con el puño: "Joven maestro Xu, el príncipe lo invita."

La lluvia caía del alero, deslizándose y rompiéndose en los escalones con un goteo. En el pabellón, Song Yanqing estaba pintando. Aunque estaba en la residencia, ese día no llevaba su corona ceremonial, solo tenía el cabello atado casualmente con una cinta. Vestido con una túnica roja brillante, parecía un fuego ardiente, menos majestuoso que de costumbre pero más despreocupado. Xuanmo condujo a Xu Xilu y Jiudong ante él y anunció: "Príncipe, el joven maestro Xu ha llegado."

Song Yanqing abruptamente dejó de pintar y miró de reojo a Xu Xilu, "¿Todavía te atreves a venir?"

Xu Xilu rápidamente hizo una reverencia, "Inicialmente no me atrevía, pero recordando que nuestro príncipe es generoso, me armé de valor para venir."

Song Yanqing pensó que eso sonaba bien, aunque sintió que algo no estaba bien, y gruñó: "No me adules. Dime, si no vas a la casa de tu amante Xie, ¿por qué vienes aquí?"