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Los pasillos del hospital eran largos. Recorrerlos se había convertido una rutina desde hace tres semanas.

Me había grabado cada mancha de la pared, sabía cuántas rayas tenía el piso, qué luces parpadeaban y a qué ritmo.

Todos los días la amable enfermera me saludaba y repetía las mismas palabras: "Ella está mejor cada día"

Y, cuando esperaba en frente del elevador, el conserje me daba un apretón en el hombro izquierdo y una cálida sonrisa.

Lo único que cambiaba eran los regalos que traía conmigo.

A veces eran rosas, a veces eran peluches. O quizá traía algún disco de música.

Después, subía hasta el piso siete, caminaba a la derecha y luego un poco a la izquierda hasta encontrar la habitación número trece.

Habían pasado tres semanas para París. Tres semanas desde que Shadow Moth había sido derrotado.

Veintiún días de fiesta porque nadie jamás volvería a atemorizar a los pueblerinos.

Pero para mí, el tiempo se había detenido cuando la tomé en mis brazos para protegerla y suplicarle que se quedara conmigo.

Desde entonces, mi vida había tomado una pausa, que esperaba, no fuera tan larga.

Porque no quería verla más en ese estado.

La puerta rechinó cuando la abrí. El aroma fresco a fresas me dio la invitación a la habitación dónde, irónicamente, se sentía paz.

—Buenos días, Marinette —le dejé un pequeño beso en su frente.

Ella seguía igual de hermosa; la cicatriz que recorría su mentón derecho no iba a hacer la diferencia.

Caminé hacia la estantería y deposité el peluche que traía para ella. Después admiré todos los detalles que cientos de personas habían traído para Ladybug.

—Oye —la volteé a ver—, están construyendo una estatua en tu honor. Es gigantesca —me acerqué a la ventana admirando la obra siendo empezada. El cielo estaba nublado— Ayer me solicitaron para poder dar mi aprobación y sin dudas la di, te miras preciosa en esa estatua...

Caminé al sillón que estaba junto a la cama, tomé su mano, teniendo cuidado de no lastimarla.

Por mi cabeza pasaban muchas cosas todos los días, a todas horas.

Tenía muchas preguntas y pocas respuestas.

Tenía mucho coraje y mucha tristeza.

Pero todo eso desaparecía cuando estaba junto a ella, cuando la miraba respirar con calma y oía su corazón latir.

Por esos momentos, me olvidaba que era el nuevo guardián de los Miraculous y que tenía cientos de responsabilidades con los parisinos. Me olvida de que era Luka Couffaine y tenía que estar con mi mamá y con mi hermana.

Sólo existía mi Marinette para mí.

Y no pedía más que eso.

—Estoy cansado, Marinette... —cerré los ojos pegando su mano a mi mejilla—. Siempre anhelo que llegue este momento porque solo así me siento en paz. Saber que estás bien y que estás mejorando también me hace mejorar a mí. Solo, no dejes de intentarlo, ¿sí? Te necesito aquí conmigo.

No quería separarme de ella nunca.

Porque la última vez que estuve lejos de ella, no la pudieron proteger. Él no la pudo salvar.

Sabía que no era su culpa y tampoco mía, pero ambos pudimos haber hecho las cosas diferentes.

Besé sus nudillos.

—¿Recuerdas la última canción que te compuse? Creo que ya tengo otra en la cabeza. Es gracioso porque ni siquiera ha pasado ni una semana, pero creo que la titularé: La Chica Extraordinaria. Contaré lo mejor que me ha pasado en la vida: conocer a una chica extraordinaria, que es clara como una nota musical y tan sincera como una melodía..., que es como una música que suena en mi cabeza desde que nos conocimos.

No quería soltar su mano, no quería apartarme nunca más de ella.

El estómago se me revolvía cuando se acercaba la hora de irme.

El nudo se apretaba en mi garganta cuando concluía un día más y ella no despertaba.

Pero así era esto.

No podía caer en la desesperación.

Marinette iba a despertar cuando ella se sintiera mucho mejor.

Mientras tanto, yo iba a estar aquí para ella, esperándola, amándola..., y protegiéndola.

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¡Buenas, buenas! (No sé si Días, Noches o madrugadas 🤪, pero buenas)

Así comenzamos esta bonita historia ✨️

Primer capítulo contado desde la perspectiva de Luka, pronto veremos como se encuentra Adrien, Chat Noir y algunos de los otros portadores. Tampoco nos olvidaremos de sus padres. Preparense, porque se viene... ¡Sin Spoilers! ❤️‍🩹

Fue un capítulo cortito, pero no todos serán así ❤️‍🩹

Fue un capítulo cortito, pero no todos serán así ❤️‍🩹

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Abrazos con una palmadita en la cabeza ♡


Reste pour elle  |Miraculous|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora