01. Bueno, entonces llámame tonto

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Link del capítulo en inglés: (Archive of Our Own)

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Sanji siempre tuvo cuidado de no fumar en la cocina. Le habían inculcado desde pequeño, mediante numerosas patadas en la cabeza por parte de Zeff, que no permitiría que su comida y su cocina se contaminaran con el olor de los cigarrillos y los ceniceros. Sin embargo, la tentación de encender un cigarrillo en el aislamiento de su santuario era un sentimiento siempre presente. Tomar sus descansos para fumar en cubierta como parte de la tripulación de Los Sombrero de Paja rara vez era el asunto tranquilo y pacífico que Sanji a menudo anhelaba. Al menos en el Baratie había podido encontrar soledad de vez en cuando.

En el Going Merry, no tuvo tanta suerte.

Su nueva tripulación era ruidosa. En realidad, " ruidosa " era probablemente una palabra demasiado suave para describirlos. Si no hubiera una explosión de voces animadas inmediatamente después de poner un pie fuera de la cocina, acompañada la mayoría de las veces de una explosión literal, cortesía de su francotirador, entonces Sanji estaría preocupado por su salud colectiva. Eran puro caos, absolutamente descarados, destructivos por naturaleza e irremediablemente groseros... y Sanji moriría por todos y cada uno de ellos en un maldito instante.

Aunque nunca se los diría a la cara.

Nami, por supuesto, era la excepción a esa regla. Se aseguraba de recordarle diariamente que estaba dispuesto a dar la vida por ella siempre que se presentara la ocasión. Ella se limitó a dedicarle una sonrisa divertida y a darle una palmadita en la mejilla, diciéndole:

"— Asegúrate de recuperarte primero de la última vez que intentaste eso, ¿de acuerdo, Sanji-kun?"

Sólo habían pasado unos días desde que partieron de la Aldea Cocoyasi y dejaron atrás los sucesos que ocurrieron en el Parque Arlong. Todos seguían curándose de sus heridas. Cada vez que encendía un cigarrillo y le daba una gloriosa, pero dolorosa, calada de nicotina, Sanji se acordaba de lo falto de oxígeno que había estado durante la batalla. Resultó que ser retenido bajo el agua por un Gyojin y casi ahogarse dejaba tus pulmones un poco deteriorados. ¿Quién sabe? Aun así, haría falta algo más que un poco de dolor para evitar que se involucrara en su vicio favorito. Y joder si no iba a aprovechar la falta de médico en su tripulación molestándolo por fumar durante el mayor tiempo posible.

A Sanji también le resultaría difícil quejarse de sus heridas cuando Zoro había sido prácticamente partido a la mitad por un Gerrero del Mar hacía apenas una semana.

Porque eres tú [TRAD.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora