Valerius: Leyendas y Dones de Brujo

Investigación mágica

Al llegar a casa ese día, las pequeñas Williams esperan a sus hermanos con una mezcla de preocupación y emoción.

Tan pronto como la puerta se abre dejando ver a los gemelos, Milly corre a lanzarse a los brazos de Alex quien la recibe gustoso y alegre por lo menos hasta que ve la mirada seria y nerviosa de Morgana.

—¿Está todo bien? —cuestiona el mayor acercándose a las dos niñas en la sala seguido de su hermano.

—No pasó nada —afirma Morgana con una sonrisa tensa—, pero ocurrió algo… raro.

—¿Raro bueno o raro malo? —inquiere Dorian sentándose entre Mor y Vanya.

—Ese es el problema —apunta Vanya mirando a su primo—. No estamos seguras.

—Bueno, ¿qué ocurrió? —pregunta Alex sentándose en el sillón de enfrente aún con Milly en brazos.

—Su primer don ventura comenzó a manifestarse —responde Morgana mirando a Milly.

—El hecho de que hayan catalogado eso como raro no suena bien —murmura Dorian mirando a su hermano, quien solo asiente.

—Lo raro no fue que se manifestara —interviene Vanya—, fue el cómo.

—Desarrollen —solicitan los gemelos.

—Estaba ahí sentada y de pronto comenzó a hablar sola —explica Morgana—; hablaba sobre nosotros, sobre cómo estábamos, como si alguien le estuviera preguntando.

—Y sus ojos brillaban en un tono como dorado o acaramelado —cuenta Vanya—, de pronto solo, volvió a la normalidad, y no lo recuerda.

Los gemelos miran con preocupación a la benjamina sentada en las piernas de Alex, la pequeña mira a su hermano con preocupación brillando en sus dulces e inocentes ojitos.

—¿Y si tengo un don malo? —pregunta con tristeza.

—Tranquila pequeñita, no tendrás nada malo—afirma Alex abrazándola con delicadeza—. No podemos tener tan mala suerte.

Dorian toma a Mor y a Vanya por los hombros y las dos niñas se recargan en él, los gemelos se miran con preocupación silenciosa.

—¿Alguna idea de lo que podemos hacer? —pregunta Morgana, Alex exhala un suspiro.

—Voy a necesitar que investigues un poco —responde el mayor sin soltar a Milly—. Entraré a sus sueños está noche para recopilar algún dato.

—Hecho —accede Morgana.

—¿Podrías hacerlo también conmigo? —pide Vanya de pronto—. Sé que mi cumpleaños fue hace una semana, pero… la última vez no fue bueno.

—Claro que sí, Vanya —murmura Alex con cariño—. Pero hasta mañana, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

...

Esa noche por desgracia no ocurre nada atípico en los sueños de Milly, Alex mira a su hermana con algo de aburrimiento mientras la pequeña gira y baila entre risas en el claro del bosque.

—¿Nada? —pregunta la niña al ver la mueca de su hermano.

—Nada —exhala Alex tratando de sonreír.

—Ya es hora —murmura ella viendo como el sueño comienza a volverse borroso y un tornado se acerca.

—Anda, nos vemos en casa —apremia el chico levantándose y empujando a su hermana hacia el tornado.