Hoy tenemos una comida familiar como cada domingo. En mi familia somos muy unidos y nos encanta juntarnos todos en la hacienda de mis abuelos.
-Apúrense que vamos tarde- dice mi mamá y todos nos apuramos a subirnos a la camioneta.
Estoy muy feliz de ir con toda mi familia. Me encantan los domingos familiares porque puedo ver a todos mis primos, primas, tíos y tías. A quien estoy engañando, me encantan los domingos porque lo puedo ver a él.
Cuando llegamos me apresuro a bajar las botanas que preparó mi mamá de la camioneta para entrar rápidamente a la casa. Saludó a los que ya están ahí y me dirijo a la cocina donde sé que va a estar mi abuela.
-Hola abue- la saludó dándole un beso en la mejilla-¿cómo estás? ¿Otra vez cocinando todo cuando tienes gente que cocine por ti?- por más personal que tengan en la hacienda a mi abuela siempre le ha gustado cocinar y preparar todo.
-Nadie cocina mejor que yo- dice y yo me río- sírvete un tequila y me sirves uno a mí cariño- soy la compañera de tragos de mi abuela en la reuniones familiares. Siempre la acompaño con un tequila.
Estoy platicando con mi abuela mientras tomamos nuestro tequila cuando escucho su voz. Esa voz tan grave que cada que la escucho me hace estremecer.
-Mamá, ¿otra vez incitando a Mar a tomar?- dice a modo de saludo. Mi abuela le da un manotazo en el brazo para después abrazarlo. Yo no puedo dejar de verlo, sus brazos, su espalda, sus labios. Todo me atrae de él, no importa que esté casado, que sea papá de mis primas favoritas y, definitivamente, no importa que sea mi tío. Cada que me ve siento que los pezones se me erizan y el coño me pulsa.
-Hola bonita, ¿cómo estás?- me saluda mientras me abraza.
-Hola, bien gracias- digo regresándole el abrazo y recargando un poco mi cabeza en su cuello para llenarme de su aroma. Uno de mis aromas favoritos. Que daría por estar llena de su olor por todos lados, por estar llena de él.
Lo suelto y me excuso para ir a la terraza donde están todos ya sentados.
Las horas pasan y el alcohol fluye al igual que la comida. Cada quien está en lo suyo pero no tardamos en sentarnos a jugar algo entre todos. Cuando me siento para uno de nuestros juegos, me siento enfrente de Rafael para poder verlo sin ser tan obvia. Las cartas empiezan a repartirse y el juego comienza. La verdad no sé cómo va el juego porque no puedo dejar de ver la forma que sus manos sostiene las cartas y la forma en la que bebe de su cerveza. Me siento increíblemente excitada. Ojalá sus manos me recorrieran el cuerpo y su boca me besara los senos o el coño.
Es una mala idea seguir con esos pensamientos cuando ya estoy sintiendo los efectos del alcohol y estoy rodeada de toda mi familia.
-Mar, si sigues tan distraída vas a perder- dice Rafael con una sonrisa para después beber de su cerveza sin dejar de mirarme. Siempre me mira tan profundamente.
-Te puedo ganar aunque estuviera dormida- lo reto y, sin querer, le sonrío coquetamente.
-¿Quieres apostar?- me sigue el juego.
-¿Qué apuestas?- le pregunto y yo también tomo de mi cerveza y por un segundo puedo jurar que sus ojos se posan en mis labios y sus ojos se oscurecen.
-Dos shots quien pierda- dice como si me fuera a acobardar.
-Trato- le digo extendiendo la mano.
-Trato- dice tomando mi mano lo cual provoca que me recorra un escalofrío. Puedo sentir mis pezones erectos presionando mi vestido y una vez más creo sentir su mirada fijamente pero ahora en mis pechos. Por favor tócame.
Seguimos el juego pero perdemos al mismo tiempo lo cual me hace soltar una carcajada.
-Te los vas a tomar tú- le digo inocentemente.
-No, los dos perdimos al mismo tiempo- dice sonriendo- uno cada uno.
-Bueno- digo poniéndome de pie y él me sigue hasta la barra.
-Ya no hay limones- le digo mientras él está sirviendo los shots- voy a la cocina por más- él asiente y me sonríe.
Aprovecho el camino a la cocina para respirar e intentar controlarme. Es que no es posible que me excite de esta forma cuando no está haciendo nada más que existiendo. Me recuerdo lo mal que está que quiera que mi tío me folle durísimo, que me coma la boca, que me llene de su semen.
