𝐀𝐂𝐓𝐔𝐀 // 𝐌𝐚𝐥𝐚𝐜𝐡𝐢 𝐁𝐚𝐫𝐭𝐨𝐧

𝐄𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃

*Narra Selena*

Estaba al borde de la desesperación sin saber que hacer cuando mi puerta sonó.

Entendía que Mekonnen me quisiera ayudar pero me estaba empezando a agobiar toda la atención que me daban el y Meg en esta situación, aún que valoraba muchísimo todo lo que se preocupaban por mi.

Pero cuando abrí la puerta no encontré lo que esperaba, no me encontré a Meg y Mekonnen con cara de preocupados sino a Malachi.

El mismo que me había roto por dentro, el mismo al que le había dado mi primer beso, el mismo por el que llevaba 2 días sin salir de la habitación del hotel.

Aún con todo el odio y rencor que sentía dentro por su culpa he de admitir que el corazón se me paró nada más verle ahí.

Estuve a punto de cerrar la puerta cuando él logró sujetarla y empezó a hablar.

- Selena... lo siento muchísimo - Dijo con sinceridad, esa sinceridad que me había creído desde que le conocí pero no eran más que mentiras, esta vez no sería así.

- No lo sientes Malachi, vete y dile al que te haya obligado a venir que nada cambiará - Contesté enfadada.

-Nadie me ha obligado a venir, y de verdad que lo siento, no sabía que yo era tu primer beso - Siguió disculpándose.

¿QUIÉN LE DIJO QUE HABÍA SIDO MI PRIMER BESO? QUE VERGÜENZA.

- ¿Quién te lo ha contado? - Pregunté yo tapándome la cara con una mano.

- Eso no importa, no llegué a conocerte bien antes de apostar eso con Milo y no sabía el daño que te podía hacer. Las chicas como tú suelen, ya sabes, haber estado con varios chicos antes por lo que imaginé que yo sería uno del montón - Añadió agachando la mirada.

- Da igual, no importa - Contesté terminando de cerrar la puerta.

- Joder, no da igual por que lo que sentí era de verdad - Eso fue lo último que escuché nada más cerrar la puerta.

Tras esto cerré la puerta dejándome caer al suelo apoyada en esta.

Lo último que dijo me dejó descolocada.

Era obvio que no lo sintió de verdad porque si así fuera al menos me habría contestado cuando le pregunté que qué éramos o no hubiera tenido el valor de ir a contárselo a Milo para reírse de mi.

Mañana las grabaciones comenzarían y tendría que salir de la habitación, aguantar las miradas de preocupación todo el día y que algunas personas me pregunten que qué pasó, como si no lo supieran ya mejor que yo.

Igualmente tenía pensado salir de noche cuando todos estuvieran dormidos al sitio que me enseñó Malachi para desconectar y pensar en los buenos recuerdos aún que no acabaran como me esperaba.