𝐋𝐀 𝐅𝐈𝐄𝐒𝐓𝐀

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*Narra Selena*

Entré en el cuarto de Malachi y lo primero que ví al mirar al suelo fue un sujetador, creo que mis pensamientos estaban en lo correcto, me senté en la cama y el entró en el baño pero dejó la puerta encajada para hablar conmigo.

- A ver, esa chica era mi amiga, pero una cosa llevó a la otra y creo que ya ni eso somos - Dijo con simpleza en medio del silencio.

- Normal, la has hechado como si fuera un perro - Contesté.

- Y a ti que más te da, que culpa tengo de que caigan todas en mis encantos y yo no en los suyos - Siguió subiéndose el ego.

- Pero madre mia, que porque te tires a una no quiere decir que todas quieran contigo - Añadí intentando bajarle un poco los humos.

- Créeme que todas quieren conmigo - Tras decirme eso asomó su cara detrás de la puerta y me guiñó un ojo, ¿pero este quien se ha creído que soy?

- Ya te gustaría la verdad - Dije yo levantándome de la cama.

- ¿Me estás retando? - Preguntó Malachi abriendo completamente la puerta y fijando su mirada en mi.

- No tardes - Evité su pregunta y también su mirada saliendo por la puerta, su única respuesta fue una ligera risa que pude escuchar antes de cerrarle.

Volví con los demás que me preguntaron donde estaba Malachi y por qué había tardado tanto, a lo que les respondí que se estaba terminando de duchar.

Solo pasaron unos minutos hasta que llegó y por fin pudimos ir camino a la fiesta.

Cuando llegamos vimos que había bastante gente rodeando un fuego, la verdad que si empezaba a refrescar.

Yo y Mekonnen fuimos hacia el fuego mientras que los demás se quedaron en la mesa de las bebidas decidiendo que iban a tomar.

Cuando nos encontramos todos reunidos decidimos jugar al juego de la botella, en el que las dos personas que apuntara la botella tendrían que encerrarse durante 5 minutos en la caseta del socorrista.

En la primera ronda salieron Milo y Meg, a lo que aceptaron mientras un corillo de gente les gritaban dando ánimos.

Los minutos fueron bastante lentos y silenciosos ya que todos nos queríamos enterar de que estaba pasando ahí dentro.

Cuando el tiempo terminó y ellos salieron vimos que Milo tenía pintalabios por toda la cara, lo que nos dejó claro lo que habían hecho.

Al ver nuestras caras y las carcajadas que soltaban algunos acerca de la situación simplemente se miraron entre ellos y también se rieron.

La siguiente ronda le tocaba girar la botella a Malachi y eso hizo.

Todos estuvimos en completo silencio por un momento hasta que la botella comenzó a parar y lo hizo definitivamente frente a...

𝐀𝐂𝐓𝐔𝐀 // 𝐌𝐚𝐥𝐚𝐜𝐡𝐢 𝐁𝐚𝐫𝐭𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora