Capítulo 1: Un peludo legado

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por Alondra

Era una mañana como cualquier otra en la Capital del Oeste. Se respira un ambiente tranquilo y la gran mayoría de los habitantes están empezando a despertarse, a excepción de algunos que ya están despiertos desde muy temprano, como en la Capsule Corp., donde en la cámara de gravedad Vegeta ya ha empezado su entrenamiento matutino, con grandes golpes y patadas, siempre tratando de alcanzar su meta que es ser más fuerte que Son Goku, su mayor rival.

Bulma ya se ha despertado y prepara el desayuno de sus hijos Trunks y Bra. Ya han pasado casi 20 años desde el enfrentamiento con Majin Buu y ahora ambos ya cuentan con 28 y 15 años, respectivamente. Trunks acaba de terminar sus estudios universitarios y Bra está bastante crecida; el parecido que guarda la adolescente con su madre es asombroso, además de ser igual de hermosa, como lo era Bulma a la edad de su hija. Hace un buen tiempo que, animada por su amiga Pan, Bra empezó a practicar artes marciales igual que su padre y hermano, y demostró ser muy buena, aunque aún no puede vencer a Pan en un combate, pero ella tiene mucho carácter y no es de las que se rinden fácilmente.

- Ajumm... que cansada me siento... ¡Qué rabia, aún tengo sueño! – dijo Bra despertándose con desgano, porque el día anterior había practicado con Pan hasta tarde y le dolían todos los músculos. Luego de tallar sus ojos un poco miró por la ventana y sonrió – Parece que hoy será un día soleado...

Ya estaba a punto de levantarse, pero cuando se sentó sintió algo extraño detrás de ella, como si le estuvieran oprimiendo. Rápidamente se dio vuelta y sus ojos se abrieron como platos...

La tranquilidad de la mañana fue rota por el espantoso grito que se escuchó y que casi parecía que cualquier habitante de las afueras lo escucharía. Todos subieron alarmados a la segunda planta, Bulma seguida de Trunks y se encontraron con Vegeta, que había llegado disparado, rompiendo una ventana...

- ¡¡BRA!! ¡BRAAAA! ¡ABRE INMEDIATAMENTE! – gritó Vegeta exaltado– ¡¡SI NO ABRES, ROMPO LA PUERTA!!

- ¡Vegeta, por favor cálmate! – dijo Bulma tratando de calmar a su esposo para luego acercarse a la puerta - Bra, ¿puedes escucharme?... Soy yo, mamá.

- ¿Mamá? – preguntó la aludida en voz muy baja desde el otro lado de la puerta.

- Sí, cariño, todos estamos aquí afuera muy preocupados, ¿Qué te ha ocurrido? – volvió a preguntar su madre sin dejar su tono de voz calmado.

- ¿Podrías pasar tú sola un momento, por favor? – pidió Bra a su madre.

- ¡¿Qué?! ¡Bra, ¿qué es lo que estás ocultando?! ¡Te ordeno que abras inmediatamente! – volvió a grita el príncipe de los saiyajins molesto.

- ¡SOLO MAMÁ! – su hija le devolvió el grito a lo que Vegeta retrocedió confundido.

Al parecer era obvio que algo le había pasado a Bra y no quería que nadie más que su madre lo supiera. Todos estaban muy tensos, especialmente Vegeta, que adora a su hija y esto de que estuviera nervioso no era para menos.

- Esperen aquí un momento, veré qué le pasa – dijo finalmente Bulma mientras se acercaba a la puerta y trataba de encontrar alguna explicación. Era algo extraño que Bra estuviera así y que le pasara algo que solo quisiera que se enterara su madre... no, pensó unos momentos, no creía que fuera por lo que les pasa por primera vez a las jovencitas ya que a ella ya le ocurrió y en ningún momento se puso nerviosa... a menos claro que se tratara de otra cosa...

Bulma entró a la habitación de su hija, que estaba a oscuras y la encontró sentada en la cama cubierta con una manta. Se le acercó y suavemente acarició su cabeza...

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