Capítulo 10

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Nadar a crol, le llamaban.

Mingyu poseía un cuerpo espléndido, que constaba desde sus piernas firmes y trabajadas hasta sus brazos largos que complementaban los hombros anchos y espalda recta para poder equilibrar el peso que tenía en el agua al flotar mientras daba brazadas acertadas.

El moreno era muy torpe para muchas cosas, pero eso no quitaba que su musculatura le permitiera tener estabilidad para cargar a sus compañeros, para recibir más oxígeno al momento de mantenerse en el agua y, sobre todo, para impulsarse a sí mismo en su prueba de natación en estilo libre complementaria.

Es por eso que, los reclutadores estaban encantados con su técnica de crol, la cual le hacía las cosas mucho más fáciles al momento de ir contra reloj y aumentar la velocidad de su traslado desde una punta de la alberca a la otra.

—Acaba de... ¿fue eso algo mariposa? —preguntó uno de los hombres en traje con papeles en mano.

—Está intercalando las técnicas. Arriesgado, pero bastante favorecedor.

Sí, Mingyu era torpe y enorme, pero sabía moverse en el agua como un pez.

El pequeño del equipo no podía apretar más la mandíbula, pues esta ya hacía rechinar sus dientes.

Desde que pasó en su prueba antes de Joshua, hasta ahora que presenciaba las vueltas que Kim realizaba, solo se dedicó a escuchar atentamente cómo los reclutadores hacían comentario tras comentario sobre lo bien que Mingyu lo estaba haciendo.

Estas personas se habían instalado en una mesa colocada especialmente en el centro de las gradas para lograr tener una gran vista de toda la alberca y los nadadores que se presentaban ante ellos, todos con el mismo objetivo en mente; no ahogarse en el intento y sorprender de sobre manera a los reclutadores.

—Es el mejor candidato que tenemos hasta ahora. Sin mencionar al primero en saltar a la alberca —dijo uno de los hombres.

Chan lo miró, este asentía cada vez que Mingyu hacía algo diferente en el agua. Estaba más que claro que estaban encantados, ambos, y Dino debía poner su granito de arena para alentar a sus compañeros, ¿no es así?

—No podría estar más de acuerdo —contestó el menor, llamando su atención unos segundos.

—Es bueno saber que hay compañerismo —contestó el otro.

Bien, había conseguido que se distrajeran un poco.

Pero no era suficiente.

—Mingyu-hyung es increíble —exclamó acercándose a su mesa. Todos los demás estaban muy ensimismados en el chico bajo el agua que ninguno se percató del inicio de la charla de los reclutadores con el rubio—. Ser el próximo nadador olímpico y mantener una relación no es tarea fácil.

Aquel comentario sí que hizo redirigir la mirada hacia él por completo. Incluso se miraron un poco entre ellos antes de volver la vista a la alberca.

Pero, en definitiva, ya no se sentía la misma emoción que hace unos minutos.

—Bueno, la vida amorosa de nuestros competidores no es tan importante —dijo el hombre a la izquierda con más seriedad en la voz.

Estaba claro que aquellas palabras les incomodaron.

—Igual ese tema no debería representar un problema —exclamó el otro.

El rumbo del contexto y como quisieron argumentar la confesión de que el nadador estaba en una relación era algo sumamente profesional. Tenía razón, a ellos no les importaba en lo más mínimo la vida personal del chico, todo mientras no fallará en sus pruebas dentro del agua.

Nada Pasa Debajo del Agua | SVTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora