Introducción

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Me voy a morir en cualquier momento - le dije a mi hermano mientras le hacía un té -. Todavía no sale el sol y ya estoy desayunando.

Su única respuesta fue una mirada diciéndome que si no me callo el té va a terminar en mi pijama. Luego de desayunar me bañé y me preparé para salir; hoy quise ir caminando, porque si voy en auto mi hermano va tener que ir andando igual, prefiero ir con él, se hace más ameno el recorrido.

Thiago, es mi hermano menor, siempre fuimos muy unidos ya que básicamente yo lo crié, mis padres nunca le tomaron cariño porque no querían dos hijos, pero a mí siempre me había gustado la idea de ser hermana mayor.

Llegando al colegio Thiago se va con sus amigos y yo con Dámaris, mi mejor amiga. Nos conocemos desde que empezamos la secundaria, el año próximo vamos a la universidad; ella tiene tanta ansiedad por ese momento que ya compró un álbum para llenarlo de fotos mientras vivamos juntas.

¡Hola Emma! Te traje unas tostadas y un café - me saludó cuando llegué.


En este momento solo puedo decir que te amo, sos mi salvación - por lo general Dámaris siempre me lleva algo para comer o tomar en el colegio, por algo somos mejores amigas.


Primeras cuatro horas de clases: Matemática

Nunca me llamó la atención esta materia, pero en esta clase nos dijeron que en una semana tenemos que desarrollar un trabajo con el tema de los años bisiestos, este trabajó me interesó y tenía a mi favor que Dámaris sabe demasiado de los años bisiestos.

Dami, ¿me acompañas al baño? - le dije antes de que el recreo termine - No me siento muy bien - Agregué


Cuando llegamos creo que me bajó la presión, empecé a ver destellos de colores, y de repente vi todo negro, solo recuerdo los ojos de Dámaris llenos de lagrimas intentando despertarme. Reaccioné, pero no estaba en el colegio, estaba en un bosque lleno de flores con una luz natural hermosa, a lo lejos veo la silueta de un chico acercándose en mi dirección. Venía caminando muy tranquilo y con los ojos llorosos.

Hola Emma, tomá - Me dió un papel, mientras se le caían las lágrimas.


¿Te conozco? ¿Dónde estoy? - dije desesperada, no entendía nada, tenía muchas preguntas, ¿Quién es él? ¿Por qué llora?
¿Por qué me dá un papel? No entiendo absolutamente nada.


No te preocupes Emma, no te haré nada, agarra el papel por favor, solo léelo y quizá me conozcas... -


Desperté sobresaltada, Dámaris, mis padres y Thiago estaban ahí, yo estaba muy aturdida con los sonidos y no lograba ver por la cantidad de luz que había; mientras ellos me hablaban y me gritaban en el oído preguntándome cosas, ví otra vez en la puerta, sonriendo, al mismo chico del bosque. Solo me surgían dos preguntas: quién era, y qué quería.

No puede ser que a tu hermana le pase algo ¿y vos? ¿Dónde estabas? - le gritaba mi padre a mi hermano.


Papá, tranquilo, él no tuvo la culpa de nada - le dije lo más alto que podía, pués no tenía fuerzas ¿que me pasó?


Mi padre estaba demasiado enojado con Thiago, pero decidió hacerme caso, se acercó me dio un beso en la frente y se fué, mi madre lo siguió y se quedaron conmigo mi hermano y Dami, ella estaba muy asustada y lo podía ver en su rostro. Ni ella, ni yo, ni ninguno de nosotros entendió que me pasó. Acto seguido entró el doctor.

Despertaste! muy bien, ahora haremos un chequeo de rutina y te podes ir, voy a llamar a tu padre - él lo dijo de una forma muy tranquila, pero su cara no expresaba lo mismo. Cuando entró mi padre le dijo a Thiago que él se iría caminando, él solo bajó la cabeza como siempre, no es capaz de decirle nada por el miedo, y yo odio eso.


Papá, él va a ir con nosotros, o llamaré al otro chofer para que él y yo podamos ir juntos - dije interviniendo en la conversación.


Mi padre odia cuando me meto en conversaciones de las cuales "no debo ser partícipe" pero la verdad que nunca me importó lo que piensen y quieran, son malas personas, y eso no lo van a cambiar nunca. Luego de que yo defendiera a Thiago él me respondió con una mirada dándome las gracias. Unos 15 minutos después de hacerme el chequeo me fuí a casa. Estuve todo el camino pensando quién era ese chico, nunca lo había visto, sus ojos se me hacían conocidos pero estaba segura que jamás lo había visto antes; seguro fue un sueño mientras estaba inconsciente, ojalá sea solo eso.

Llegué a casa y subí a mi habitación con ayuda de Juli, la empleada, entré al cuarto dejé mi mochila en el suelo y me acosté en la cama. Volteé hacia la ventana, y vi una carta en mi escritorio; nunca tengo papeles ahí porque los guardo en un cajón específico, me levanté a abrirlo, quería saber de quién era pero no tenía ningún nombre, solo decía que era para mí. Podía saberlo porque estaba escrito mi nombre en una letra cursiva muy linda.

Para Emma:

Un bosque, un papel, una carta, una chica hermosa, un recuerdo...

¿Te acordas de mí? ¿Me reconoces?

- El chico del bosque. -

Mi cabeza no puede procesar nada, solo surgen más preguntas, muchas más de las que tenía antes, ¿Quién es el chico del bosque? ¿Porque me busca a mí? ¿Por qué la carta está escrita el mismo día que hoy pero hace cuatro años? No puedo entender nada, tengo que hablar con Thiago. Salgo corriendo de mi cuarto y camino lo más rápido que puedo, mientras me acerco al cuarto de Thiago escuchó gritos más altos. Llega el momento de girar para poder entrar a la habitación, estoy por abrir la puerta cuando escuchó que los gritos vienen de adentro, mis padres están retando a Thiago otra vez.

Entro muy rápido y ellos se quedaron en silencio.

Tenes que tocar la puerta antes de entrar Emma - me dijo mi padre cuando entré. - Sos la mayor y tenes que dar un ejemplo a Thiago, aunque nunca aprende nada - agregó


Vos no me vas a decir que hacer y de qué tengo que ser ejemplo, si ustedes lo menos que son es un buen ejemplo, vayanse, tengo que hablar con Thiago.


Mis padres salieron enojados mientras miraban mal a mi hermano, los odio, y los odio más cuando hacen eso.

Emma, perdón, pero ahora tengo que ir rápido al grupo de estudio, voy a llegar tarde cuando vuelva hablamos, si? - me dijo mientras juntaba sus cosas y las metía a la mochila


Está bien, que te vaya bien, cuando vuelvas te ayudo con la tarea - le contesté.


Regresé a mi cuarto cansada, me fuí a dormir una siesta, dormí una hora más o menos, y cuando desperté estaba en el bosque, pero no había nadie, solo estaba una hoja de papel colgada de un árbol, la fuí a buscar pero cuando la toqué, me desperté; tenía el mismo papel en la mano, fué en ese momento cuando decidí no contarle a nadie lo que me pasaba, pero también quise ignorar cualquier cosa que tenga que ver con ese chico misterioso, me levanté de la cama, metí ese papel cerrado en una caja junto con la carta y las escondí debajo de mi cama.

Nunca voy a abrir ese papel - dije en voz alta -

Cada Cuatro AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora